Sector a media luz
El principal compromiso del nuevo gobierno fue acabar con la corrupción en el país, sin embargo, en el sector energético, la entrega de licitaciones de manera poco transparente y los escándalos por posibles conflictos de interés entre funcionarios del gobierno y particulares siguen siendo el común denominador en México
Salvador VegaLa promesa de transparencia y el final de la corrupción que el gobierno de la Cuarta Transformación ha mantenido de forma reiterativa en su discurso está tardando en aterrizar en el sector energético.
En el afán de garantizar la cobertura de los servicios durante su sexenio, Andrés Manuel López Obrador está tomado decisiones que dan pie a controversias; no sólo por la viabilidad de los proyectos productivos, sino por la posibilidad de conflictos de interés incubados en sus iniciativas.
Esta semana, las discusiones de estos temas se reactivaron cuando el senador de Morena y presidente de la comisión de Energía de la Cámara alta, Armando Guadiana Tijerina, publicó los resultados de una reunión sostenida con el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, en donde se anunciaba la compra de 360 mil toneladas de carbón en la región de Coahuila.
El anuncio detonó una señal de alerta, pues el legislador es, desde hace 30 años, uno de los principales empresarios mineros de la región del norte.
Tras la publicación, las dudas comenzaron a inundar las redes sociales y generaron especial presión sobre el titular de la CFE, Manuel Bartlett, quien desmintió la reunión sostenida con Guadiana Tijerina
“Ante las solicitudes de información luego del boletín que emitió la oficina del senador Guadiana, les comunico que no sostuve ninguna reunión con el también presidente de la Comisión de Energía”.
Por su parte, la empresa productiva del Estado también aceleró la publicación de un desmentido sobre la reunión y, por ende, la requisición de las 360 toneladas de carbón para Coahuila.
“La reunión no tuvo lugar y la fotografía que circula no corresponde al miércoles 20 de marzo. En cuanto a las declaraciones del senador respecto de la compra de carbón, CFE se deslinda de dichas afirmaciones”, expresó la CFE.
Yerro en la defensa
Al día siguiente de lo ocurrido, en el Senado de la República, la postura de Guadiana se volvió defensiva en torno al tema, y retó a los detractores a “probarle” con evidencia cualquier conflicto de interés.
“Si alguien tiene alguna documentación, que no lo saque en los medios… o que lo saquen también, pero que hagan la denuncia también ante la Fiscalía General”, expresó el morenista, quien calificó las reacciones generadas por su publicación como “ataques exagerados” en su contra.
A su consideración, el error en el comunicado estuvo en compartir una imagen de archivo y asumir que los acuerdos platicados en reuniones privadas en días anteriores podían compartirse abiertamente, aceptando de esta forma dos cosas: que se sostuvieron pláticas previas referentes a la adquisición de carbón y el error de comunicación entre el senador, el titular de la CFE y el delegado de Colima.
“Ese carbón lo estamos solicitando desde el día 8 de diciembre para los pequeños productores, porque están a punto de muerte económica, así como lo oyen (…) Parece que quedaron (los acuerdos para la adquisición de carbón) ‘planchados’ ayer, que anduvimos el Delegado Federal de Coahuila y un servidor, gestionando el tema. Pero no para asuntos personales. Yo no me dedico al tráfico de influencias ni personales ni de amigos. Trabajamos en beneficio de la ciudadanía”, defendió Guadiana Tijerina.
Señalamientos que, ante los cuestionamientos o solicitudes de información, tienen como común denominador una defensa enérgica que contrapone las observaciones y las descalifica, enviando a las dudas razonables, con todo y las personas que las mantienen, al apartado de los “detractores”.
Un fenómeno que más allá de abonar a la transparencia y a la resolución de controversias de esta naturaleza, mantienen a los funcionarios públicos en la comodidad de una posición en donde no brindan elementos de prueba por su cuenta, pero exigen que se tome su palabra como verdad absoluta.
La opacidad como eje
Para el senador y secretario de la comisión de Energía, Julen Rementería del Puerto, afirmar que existe opacidad en el sector energético del país no resulta exagerado. Pero las pruebas de esta percepción, a su consideración, no sólo se encuentran en las irregularidades en las licitaciones o contratos de producción, sino en el manejo de la política económica del Ejecutivo en torno a las empresas productivas del estado (Pemex y CFE, principalmente) de este año.
“Sí, definitivamente sí (hay opacidad). Pero además te diría que no solamente hay una falta de transparencia, sino una conducción equivocada. Es una política en materia económica, específicamente en el sector, que no procura el crecimiento y no garantiza a futuro el suministro de energía suficiente. Pero además, que genera desconfianza en el sector energético, en México y el mundo”.
“Bajan las calificaciones crediticias y con ello se le complica el escenario a Pemex y CFE por todo lo que sabemos: los vicios y la historia de corrupción […] En conclusión me parece que en torno a la energía hay sin duda una gran opacidad y una muy mala conducción de la política pública”.
Sobre la controversia en torno al senador Guadiana –que impactó de forma indirecta a los integrantes de la comisión–, el panista dijo que hay que tener la suficiente transparencia.
“Yo puedo decir ‘le creo a Armando Guadiana’, pero no es que yo le crea porque lo conozca o lo tenga cerca. Eso no cambiará la percepción en el sector, eso no cambia la percepción de la gente que dice ‘qué casualidad’ que el presidente de la comisión de Energía del Senado de la República es al que se le está señalando como dueño de minas y que de repente podría tener contratos con CFE que va a comprar 400 mil toneladas de carbón.
“En política y en función pública hay un dicho que dice: ‘lo que parece, es’. Entonces no con viene solamente desmarcarse, sino en términos reales que se pueda comprobar que no hay vínculos y no hay intereses”.
Las ternas CRE
El pasado jueves 21 de marzo, el Senado de la República rechazó las ternas impulsadas por el presidente Andrés Manuel López obrador con los candidatos para integrarse a la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Respecto a esto, Rementería del Puerto explicó que las ternas del Ejecutivo se trataron más de un asunto político que de una discusión sobre las capacidades de las figuras que fungirán en la CRE, pues de acuerdo con su percepción, los aspirantes no cumplían “y siguen sin cumplir” con los requerimientos constitucionales para dichos cargos
“Algunos compañeros de Morena dicen que sí, que son expertos. Pero la verdad es que los documentos que muestran como parte de su currícula, pues no los acreditan.
Como las escaleras
Al igual que en el Senado de la República, la respuesta del jefe del Ejecutivo ante los señalamientos de irregularidades en las licitaciones del sector energético fueron la negación de presuntos conflictos de interés y de arreglos “en lo oscurito”.
A través de un informe, el presidente detalló que la CFE solicitó a cuatro empresas la operación de los gasoductos del país, contratos que calificó como “leoninos” por la injusticia que representan los elevados costos de operación.
“Fue desastroso lo que hicieron en los contratos para la construcción de los gasoductos, son contratos leoninos. Se tiene que pagar por esos gasoductos hasta ocho veces más lo contratado. Y no sólo es la construcción, sino el sistema de financiamiento totalmente desproporcionado (…) Si por alguna razón se detiene la construcción, la CFE tiene que pagar multas a la empresa”, indicó.
En este contexto, el titular de la CFE, Manuel Bartlett, hizo público el informe en que se refiere que la tasa de rentabilidad de los gasoductos licitados después de la Reforma Energética del 2013 fue de 15.5 por ciento, mientras que los contratistas extranjeros que otorgaron los servicios registraron una rentabilidad de alrededor del 12 por ciento.
Esta cifra, en consideración de Bartlett, fue incluso menor a la que tenían antes de la reforma del sexenio de Enrique Peña Nieto, pero en comparación con la tasa de rentabilidad del Sistema Nacional de Transporte de Gas Natural (Sistrangas), la tasa de rendimiento que obtienen hasta la fecha las empresas prestadoras del servicio para la CFE es 5.4 por ciento superior a la del resto de operarios del país.
“Sí queremos apoyar a empresas mexicanas, pero no empresas corruptas o ineficientes porque la patria es primero. Lo que nos interesa es rescatar a Pemex. Lo que nos importa es que el pueblo no pague caro por las gasolinas. Eso es lo que nos importa. No vamos a estar manteniendo empresas ineficientes”, comentó el presidente de la nación.
¿Potencial verde?
Uno de los grandes rezagos que se mantienen en el sector es el estímulo hacia los productores de energías alternativas del país.
El 1 de diciembre de 2018, en su toma de protesta en la plancha del Zócalo capitalino, Andrés Manuel expuso 100 puntos sobre los cuales se iban a concentrar las acciones del gobierno.
Entre ellos destacaron los compromisos 72 y 73, en donde el mandatario prometió que se iban a modernizar las plantas de la CFE, dándole especial atención a las hidroeléctricas para la producción de energías limpias y de menor costo, así como el estímulo especial al desarrollo de fuentes de energía renovable, como la eólica, solar, geotérmica y mareomotriz.
Sin embargo, gran parte de la parálisis que tiene este sector es debido a la política de cancelación de las subastas de contratos para la generación de energía renovable, dispuestos así por la Secretaría de Energía.
En el marco de la inauguración de la octava edición de la Expo Wind Power en nuestro país, el pasado 20 de marzo, la secretaria Rocío Nahle aseguró que los inversionistas que ostentan contratos vigentes con el gobierno serán respetados, pero reiteró que las cancelaciones de subastas continuarán como política de gobierno hasta que se recupere el “desbalance” energético que se produjo con la llegada de la nueva administración.
“Antes de abrir el mercado en una forma irresponsable, queremos que estas tres subastas –que han sido asignadas ya sea en energías renovables, eólicas, solares o ciclos combinados– se instalen para dar la capacidad de las (subastas) que fueron propuestas”, afirmó.
“Si no salen la nuevas subastas, pues no va a haber la inversión para la generación de fuentes de energía limpia. Casi el 90 por ciento de los proyectos de generación de energía que se hacen en estas subastas tienen que ver con la generación de energías limpias. Pero si cancelamos las subastas, estamos cancelando en buena medida la generación de energía sustentable, amigable con el medio ambiente”, dice el senador panista.