Se ‘empachan’ de bono sindical

Los líderes del sindicato de burócratas de San Pedro se empacharon con un millonario y discrecional bono que fue avalado por la administración municipal que encabezó el exalcalde Mauricio Fernández.

La cúpula que controla el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de San Pedro fue la que sacó mayor tajada del bono de reconocimiento de beneficios pensionarios entregado el año pasado por el Municipio.

La mitad de los 20 millones de pesos que la administración sampetrina entregó al personal que optó por cambiar de esquema de jubilación, terminó en manos de empleados que no trabajan porque están comisionados al sindicato municipal.

Pero esa no fue la irregularidad más grave.

Los dirigentes sindicales se autorecetaron un estímulo económico de casi 6 millones de pesos, esto adicional a la compensación que obtuvieron por cambiarse del esquema de jubilación en la administración municipal.

Este apoyo fue repartido de manera discrecional entre la dirigencia del sindicato sampetrino, que encabeza desde hace 25 años el priista Rafael Reyes Montemayor.

Fue precisamente el líder sindical sampetrino el mayor beneficiado.

Reyes Montemayor se asignó un bono total por 3 millones 673 mil pesos, gracias a que él consideró que ha tenido un “buen desempeño” como dirigente sindical en San Pedro.

Por sus 41 años de servicio, de los cuales más de la mitad los ha cumplido como dirigente sindical, Reyes Montemayor tenía derecho a una compensación de 2 millones 97 mil pesos.

Eso era lo que marcaba la fórmula autorizada para calcular este bono, que sería equivalente a 24 días de su salario nominal vigente, por cada año de servicio.

Pero el líder sindical hizo incrementar su bono un 75 por ciento, recurriendo a una facultad excepcional que le otorgó el Municipio para proponerse como un empleado con un “buen desempeño”, digno de esta compensación adicional. 

Reyes Montemayor es además de líder de los burócratas de San Pedro, secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios de Nuevo León.

Casualmente la misma buena suerte que le tocó a Reyes Montemayor la tuvo Juan Cantú Lozano, quien se desempeña como secretario de conflictos del sindicato, quien logró aumentar su bono pensionario hasta 1 millón 718 mil pesos.

A Cantú Lozano le correspondían 983 mil pesos, según la fórmula que se acordó con el Municipio de San Pedro, que consideraba los años de antigüedad y su sueldo nominal al momento de la firma.

Sin embargo, Cantú Lozano, al igual que Reyes Montemayor, se aplicó un aumento del 75 por ciento considerando haber tenido “un buen desempeño laboral”.

El bono de reconocimiento de beneficios pensionarios fue autorizado en sesión de Cabildo el 14 de febrero de 2012, como un estímulo para que el personal con el régimen de jubilación anterior a 1993, se trasladara al nuevo, vigente desde 1994.

El 30 de mayo de 2012, el Ayuntamiento de San Pedro firmó un convenio con el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio de San Pedro, donde se establecían las condiciones para el cambio de esquema de jubilación del personal de la administración municipal.

En ese contrato el Municipio de San Pedro, encabezado por el entonces alcalde Mauricio Fernández, aceptó que este bono podría ser incrementando hasta un 75 por ciento.

Sólo se requería que el aspirante a recibir este estímulo extra fuera propuesto por el sindicato y aprobado por un comité técnico bipartita, de apoyo para el cambio de esquema de jubilaciones y pensiones.

Casualmente los únicos trabajadores beneficiados con el incremento del 75 por ciento adicional a su bono fueron 16 empleados que no trabajan en el Municipio de San Pedro porque están comisionados al sindicato.

Entre los beneficiados también está Martín Reyes Montemayor, hermano del líder de los burócratas sampetrino y comisionado en el sindicato, quien recibió una compensación total de 397 mil pesos incluyendo el apoyo adicional del 75 por ciento.

El Municipio de San Pedro tuvo que contratar una deuda de 100 millones de pesos para poder pagar este bono sindical, que sólo fue aceptado por 83 de los 446 empleados sindicalizados que estaban en la situación de cambiar su régimen de pensión.

En la revisión de la Cuenta Pública de San Pedro del año pasado, la Auditoría Superior del Estado cuestionó que la entrega de este incentivo adicional del 75 por ciento al bono de pensiones se haya realizado de manera subjetiva y discrecional.

La ASE recomendó dos cosas: iniciar un fincamiento de responsabilidad administrativa por esta irregularidad y establecer mecanismos para una evaluación objetiva en la entregada de este estímulo extra.