Lo que está pasando en Europa le puede servir de lección a México si está dispuesto a aprender de experiencias ajenas, algo que no sucedió hace 7 meses cuando apenas comenzaba la pandemia de Covid-19.
El también gerente Clínico y de Consultoría de Becton Dickinson, asegura que debemos aprender de esta lección y hacer las cosas diferentes ahora.
“Es fundamental implementar las pruebas y las medidas de distanciamiento social y de salubridad. Además considero se debería seguir una estrategia mucho más estructurada, que alcance a más personas y que permita a su vez, tener mejor información sin tantos retrasos.
“Sabemos que hay mucha incertidumbre sobre los números oficiales de muertes y contagios en el país, entonces con una vigilancia epidemiológica mucho más estricta se podría tener información más rápido, lo que permitiría tomar mejores decisiones en cada una de las entidades”.
Respecto a la estrategia que mantiene el Gobierno federal con el método centinela, opina que debe continuarse, no obstante, se le deben hacer algunas mejoras.
“Es una metodología utilizada en muchos países y considero que debe continuarse. Sin embargo creo que se le deben agregar algunas cosas como un sistema informático que permita juntar y monitorear a los pacientes y darle una trazabilidad lo más cercana al tiempo real de cuántas personas tienes con COVID y cuántas con las otras enfermedades de la temporada”.
Respecto a un cierre de negocios más estricto que podría afectar a miles de personas y a la economía del país, considera es innecesario.
“Hablar de cerrar comercios y la actividad económica podría ser demasiado drástico. Ya no estamos en el mismo momento de cuando llegaron los primeros casos y no se sabía bien todavía cómo reaccionar ante el virus y cómo enfrentarlo.
“En eso hemos avanzado mucho, pero debe ir acompañado de todas las medidas para prevenir un contagio, algo que es crucial para evitar un rebrote”.
Secuelas de la pandemia de COVID-19
Por ahora, los gobiernos alrededor del mundo se enfocan en enfrentar los nuevos retos que diariamente llegan con la pandemia.
Sin embargo, para José Antonio Duarte, Químico Fármaco Biólogo, maestro en bioética y gerente Clínico y de Consultoría de Becton Dickinson, no se deben olvidar de pensar a futuro y cómo enfrentarán las distintas secuelas que deje en la población el virus originario de China.
“Después de todos estos meses de cuarentena hay muchos pacientes con enfermedades crónicodegenerativas que no han sido atendidos y que hoy en día ya están sufriendo descompensaciones”.
Aunado a esto, el Estado debe enfocarse también, dentro del mediano plazo, a reducir todas las enfermedades que provocan que el COVID-19 se complique y que en México miles de personas padecen como el sobrepeso o la diabetes, pues mientras no haya una vacuna, es una de las mejores estrategias para mantener a la gente a salvo.
Reto inesperado
Revertir las consecuencias del excesivo e irresponsable consumo de medicamentos durante el confinamiento será una de las principales problemáticas derivadas de la pandemia en los próximos 10 años, afirma Duarte.
“Estos siete meses se han utilizado antibióticos de una manera indiscriminada como hace mucho tiempo no sucedía.
“En parte porque al principio los médicos no sabían cómo el virus iba a reaccionar, y por otro lado porque muchas personas por el miedo se empezaron a automedicar en un intento por evitar contagiarse.
“Esto genera que las bacterias se vuelvan mucho más resistentes y hoy hay bacterias sumamente patógenas que se han vuelto más fuertes ante ciertos antibióticos populares y ya no van a ser efectivos”, explica.
Ante esta realidad, asevera que en un futuro cercano se tendrán que usar combinaciones de antibióticos o desarrollar otros tipos más fuertes.
“Hay estudios que señalan que para el 2050 uno de los principales problemas que enfrentará la humanidad es la resistencia antimicrobiana, incluso podría convertirse en la primera causa de muerte. De hecho, por la pandemia de coronavirus, hay expertos y análisis que dicen que este fenómeno se podría adelantar 20 años”.