Se rebelan contra minera
Habitantes de Ixtacamaxtitlán se enfrentan con la empresa Almaden Minerals Ltd., para impedir que en los próximos 14 años opere lo que sería la mina a cielo abierto más grande de México y que, consideran, atentaría contra la vida y el medio ambiente
J. Jesús LemusUn nuevo conflicto social por la propiedad del suelo está en puerta en la sierra norte de Puebla, en donde los pobladores pretenden evitar que más de 56 mil hectáreas sean devastadas por una minera canadiense.
Los residentes de Ixtacamaxtitlán se enfrentan con la empresa Almaden Minerals Ltd., para impedir que en los próximos 14 años opere allí la que sería la mina a cielo abierto más grande de México.
Luego de considerar que el proyecto denominado “Tuligtic” atenta contra la vida y el medio ambiente, los habitantes de Ixtacamaxtitlán han bloqueado los accesos a la superficie concesionada a la canadiense, a fin de impedir las operaciones de inicio de excavaciones que están programadas para el 2018.
El terreno en disputa, otorgado en concesión federal a favor de la minera canadiense, se extiende sobre las comunidades de Santa María Sotoltepec y Zacatepec dentro del municipio de Ixtacamaxtitlán.
Desde hace 10 años, Almaden Minerals Ltd., a través de sus subsidiarias Minera Gorrión, Minera Gavilán, Minera Zapata y Windstorm Resources Inc., ofertó puestos de trabajo para al menos 430 personas, pero a la fecha solo son 36 las personas empleadas, principalmente en labores de seguridad.
Para el proyecto minero en la zona de Ixtacamaxtitlán, la empresa Almaden Minerals Ltd. ha proyectado una inversión de más de 600 millones de dólares, de los que ya se ha aplicado la totalidad a las labores de exploración, por lo que la explotación de la mina –que tendrá una inversión de 496 millones de dólares- se tiene contemplada para principios del año entrante.
La minera cuenta con el respaldo de los tres órdenes de gobierno, de donde ha obtenido todos los permisos formales, pues ha garantizado ingresos por concepto de impuestos, en los 14 años que dure la primera fase de operación de la mina.
Para el municipio, la empresa canadiense ha asegurado 54 millones de dólares, 98 millones de dólares para el estado y 282 millones de dólares para la federación.
Explotación y utilidades
Para su proyecto, la minera pretende a partir del 2018…
Resistencia, ante la depredación
De acuerdo a la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida Atcolhua, a la fecha no se tiene conocimiento de que exista un plan de regalías para los vecinos afectados, ni tampoco de un proyecto formal para resarcir los daños que ocasione al medio ambiente la operación de la mina a cielo abierto.
Por esa razón, los vecinos han tomado la decisión de bloquear todos los accesos a los terrenos en donde ya se realizan las primeras pruebas de extracción de minerales. Los actos de resistencia han sido desarticulados a la fuerza por grupos de hombres armados, presumiblemente miembros del crimen organizado.
El caso más reciente de violencia ocurrió el pasado 1 de mayo, cuando un comando armado lanzó amenazas de muerte contra los comuneros, a fin de garantizar el ingreso a los predios a un grupo de geólogos y trabajadores de exploración.
Vida sana en riesgo
De acuerdo al informe “Minera Canadiense en Puebla y su impacto en los Derechos Humanos”, elaborado por las organizaciones Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida Atcolhua, Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario y Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación, se establece que la mina a cielo abierto que pretende Almaden Minerals Ltd., violentará gravemente los derechos de la población.
También se revela que desde el proceso de exploración, la canadiense y sus subsidiarias se han visto involucradas en serias afectaciones al medio ambiente, y que su actuación ha causado efectos negativos en el derecho de las personas a la propiedad y a una vida sana, además de que a la minera se le atribuye la intención de la privatización del agua y la energía a su disposición como parte básica de suministros para su operación.
La dimensión expansiva que se le atribuye a la minera Almaden Minerals Ltd. se finca en el hecho de que esta transnacional es propietaria del 72 por ciento de las 448 concesiones mineras vigentes a la fecha en el estado de Puebla.
Empresa miente
El movimiento de protesta que se alza contra Almaden Minerals en Ixtacamaxtitlán denunció que la empresa ha informado a sus inversionistas que en la zona que pretende establecerse es deshabitada y que el uso del suelo es nulo.
Pero en realidad las 56 mil hectáreas de suelo que pretende explotar para la extracción de oro, plata y cobre, son habitadas por más de 86 mil personas de al menos 12 localidades rurales que subsisten a través del pastoreo de ganado y de la agricultura de granos básicos, principalmente maíz y sorgo.
También la minera ha omitido informar a sus accionistas, según la denuncia de los manifestantes, que existe un juicio de nulidad para el uso del suelo con fines extractivos, y que la comunidad ha gestionado ante las instancias federales la cancelación del proyecto, por considerarlo altamente contaminante.
Los vecinos de Ixtacamaxtitlán temen que el proyecto minero de “Tuligtic” se lleve a cabo bajo las formas en que se ejecutaron los proyectos mineros de “Caballo Blanco” en el municipio de Alto Lucero, en Veracruz, y “White River” en Canadá, que también fueron realizados por Almaden Minerals Ltd., y que tras resultar de alto impacto ambiental finalmente fueron cancelados.
Un grupo representante de esta comunidad viajó hasta Canadá para manifestar su inconformidad contra Almaden Minerals ante el Parlamento de ese país.