Segunda ola de contagios enciende alertas
El rebrote de contagios de coronavirus en diversos países del mundo ha puesto en jaque a los gobiernos y a las autoridades de salud, lo que demuestra que las medidas de seguridad no solo se deben conservar, también hay que reforzarlas, pues al menos en México, se acerca la temporada más peligrosa para las enfermedades respiratorias, el invierno
Ernesto SantillánEl mundo se encuentra al borde de la parálisis una vez más. Y mientras el 2020 se acerca a su fin, no se ve para cuándo la pandemia por COVID-19 concluya. Después de varios meses de tranquilidad para algunos países como España o Italia, hoy se encuentran nuevamente ante la encrucijada de cómo retomar las medidas de seguridad para evitar el aumento de contagios y muertes, y al mismo tiempo, no darle una estocada final a una economía por demás debilitada.
“Estamos en un momento en el que se juntan varios factores en distintos puntos geográficos del planeta que están contribuyendo al repunte de casos de COVID-19 que estamos viviendo a nivel mundial.
“Evidentemente en Europa desde que regresaron a la normalidad y comenzaron a haber reuniones y salidas nuevamente, las medidas de prevención se dejaron de lado y eso provocó este rebrote de casos”, explica en entrevista José Antonio Duarte, Químico Fármaco Biólogo, maestro en bioética y gerente Clínico y de Consultoría de Becton Dickinson.
Ante esta realidad que enfrenta el viejo continente y que parece un dèjá vu para México, el experto asegura que estamos ante una segunda oportunidad de aprender de lo que está pasando en otros países y comenzar a tomar las medidas necesarias.
Actualmente, el panorama en la nación del águila y la serpiente no es precisamente favorecedor. En Nuevo León, por ejemplo, el secretario de Salud aseguró que se encuentran en crisis, pues han alcanzado más de 33 muertes en un periodo de 24 horas y la cifra de contagios se ha elevado por sobre los 78 mil 389 casos.
En Chihuahua, las autoridades locales tomaron la decisión de regresar a semáforo rojo.
El 22 de octubre, día en que en la entidad gobernada por Javier Corral se tomó la determinación, se registró el pico más alto de la pandemia de coronavirus al contabilizarse 708 contagios y 40 defunciones.
Durango enfrenta la misma situación, pues actualmente cuenta con 12 mil 672 casos, un aumento de 352 y 745 muertes.
José Rosas Aispuro, gobernador del estado, explicó que el incremento de casos y contagios se debe a un gran aumento en la movilidad y determinó nuevas medidas más estrictas.
“En Durango, producto de la movilidad excesiva y la gran cantidad de eventos sociales, hemos llegado a una ocupación hospitalaria al borde de su capacidad”, dijo, por lo que el Consejo de Seguridad en Salud acordó llevar a cabo nuevas medidas.
Entre ellas se incrementarán las acciones de sanitización en todas las unidades de transporte público y la ocupación no debe exceder el 50 por ciento. El uso de cubrebocas es obligatorio para todos.
La venta de bebidas alcohólicas será hasta las 9:00 pm de lunes a sábado. Restaurantes y bares con venta de alimentos, deberán cerrar el servicio todos los días a las 10:00 pm.
Antros, cantinas y salones de fiesta, tendrán que cerrar. No se permitirá la realización de carreras de caballos, charreadas, u otros eventos sociales. En el Registro Civil se pospone la celebración de matrimonios en las siguientes dos semanas.
Se cerrarán los espacios recreativos como: Museos, Paseo del Viejo Oeste, Teleférico, Paseo el Pueblito y otros sitios, hasta en tanto no disminuya la velocidad del contagio. En el caso de los panteones, se mantendrán cerrados para visitas con motivo del Día de Muertos, entre otras.
Temporada de riesgo en contagios
El cambio de clima en gran parte del continente americano se suma como uno de los grandes retos a enfrentar para las autoridades de salud en este contexto de la pandemia de coronavirus.
“Viene el frío y esto no solo hace más vulnerables a las personas ante un contagio, también trae consigo otras enfermedades de carácter infeccioso respiratorio.
“Ya tenemos los primeros casos de influenza en el país, comienza a aumentar el número de neumonías o gripas, por lo que la estrategia de reforzar las medidas preventivas como la sana distancia y el uso de cubrebocas y desinfectante resultará fundamental”, asegura el químico fármaco biólogo, José Antonio Duarte.
Sin embargo, recalca que no se puede dejar de lado la aplicación de las pruebas diagnóstico, especialmente en los meses por venir, pues será la única manera de diferenciar entre los pacientes infectados de coronavirus y quienes tengan otro tipo de padecimiento.
“El gran problema aquí es que la sintomatología de estas enfermedades es muy parecida, hay muy pocas o a veces ninguna diferencia si hablamos de COVID-19, influenza A o B, hay también un padecimiento que se presenta en pacientes pediátricos o de la tercera edad que tiene las defensas bajas que es el virus sincitial respiratorio, o incluso el estreptococo A que es una bacteria muy común.
“Encontraras síntomas como fiebre, dolor de cabeza, cuerpo cortado, ardor de garganta, vías respiratorias irritadas, entre otros.
“Entonces lo que hay que hacer para poder garantizar un diagnóstico acertado, es aplicar pruebas rápidas para poder detectar el tipo de virus tal cual y entonces elegir un tratamiento adecuado para cada paciente”.
El problema respecto a esta situación es que en México casi no se han realizado pruebas.
“La pandemia no nos tomó preparados en cuanto a nuestra capacidad para realizar pruebas diagnósticas. Hacer una prueba de PCR implica todo un proceso desde cómo se toma la muestra hasta la forma de transportarla y analizarla y tarda por lo menos tres horas por paciente”, explica el experto.
Sin embargo, asegura que en estos momentos ya existen pruebas rápidas de antígenos, las cuales te permiten diagnosticar al paciente mediante la toma de una muestra nasal y en 15 minutos puedes tener un resultado con una sensibilidad del 85 por ciento y una especificidad del 100 por ciento, lo que significa que son sumamente eficaces.
No obstante, habrá que esperar para determinar la estrategia que seguirá el Gobierno federal y los recursos que destinará al combate y prevención de esta segunda ola de COVID-19 que comienza a formarse en el mundo.