De creer al fiscal tabasqueño, Fernando Valenzuela, el exgobernador priista, en teoría refugiado en Miami desde que huyó a finales de 2012 dejando a su Estado en bancarrota, podría estar al final de la escapada de su borrachera de dinero y poder.
En entrevista ayer con el programa de MSV Noticias de Carmen Aristegui, el propio Valenzuela aseguró que llamará a declarar la próxima semana a Andrés Granier y a su exsecretario de Finanzas, José Manuel Sainz Pineda, quien habría pedido amparo en Yucatán.
Esto, tras descubrirse el miércoles unos 88 millones 570 mil pesos en cinco cajas de cartón en una oficina en Nacajuca, que está a nombre del hermano de una contadora que colaboraba con el tesorero.
También se incautaron documentos oficiales en uno de los despachos de Sainz Pineda en la capital tabasqueña.
El procurador afirmó que la investigación comenzó hace un mes tras las numerosas denuncias que, desde febrero pasado, alertaban sobre el desvío de fondos públicos durante la administración Granier (2006-2012), sobre todo por parte de su sucesor en el cargo, el perredista Arturo Nuñez, que cifra el desfalco total en más de 23 mil millones de pesos, aparte de las deudas a los proveedores y el dinero desaparecido. “Se documentaban cantidades de dinero que eran enfajilladas y entraban a la Secretaría de Finanzas en cajas de cartón y dice el personal que al día siguiente desaparecían cantidades que oscilaban entre 100 y 150 millones de pesos mensuales”, dijo Valenzuela en el programa.
Además, aseguró que también se llamaría en 15 días a otros funcionarios y que cuenta con el apoyo de la Procuraduría General de la República (PGR).
Hasta el momento, 25 personas han declarado en relación con este caso y algunas habrían implicado de forma directa al extitular de Finanzas.
Tras conocerse las revelaciones, el PRD pidió que se detenga al exgobernador y que se investigue también a Romero Deschamps, el todopoderoso líder del sindicato petrolero, mientras Manlio Fabio Beltrones, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, instó a que se agilicen las investigaciones y que caiga “sea quien sea”.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador aseguró que la billetiza encontrada en Tabasco es apenas un “shishito” del saqueo cometido contra su entrañable Estado. “EPN no protejas a Granier”, escribió en su cuenta de Twitter el líder de MORENA.
Falló la fórmula
Granier, de 65 años y químico de profesión, parecía haber obtenido la fórmula para eludir sus responsabilidades, pese a que los escándalos sobre su gestión no han dejado de salir tras abandonar el poder.
Pero un desafortunado video que vio la luz pública la semana pasada en el noticiero de la estación XETVE de Hermosillo, y cuyo origen se desconoce, parece haber dictado la sentencia final.
En él, se ve al exgobernador, que no sabía que estaba siendo grabado, presumiendo de tener mil camisas de diseñador, 400 pares de zapatos, 400 pantalones y 300 trajes. Hace alarde también de poseer miles de propiedades y casas en Miami, DF, Cancún y Villahermosa, de comprar en las tiendas más lujosas de Rodeo Drive en Los Ángeles y la Quinta Avenida de Nueva York y de su afición por la bebida.
“Me empedo… ¿Por qué me empedo? Porque me siento bien, me siento contento, estoy relajado”, dice.
Al difundirse la grabación, el exgobernador achacó sus declaraciones al estado de embriaguez que le hizo alardear sinsentido.
“Estaba muy pasado de copas. Tengo un problema, un problema serio y estoy tratando mi salud. En dos meses me dan el alta y podré regresar. Estoy fuera del país”, se defendió.
Alegó que su sucesor sabe su paradero, pero que no puede revelarlo porque lo persigue el cártel de los Zetas y por esa razón se vio obligado a huir de Tabasco.
Quizá a Granier se le olvidó el viejo dicho sobre los niños, los borrachos y la verdad.
O es que cierto grado de ingesta alcohólica impide darse cuenta de que, después de los casos de la maestra Elba Esther o de Lady Profeco, algunas cosas están cambiando.
Lady y Mirrey Granier
Que cuando Andrés Granier llegó a la gubernatura de Tabasco, la deuda del Estado fuera de 500 millones de pesos, y a su salida, seis años después, de más de 23 mil, no es entera responsabilidad suya.
Su familia tenía 160 personas a su servicio y gastaba entre 12 y 14 millones de pesos anuales, según informaciones de la prensa.
Su hija, Mariana, tenía depositados 3 mil millones de pesos en cuentas bancarias que le han sido embargadas y su hijo, Fabián, posee numerosas propiedades en Cancún y la Riviera Maya.