Ante los embates recibidos por los distintos frentes que se oponen a la Reforma Eléctrica promovida desde el Gobierno federal e impulsada por la coalición Juntos Haremos Historia en el Congreso de la Unión, el presidente Andrés Manuel López Obrador, por primera vez, dio su visto bueno a que se le realicen modificaciones, siempre y cuando se “respete la esencia” de la misma.
Ante esta posibilidad, ahora será responsabilidad de los legisladores determinar qué cambios son los convenientes, pues desde un inicio, uno de los principales argumentos de los grupos opositores al gobierno en turno, fue que los congresistas de Morena al recibir la iniciativa no le movieron “ni una coma” al documento proveniente del Ejecutivo, en el cual se encuentran propuestas que ya habían sido calificadas como inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Superar las trabas de la Reforma Eléctrica
Alcanzar los acuerdos para poder generar un documento en común que aprueben tanto diputados como senadores, y el cual incluso reciba su visto bueno por parte de inversionistas, así como del gobierno de Estados Unidos, el cual ha mostrado su inconformidad con la actual iniciativa, no será una tarea sencilla.
Gonzalo Monroy, experto en materia energética en México y América del Norte, asegura que no hay nada que rescatar del actual documento, situación que podría complicar las negociaciones en el Congreso a pesar de que Andrés Manuel López Obrador dio su visto bueno para que se pueda modificar la Reforma Eléctrica, la cual, a grandes rasgos, asegura será benéfica para el país.
“La Reforma Eléctrica le conviene al país y es la oportunidad para que la Comisión Federal de Electricidad se fortalezca, que es una empresa pública, porque lo que buscaba el neoliberalismo, los corruptos, era destruir las empresas públicas, privatizarlo todo, convertir lo público en privado, es socializar pérdidas y privatizar ganancias, no les importaba el pueblo, el propósito era saquear, robar, hacerse grandes con la riqueza mal habida, nada más que pomposamente a eso se le llama política económica neoliberal o tienen otros eufemismos para esconder lo que en realidad es robo”, aseguró AMLO.
“Deberían estar agradecidos”
El titular del Ejecutivo federal no solo defendió su iniciativa para reformar la industria eléctrica del país, incluso dijo que el sector privado, uno de los más reticentes a las modificaciones, debería de estar agradecido.
“Dicen que se va a ir la inversión. No se van. ¿Saben?, el planteamiento que les estamos haciendo en la ley, en la reforma constitucional: que el Estado se quede con el 54 por ciento y la iniciativa privada con el 46. ¿Saben cuánto es el 46 por ciento del mercado de México?
“Es toda la electricidad que se consume en Argentina, en un país de 50, 60 millones de habitantes. Entonces deberían de estar agradecidos, nada más que no tienen llenadera, se quedaron con la mala costumbre de robar a manos llenas.
“Porque no es una expropiación, no es una nacionalización, es decir, necesitamos nosotros fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad porque, si no, no vamos a poder garantizar precios justos en la energía eléctrica, tiene que haber orden. La política se inventó, entre otras cosas, para poner orden en el caos, y esa es la función del Estado”.
Más caos que orden
Para Gonzalo Monroy, experto en materia energética en México y América del Norte, la iniciativa de Reforma Eléctrica, como se encuentra redactada en este momento, es un riesgo para el país y su estado de Derecho.
“Aquí el tema no es que esté prohibido hacer cambios en este sector, sino que se están haciendo de manera arbitraria y sin reconocer el Estado de Derecho, algo que queda claro con declaraciones como las de Bartlett, quien dice que además ni siquiera piensa indemnizar a las empresas a las que no se les respeten sus contratos”.
Sin embargo, el especialista explica que estas palabras del titular de la Comisión Federal de Electricidad son solo la cereza del pastel, ya que desde antes se han venido realizando otras modificaciones para acompañar a la contrarreforma.
“Tenemos los cambios a la Ley de Hidrocarburos y también a las reglas de comercio exterior en materia aduanera, los cuales se realizaron utilizando términos tan llanos como ‘seguridad energética’ o ‘emergencia económica’, conceptos que no están definidos en ninguna parte del marco legal mexicano en un intento para poder hacerse de instalaciones privadas sin tener que indemnizar.
“Al final de cuentas, cuando atamos todas estas acciones a la Reforma Eléctrica, nos damos cuenta que en realidad estas modificaciones son por un tema de control, no para generar un mercado más eficiente ni por la seguridad nacional o la energética, es simplemente para tratar de desplazar a la competencia a la que se enfrentan las empresas del Estado”.