La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tuvo ayer una jornada bastante reducida. De sus seis horas y media de operaciones, casi cinco fueron gastadas en un “receso administrativo” que comenzó a tan solo 24 minutos del inicio de su día laboral.
El receso se debió a “problemas técnicos”, según informó la BMV mediante un escueto comunicado.
La suspensión de operaciones -que inició a las 8:54 horas y concluyó a las 13:52- se debió a un problema en los sistemas de comunicación de la BMV, que no lograba establecer un enlace con algunas casas de bolsa. La BMV justificó el receso citando su obligación “de proporcionar equidad al mercado”.
Hasta ese momento, se operaba un volumen de 26.5 millones de títulos por un valor de 851 millones de pesos, y el Índice de Precios y Cotizaciones se situaba en 40 mil 752 puntos después de una caída de 0.69 por ciento.
Parálisis técnica
A pesar de ser un mercado bursátil de considerable tamaño y supuesta sofisticación, esta es la tercera ocasión en cuatro meses que la BMV tiene que imponer un receso administrativo.
El 19 de julio de este año tuvo una suspensión de más de dos horas debido a un problema técnico con las terminales de operación de la plataforma de transacciones de la BMV. El 3 de octubre también suspendió operaciones debido a dificultades técnicas.
Sin embargo, la BMV no es la única bolsa de valores que se ha visto afectada por problemas técnicos recientemente.
NASDAQ, la bolsa de valores estadounidense especializada en empresas de tecnología, ha tenido que suspender operaciones en tres ocasiones recientes: el 29 de octubre (una hora), el 4 de septiembre (seis minutos), y el 22 de agosto (tres horas).
Estas suspensiones han puesto en evidencia la problemática generada por la cada vez mayor dependencia en los sistemas computacionales para las operaciones de los mercados de valores alrededor del mundo, y han resultado en inversiones significativas para asegurar el funcionamiento de los sistemas que sostienen estas operaciones.
Sin embargo, como el incidente de la BMV demuestra, esto no siempre es suficiente para evitar los problemas.