El gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, defendió su palabra. Luego de que los migrantes centroamericanos abandonaran Guadalajara para dirigirse a Nayarit, acusaron a la administración del mandatario de dejarlos varados a mitad del camino.
El éxodo difundió un comunicado señalando que su estancia en Jalisco fue buena al principio, pero luego el secretario de gobernación les informó que ya no había los alimentos suficientes para que se quedaran en su estado, por lo que les pidió que lo abandonaran.
Agregaron que el gobierno del estado se comprometió a trasladarlos a los límites de Nayarit, sin embargo declararon que el transporte los dejó varados avanzados los primeros 90 kilómetros.
Al respecto, Sandoval compartió en sus redes sociales que la versión que se dio a conocer era inexacta.
“Jalisco brindó su ayuda de forma desinteresada, como en ninguna otra parte del país. El único fin fue, con hechos, mandar un mensaje humanitario y solidario entre hermanos y en contra del discurso de odio y discriminación”, escribió el mandatario.
Mattis vigilará la frontera
Con el próximo arribo de miles de centroamericanos a Estados Unidos, el país norte ha reforzado su acceso sur para evitar que pasen, un acto que será vigilado previamente por el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis.
El funcionario asistirá hoy a la frontera con México para verificar que sí se están realizando las acciones que el presidente Donald Trump ordenó, como el despliegue de miles de soldados y policías.
Mattis se desplazará a Texas, uno de los tres estados junto a Arizona y California, donde se encuentran los cerca de cinco mil 600 militares que participan en la operación de apoyo al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el Péntágono, en Texas hay dos mil 800 soldados desplegados, mientras que en Arizona y California hay mil 500 y mil 300 respectivamente.
Durante su viaje, que durará a penas un día, el funcionario norteamericano se reunirá con algunos de los soldados desplegados en la localidad texana de McAllen, antes de trasladarse a Wyoming para participar en una ceremonia en la Base Aérea de Francis E. Warren.