Serpientes y Escaleras del GDF
En la recta final del gobierno de Marcelo Ebrard Casaubón, todos hablan, durante la llamada etapa de transición, de los hombres y mujeres que integrarán el gabinete de Miguel Ángel Mancera.
Una vez que se dé a conocer la lista de los “elegidos”, se podrá analizar, a raíz de la trayectoria y ambiciones personales de cada uno de ellos, lo que serán los próximos seis años de gobierno perredista en el Distrito Federal.
Icela LagunasEn la recta final del gobierno de Marcelo Ebrard Casaubón, todos hablan, durante la llamada etapa de transición, de los hombres y mujeres que integrarán el gabinete de Miguel Ángel Mancera.
Una vez que se dé a conocer la lista de los “elegidos”, se podrá analizar, a raíz de la trayectoria y ambiciones personales de cada uno de ellos, lo que serán los próximos seis años de gobierno perredista en el Distrito Federal.
Y es que a lo largo de los seis años que dura la encomienda al frente del GDF muchos son los que se suben, pero no todos llegan hasta el final del camino, unos porque buscan alcanzar sus propias ambiciones y otros porque comenten errores que los obligan a dejar sus puestos.
La historia de pasadas administraciones así lo demuestran. El caso más reciente es lo que ocurrió con el primer cuadro de funcionarios que entró con Marcelo Ebrard Casaubón.
Del gabinete original que arrancó la administración con Ebrard Casaubón, sólo seis se mantienen firmes en la encomienda.
Estos son: Armando Quintero al frente de la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi), Leticia Bonifaz en la Consejería Jurídica, Martha Delgado en Medio Ambiente, Manuel Mondragón y Kalb, primero como secretario de Salud y luego como titular de Seguridad Pública, Benito Mirón Lince al frente de la Secretaría del Trabajo, y Elías Moreno Brizuela en Protección Civil.
El resto de las piezas, nombrados como secretarios en el año 2006, saltaron a otro puesto, renunciaron para contender en la reciente elección de julio o fueron expulsados del gobierno por errores o diferencias con el jefe de gobierno.
Lo cierto es que en la política, estos funcionarios que arrancaron como los “elegidos” del 2006, hoy se vuelven a ver la cara desde diferentes trincheras.
Algunos de ellos, que figuran en el gabinete de origen, son hoy diputados federales y locales electos, senadores o eventualmente en la banca, a la espera del llamado para incorporarse al gobierno que viene.
Los que se bajaron
Del círculo de funcionarios más cercanos al jefe de gobierno, José Ángel Ávila Pérez fue uno de los “elegidos” como parte de aquel gabinete original.
Ávila acompañó a Ebrard en el periodo 2002 al 2005 como coordinador de asesores en la Secretaría de Seguridad Pública capitalina cuando el jefe de gobierno era el jefe de la policía local.
En la pasada temporada electoral, Ávila renunció a su cargo de secretario de gobierno, el segundo en importancia en la estructura, para buscar una curul en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Hoy es diputado electo y su lugar es ocupado por Héctor Serrano.
De ese grupo cercano al primer mandatario local, se desprende también Mario Delgado Carrillo, un especialista en economía que fue construyendo su camino en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hasta que llegó con Marcelo a la SSP local.
Pieza clave, durante la campaña de Ebrard para jefe de gobierno del DF, ocupó el cargo de coordinador de estudios y acciones estratégicas y luego formó parte del equipo de transición entre la administración de Alejandro Encinas y Marcelo.
Este último lo nombró como el responsable de la Finanzas del Distrito Federal, cargo del que fue removido para ocupar el de secretario de educación, cuando sus aspiraciones a jefe de gobierno lo llevaron a buscar el contacto con la gente.
Pese a sus esfuerzos, nunca pudo repuntar en popularidad, Mario Delgado quedó fuera del gabinete en buscar de un escaño en el Senado de la República.
Quien fuera secretaria de Desarrollo Económico del GDF, se bajó del gabinete marcelista en busca de alcanzar su propio sueño. Laura Velasquez Alzúa contendió para la candidatura del PRD a jefa de gobierno.
La precandidata no pasó de ahí y finalmente como muchos otros que compitieron por ese cargo terminó sumándose al equipo de campaña de Miguel Ángel Mancera.
Hoy Velasquez Alzúa, quien tiene estudios en arte y dibujo y fue jefa delegacional en Azcapotzalco, se encuentra en la banca, a la espera del llamado del jefe de gobierno electo para sumarse a un nuevo cargo.
Y si hacemos memoria de aquel gabinete, Alejandra Barrales Magdaleno arrancó con Marcelo Ebrard como su secretaria de turismo.
La ex dirigente sindical que ocupó la Secretaría de Prensa de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) y después la secretaría general del mismo ha escalado rápido, hoy es senadora electa por el PRD.
Sin duda, Alejandra Barrales ha protagonizado capítulos importantes dentro del perredismo local. Recientemente disputó a Miguel Ángel Mancera la candidatura para jefe de gobierno.
Después de aquel episodio en el que estuvo a punto de desconocer el resultado de las elecciones internas del PRD, Barrales, quien venía de dirigir las riendas en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se tomó unos días para meditar lo ocurrido y se alineó.
Se manejó que como recompensa, el PRD le entregó la senaduría.
El cargo que ella dejó como secretaria de Turismo lo ocupó Alejandro Rojas y luego a éste se le pidió la renuncia por involucrarse en el pasado proceso interno del PRD y en su lugar llegó Carlos Mackinlay.
Otra integrante del gabinete original fue Clara Brugada Molina, quien arrancó en la Procuraduría Social del Distrito Federal.
Clara venía de desempeñarse como diputada federal en XL Legislatura durante los años 2003 a 2006 cuando asumió el cargo de procuradora social, mismo que dejó para contender por la delegación Iztapalapa, en aquél dramático episodio llamado “Juanito”.
Brugada forma parte del grupo de perredistas a quienes se les atribuye haber sacado de Iztapapala y luego del PRD, a los polémicos hermanos Víctor Hugo y René Círigo.
Hoy, la delegada en Iztapalapa, quien pasará la estafeta a Jesús Valencia, es una de las damnificadas que se quedó sin cargo en la próxima administración. Hasta ahora.
Como parte de la camada de funcionarios que dejó el gabinete en busca de una diputación, Martha Lucía Micher Camara abandonó su cargo al frente del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal.
En su lugar fue nombrada Beatriz Santamaría Monjaraz y hoy, Malú Micher, quien pasara por los cargos de consejera nacional del PRD, consejera estatal del PRD ante el Instituto Estatal Electoral del estado de Guanajuato, diputada federal, Integrante del Movimiento Feminista, Fundadora del Centro de Investigación, Desarrollo y Educación de la Mujer CIDEM, ganó una diputación en la ALDF.
Otra funcionaria que por motivos electorales tuvo que dejar el cargo es Elena Cepeda de León, que se despidió como secretaria de Cultura del DF para acompañar a su esposo, Graco Ramírez, en busca de la gubernatura del Estado de Morelos.
Graco Ramírez ganó la gubernatura; Elena Cepeda lo acompañará como se acostumbra, como primera dama de la entidad morelense.
A los que bajaron
Hubo otros de ese mismo gabinete, a quienes no se les dejó otra opción más que renunciar debido a discrepancias con el jefe de gobierno y errores cometidos durante su gestión.
Encargado de construir obras públicas para el gobierno perredista durante los años 2002 y 2006, tales como la red de preparatorias y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, hospitales, clínicas y centros de salud, Jorge Arganis Díaz Leal fue de los primeros que bajaron del gabinete original.
En julio de 2009, Díaz Leal formó parte de primer paquete de funcionarios a quienes Marcelo Ebrard solicitó su renuncia con el afán de depurar aquel gabinete que arrancó su administración.
Su lugar fue ocupado por quien hasta ahora se mantiene como secretario de Obras, el ex panista y ex jefe delegacional en Miguel Hidalgo, Fernando Aboitiz Haro.
Tras una discrepancia personal ocurrida en 2001, Martí Batres Guadarrama fue expulsado del cargo de Secretario de Desarrollo Social.
Marcelo Ebrard le exigió su renuncia y bajó del gabinete a quien fuera el presidente del PRD capitalino, supuestamente por haberlo llamado “traidor” por haber asistido a un informe de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
Luego de esa polémica destitución, Batres Guadarrama se inscribió como precandidato a disputar la jefatura de gobierno, en la que resultó ganador Miguel Ángel Mancera; más tarde también contendió por la delegación Iztapalapa.
En ninguna llegó y como otros tantos que se quedaron en el intento, se sumó a la campaña del ex procurador y está en la banca en espera de nombramiento.
Dos funcionarios que llegaron como “elegidos” en aquel gabinete de 2006, salieron por la misma circunstancia y por las mismas fechas del equipo original.
Rodolfo Félix Cárdenas, quien fuera procurador de Justicia y Joel Ortega Cuevas, entonces secretario de Seguridad Pública local, tuvieron que dejar sus cargos por aquél fatídico episodio ocurrido en la discoteca News Divine.
Los 12 muertos que resultaron de aquel fallido operativo, pesaron demasiado. Dos de los más importantes funcionarios del gabinete de Ebrard, salieron del mismo para mitigar el reclamo de justicia social.
A partir del 2008, Rodolfo Félix dejó el gabinete y en su lugar fue nombrado Miguel Ángel Mancera, hoy jefe de gobierno electo.
En el caso de Joel Ortega, en su lugar fue nombrado Manuel Mondragón y Kalb, quien por esas fechas se desempeñaba como secretario de Salud del mismo gabinete original que arrancó con Ebrard.
En ese mismo año, febrero de 2008, Beatríz Castelán García abandonó el cargo que desempeñó como Contralora General del GDF. En esa fecha, se manejaron motivos personales como la razón de su salida.
En su lugar fue nombrado Ricardo García Sainz Lavista, un ex priista que había sido director general del Instituto Mexicano del Seguro Social y también diputado federal.
Casi a la mitad del sexenio de Marcelo, Jesús Arturo Aispuro Coronel fue removido del cargo de secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda.
En su lugar fue nombrado Felipe Leal, quien actualmente permanece en el cargo.
A principios de 2010, el jefe de gobierno anunció cambios en su gabinete y removió a quien desde el inicio de su administración se desempeñaba como oficial mayor, Ramón Montaño Cuadra.
Desde esa fecha, enero de 2010, se manejó que por motivos personales Montaño Cuadra dejaba el cargo que hoy ocupa otro de los incondicionales de Ebrard, Adrián Michel Espino.
Un mes después, el ex oficial mayor fue nombrado como el titular de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, cargo que hasta la fecha ocupa.
Fieles hasta el final
De aquel gabinete acompañan a Marcelo Ebrard en la recta final de su mandato, Martha Delgado al frente de Medio Ambiente; Armando Quintero, titular de Transporte y Vialidad; Leticia Bonifaz Alonso, en la Consejería Jurídica y Servicios Legales; Benito Mirón Lince, en la Secretaría del Trabajo, así como Elías Miguel Moreno Brizuela en Protección Civil.
Un caso aparte es Manuel Mondragón y Kalb, quien arrancó como uno de los “elegidos” de aquel gabinete en el cargo de Secretario de Salud.
Cuando Ebrard tuvo que remover a su procurador Rodolfo Félix Cárdenas y a su secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega Cuevas, por el caso News Divine, Mondragón fue cambiado de la Secretaría de Salud a titular de la SSP.
Pero más allá de eso, Manuel Mondragón podría repetir en el cargo otros seis años más, de aceptar el ofrecimiento que al parecer ya le hizo el jefe de gobierno electo, Miguel Ángel Mancera.
A escasos cuatro meses de que concluya la administración de Marcelo Ebrard éstos han sido tan solo algunos de los cambios más importantes de sus piezas.
Los movimientos dicen mucho de la vida política individual y de partido, así como de la estrategia del mandatario capitalino con miras al 2018, cuando buscará la presidencia de la República.
Muchos de esos cuadros que lo acompañaron en aquel gabinete del 2006 le servirán de soporte, cada uno desde sus trincheras: Senado de la República, Cámara de Diputados, Asamblea Legislativa, incluso, la jefatura de gobierno.
Con Mancera Espinosa a la cabeza, el juego… comienza otra vez.