Se va por la libre

Gabriel Arellano Espinosa, aspirante a gobernador de Aguascalientes por la vía independiente tiene muy claro cuál es el camino para recuperar la confianza de la ciudadanía en sus gobernantes.

Y es que la pasada elección en el estado hubo una participación de apenas el 36 por ciento. El nivel más bajo en más de 20 años.

“A raíz de la baja votación, quienes hoy nos representan en el Congreso de la Unión cuentan realmente con el apoyo de 11 o 12 de cada 100 ciudadanos de Aguascalientes, por lo tanto hay una total falta de representatividad”, indica.

Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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El candidato señala que la gente ya no vota porque los políticos al llegar al poder se olvidan del compromiso
"Yo quiero ver que el Consejo Estatal Electoral vaya a verificar mis firmas y la de otros candidatos independientes (...), porque al final de cuentas es para todos los candidatos que lo quieran hacer”
Gabriel Arellanocandidato independiente
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Gabriel Arellano Espinosa, aspirante a gobernador de Aguascalientes por la vía independiente tiene muy claro cuál es el camino para recuperar la confianza de la ciudadanía en sus gobernantes.

Y es que la pasada elección en el estado hubo una participación de apenas el 36 por ciento. El nivel más bajo en más de 20 años.

“A raíz de la baja votación, quienes hoy nos representan en el Congreso de la Unión cuentan realmente con el apoyo de 11 o 12 de cada 100 ciudadanos de Aguascalientes, por lo tanto hay una total falta de representatividad”, indica.

El aspirante a gobernador remarca que en México se está acostumbrado a que la democracia se ejerce el día de la elección.

“En Aguascalientes la propuesta es diferente. Debemos de tener una democracia participativa”, detalla.

Arellano Espinosa viene del sector empresarial. El Ingeniero Agrónomo ha sido presidente de diversos organismos ganaderos. Fue presidente de Canacintra y vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial en Aguascalientes.

En el 2006, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Aguascalientes buscó a personajes de la sociedad civil para que pudieran aspirar a cargos de elección popular sus abanderados, ahí fue cuando se acercaron a Arellano Espinosa.

“En un principio decía yo ‘¿para qué pertenecer y trabajar para un partido?’. Pero en fin, me invitaron y me convencieron y con mucho gusto lo acepté”, recuerda el contendiente.

Participó en 2007 como candidato a la presidencia municipal de la capital del estado, y obtuvo el triunfo de la mano del PRI. En el 2009 quiso buscar la candidatura tricolor para contender por la gubernatura del estado, sin embargo, ésta recayó en manos del actual gobernador Carlos Lozano de la Torre. Terminó su periodo como presidente municipal y después llegó al Congreso del Estado y se convirtió en el coordinador de los diputados priistas.

El destape

En septiembre, Gabriel Arellano Espinosa celebró su cumpleaños, ahí estuvo el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, el primer candidato independiente en ganar una gubernatura en el país. Ese día, “El Bronco”, destapó a Arellano Espinosa como candidato independiente a gobernador de Aguascalientes.

“La gente me conoce. Mi familia tiene más de 200 años en Aguascalientes. Siempre nos hemos dedicado a ser gente de trabajo, por lo tanto el que me estima sabe quién soy, y el que no me estima también sabe quién soy, y por lo tanto de lo que soy capaz de hacer”, afirma Arellano.

Inequidad electoral

En 2014 se avaló la reforma político electoral en donde se dieron a conocer los requisitos para las candidaturas independientes y se estableció que los aspirantes por el cargo de presidente de la República deberán contar con el 1 por ciento de las firmas de la lista nominal de electores y 2 por ciento para otros cargos de elección popular.

Sin embargo, en algunas legislaciones estatales, como Aguascalientes, los requisitos son más altos y poco claros.

“En el único estado del país donde no entendieron nuestros legisladores el espíritu de la ley fue en el estado de Aguascalientes”, afirma Gabriel Arellano Espinosa.

En marzo de 2015 fue modificada la legislación electoral en ese estado, y el mínimo de apoyo ciudadano para una candidatura ciudadana es del 5 por ciento en firmas del padrón nominal. En un estado con cerca de 900 mil ciudadanos con opción a votar, se requerirían alrededor de 45 mil firmas.

“No me parece que sea mucho, el problema es que lo piden de al menos el 50 por ciento de los seccionales. En el estado hay 602 seccionales, quiere decir, de al menos 301. Pero además con un mínimo del 3 por ciento en cada uno de esos seccionales.

“Nosotros vamos a presentar ante la autoridad un estudio matemático donde bajo ese esquema, no da el 5 por ciento, llega a dar en unos casos el 7.4 hasta el 7.8 por ciento de tener que recabar firmas de ciudadanos para el apoyo”, explica el candidato independiente.

A los partidos políticos el mínimo requerido es del 3 por ciento del apoyo y tiene un año para recaudarlo. A un ciudadano le piden el 5 por ciento a recaudarlo en 39 días. Además la ley le da al Consejo Estatal Electoral 48 horas para verificar las firmas que se entreguen.

“Se sale totalmente del equilibrio, de la igualdad que debe de haber entre un ciudadano y un partido político. Yo quiero ver que el Consejo Estatal Electoral vaya a verificar mis firmas y la de otros candidatos independientes que quieran participar, porque al final de cuentas es para todos los candidatos que lo quieran hacer”, señala.

La desilusión partidista

El 30 de septiembre de 2015, Gabriel Arellano Espinosa renunció a su militancia priista. El 15 de diciembre presentó un escrito ante el Instituto Electoral de Aguascalientes, en el que expresó su intención de obtener el registro como candidato independiente a gobernador en el proceso electoral de este año.

“Los partidos realmente no permiten la participación ciudadana. Ellos ya tienen sus cotos, sus grupos de poder. Se comprometen con el ciudadano común con tal de que participen con su voto, pero la realidad es que al llegar al poder se olvidan del compromiso. La gente ya vio que es lo mismo elección tras elección, por lo que han optado por retirarse y no participar”, indica.

El tránsito

legislativoEn caso de llegar a la gubernatura, Gabriel Arellano Espinosa tendrá que enfrentarse a un congreso dividido, sin una bancada que lo respalde en sus propuestas o modificaciones de ley. Ante esto, el aspirante a la gubernatura buscará un consenso ciudadano que le permita presionar a los legisladores locales.

“Antes de entregar una iniciativa la tendré que llevar a que cada uno de los ciudadanos en los 18 distritos electorales la avalen. Si no la avalan no la presento, pero si la avalan la voy a presentar con la firma de los ciudadanos de cada distrito. Entonces yo quiero ver al diputado valiente, del partido que sea, que vaya en contra de lo que sus representados decidieron”, detalla.

Arellano Espinoza se muestra optimista sobre el triunfo de los candidatos ciudadanos en el Estado.

“En Aguascalientes va a haber una mayor participación, van a ganar los independientes, no solamente el candidato a gobernador, sino candidatos a diputados y a presidentes municipales, y dependerá del trabajo gubernamental que hagan los triunfadores para pensar en años futuros, porque no le vas a poder dar a la ciudadanía cada 3 años o cada 6 años atole con el dedo, como hacen los grupos partidista”, dice.

Está convencido de que el avance de los gobiernos emanados de ciudadanos y candidatos independientes será la válvula de escape que impulse la participación ciudadana, y que incluso coadyuvará al replanteamiento de los principios de los partidos políticos.

“No con esto quiero decir, ni siquiera pretendo, que desaparecieran los partidos, pero lo que sí vamos a lograr es que la participación partidista en las siguientes elecciones se tenga que volver a los principios de cada partido, a las plataformas políticas y electorales reales de cada partido”.

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