El segundo aire de la Zona Rosa
El Gobierno capitalino busca recuperar y devolver su esplendor a una de las zonas más icónicas de la Ciudad, la Zona Rosa, la cual fue una de las más afectadas tras el sismo del pasado 19 de septiembre
Erick Miranda[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”1_05u3sybp” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] La Zona Rosa está lista para brillar de nuevo. A casi un año del sismo del 19 de septiembre que cimbró a la Ciudad de México, la histórica colonia está preparada para recuperar ese esplendor cultural y económico que la caracterizó y que incluso la convirtió en el símbolo de la diversidad sexual.
Tras el terremoto del año pasado –ocurrido exactamente 32 años después del que devastó en 1985 a la capital dejando en ese entonces a miles de personas sin vida– decenas de negocios como hoteles, restaurantes, bares, tiendas y estéticas vieron cómo su economía caía con la baja afluencia de visitantes.
Aunque algunos establecimientos recientemente abrieron, otros tuvieron que bajar las cortinas por la baja presencia de clientes y están aquellos que a duras penas sobreviven en la zona que alguna vez fue de las más bohemias y eclécticas de la ciudad.
El pasado 9 de agosto, el Gobierno de la Ciudad de México anunció un proyecto de reactivación económica, social y turística para impulsar a los empresarios afectados. Entre los objetivos se encuentran el mejoramiento de la movilidad, la imagen urbana, la seguridad y la difusión cultural.
Los vecinos esperan que el proyecto cumpla su propósito y pueda mejorar la economía, sin embargo no conocen todos los detalles de la reactivación, que busca ser integral.
“Nosotros estuvimos cerrados desde septiembre y apenas logramos abrir hasta el pasado miércoles. Imagínate cuánto no se perdió en esos meses. Yo hasta pensaba que ni se iba a volver a reabrir esto”, relata la empleada de un bar ubicado a menos de 50 metros del predio Génova 33, donde un edificio fue demolido por los daños del sismo del 19S.
Pero el temblor no sólo afectó la economía de la Zona Rosa, también mató temporalmente el proyecto de rehabilitación que ya estaba en marcha en la colonia, el cual inició en enero del 2017 y estaba planeado para terminar en un plazo de 9 meses.
“Las obras de rehabilitación ya nos afectaban cuando vino lo del sismo y terminó por darnos en la torre, sin embargo, sólo queda esperar a que las autoridades se pongan las pilas para terminar ambos procesos y que nosotros podamos volver a la normalidad, ya que mucha gente sí ha dejado de acudir”, agrega la locataria.
Por su parte, Jesús Iván del Moral, encargado del bar Cueva de Lobos, localizado en la calle de Génova, asegura que tras el remozamiento de la Zona Rosa y el 19 de septiembre hubo meses muy difíciles debido a que muchas personas se quedaron sin empleo y a que sus familias comenzaron a resentir los estragos.
“En tirar el edificio se tardaron como unos tres meses, fue más o menos rápido, pero si fue algo muy difícil, porque lo que nos ayuda a nosotros son las propinas, ya que de ahí ganamos y en eso sí nos pego mucho… De un cien por ciento (de clientes) llegaban como un 30 o 40 por ciento”, recuerda.
“En 2017 tiraron todas las calles y se tardaron muchos meses. Luego de que todo había medio quedado pasó lo del sismo, pero pues ya ahorita está mucho mejor que antes, está más tranquilo y le da más vista. Antes de que cambiaran las calles no se veía mal, pero todo el cambio sí le hizo un bien”, apunta.
Aunque desde el pasado mes de septiembre varios inmuebles en los alrededores permanecen cercados por las afectaciones del sismo, eso no impide que tanto asistentes como propietarios de comercios aledaños mantengan sus vehículos estacionados frente a las construcciones dañadas y con riesgo de colapso.
Además, otro de los problemas que los vecinos señalan en el área es la inseguridad, la cual se ha incrementado pese a la presencia policiaca, así como las obras inconclusas del proyecto de rehabilitación por los pendientes que aún existen.
Javier Zavala, empleado desde hace cuatro años en un establecimiento dedicado a la reparación de calzado, denuncia que en las últimas semanas se han robado múltiples coladeras del drenaje público, además de los registros que cubren los cableados de energía eléctrica y de servicios de telefonía, por lo que el locatario sugiere una mayor y constante vigilancia.
Van por la renovación
El Gobierno capitalino anunció el rescate de la Zona Rosa a través de un plan de acciones para su reactivación económica, social y turística.
Este proyecto se realizará con el presupuesto asignado para este ejercicio fiscal y es el resultado de los trabajos coordinados entre el gobierno capitalino, la demarcación, la sociedad civil, los comerciantes y vecinos de la zona.
El Jefe de Gobierno, José Ramón Amieva Gálvez, anunció que para la homogenización de la imagen urbana se modificarán los lineamientos del ordenamiento de enseres y terrazas, para que los que se coloquen en la vía pública cumplan con la Ley de Establecimientos Mercantiles y la Guía Técnica de Accesibilidad.
La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeco) coordinará las actividades y acciones con autoridades federales que tengan injerencia en la zona, además de que también propondrá y se encargará de la elaboración del Plan Maestro de la Zona Rosa, dijo Amieva.
Rodolfo González, Jefe delegacional en Cuauhtémoc, dijo que este trabajo dio inicio en el 2015 con la pavimentación de las calles, la adecuación de banquetas y la colocación de luminarias para mejorar el entorno urbano.
Según los datos de la Sedeco, en la Zona Rosa existen 2 mil 482 negocios, e los que 2 mil 83 son de bajo impacto, 292 son de impacto vecinal y 107 son de impacto zonal. Las cifras indican que 47 negocios están en proceso de regularización y al menos 45 locales colocan enseres en la vía pública como mesas y sillas.