Si los partidos políticos de Nuevo León no lograron ponerse de acuerdo para formar coaliciones y alianzas, ahora entraron en diferencias internas por la designación de candidatos a la gubernatura. La unión para fortalecer un proyecto pareciera estar lejos de concretarse aun con el proceso electoral ya iniciado.
Y aunque hasta el momento sólo se menciona quién podría ser el abanderado y no se oficializa ninguna decisión, comienza a vislumbrarse una división interna, que afecta aún más la imagen desgastada de los partidos políticos.
Este fin de semana, Morena, el Partido del Trabajo (PT), Nueva Alianza y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) concretaron una alianza para competir en la elección de 2021. Sin embargo, el festejo por lograr esta negociación sólo duró un par de días, pues el primer partido que mostró sus diferencias fue Morena.
El presidente electo del partido guinda, Mario Delgado, acudió a la entidad neoleonesa para un mitin pero un grupo de manifestantes impidió su asistencia al evento. El reclamo afuera de un hotel en el centro de Monterrey era que la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores Carrales, no fuera la candidata para la gubernatura.
“Quienes reventaron el evento en el que íbamos a platicar con la militancia de Morena son operadores del gobierno de Nuevo León. Los conservadores quieren seguir saqueando el estado y tienen miedo del poder que tanto daño le hizo a Nuevo León”, escribió Delgado el domingo 22 de noviembre en su cuenta de Twitter.
Esto sólo es una parte de lo que viene cuando llegue el momento de las definiciones de los candidatos de esta alianza, la cual llevará el nombre de “Juntos Haremos Historia en Nuevo León”. Cuatros partidos de esta coalición tendrán que negociar las candidaturas a diputados federales, locales, presidentes municipales y gobernador.
Gilberto Miranda, politólogo egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), explica que las dificultades de los partidos para cerrar filas en coaliciones son una consecuencia de las debilidades que vienen arrastrando de tiempo atrás.
“Y que hoy se está manifestando con mayor claridad la división, que no abona para convencer a la ciudadanía. Pero además se da en medio de una crisis de la pandemia de COVID-19, entonces jugará un rol muy importante en el estado de ánimo de la ciudadanía”, dice el experto.
El politólogo agrega que las coaliciones electorales son meramente mecánicas, sólo se concentran en sumar votos a una elección, pero no necesariamente constituyen un proyecto común a la hora de gobernar.
“Creo que, de alguna manera, una característica que tienen las coaliciones en el sistema mexicano es que muchas veces son meramente mecánicas, es decir, solamente se concentran en sumar fuerza pero no constituyen o rara vez constituyen un proyecto común de un programa de gobierno amplio, con consenso y que reflejen la realidad de las fuerzas políticas. Pareciera que es más una manera de tratar de solventar las debilidades que tienen los partidos”, considera Miranda.
Priistas entre la ruptura y las coaliciones
Como oposición, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) localesv z registraron la coalición “Nuevo León Adelante”. Ambos institutos políticos dejaron fuera de su registro el viernes, último día para formar alianzas y a 10 minutos de que venciera el plazo, al Partido Acción Nacional (PAN), que dirige Mauro Guerra.
Los dirigentes estatales del PRI y PRD, Heriberto Treviño Cantú y Sylvia Elizondo, respectivamente, acudieron ante la Comisión Estatal Electoral (CEE) acompañados por Alejandro “Alito” Moreno, dirigente nacional priista.
Sin embargo, el PRI podría pagar las consecuencias de los conflictos y desunión al interior desde hace años atrás. Su dirigente local, Heriberto Treviño, no tuvo la capacidad para cerrar filas entre la militancia y muchos afiliados migraron a otros partidos.
Treviño rompió con una regla no escrita entre los diferentes liderazgos priistas, que era buscar el equilibrio de los diferentes grupos internos de la base tradicional. Además, mostró falta de capacidad para convencer a Acción Nacional de conformar una alianza e integrar a otros partidos de oposición, como Movimiento Ciudadano.
El politólogo Gilberto Miranda considera que romper con esa regla no escrita de buscar un equilibrio entre los diferentes grupos priistas y, sobre todo conseguir la unidad, podría traer consecuencias en la próxima elección. Incluso el ex secretario federal de Economía, Ildefonso Guajardo, se mostró más activo en su búsqueda de negociaciones.
Nulo proyecto político del PAN
En el PAN, el senador Víctor Fuentes se propuso para ser el abanderado albiazul a la gubernatura de Nuevo León, pero existen diferentes corrientes en el interior que no lo ven como un perfil idóneo para representar esta institución política.
Fuentes, quien tiene una parte de la militancia que lo apoya, no es del agrado del alcalde de San Nicolás, Zeferino Salgado, ni de los diputados federales Raúl Gracia y Víctor Pérez, quienes son líderes de diferentes grupos que deciden los candidatos del PAN.
Esta disputa interna sobre la designación de su candidato, que será elegido por la militancia y no en una consulta abierta a los ciudadanos como había propuesto Fuentes, sólo manda una señal de la falta de capacidad para consolidar un proyecto político estable rumbo a las elecciones del 6 de junio de 2021.
El politólogo Gilberto Miranda explica que las dificultades para cerrar filas en el PAN, así como para definir sus perfiles, explican que este partido no tiene una candidatura sólida en la entidad a pesar de ser tradicional.
“Llama mucho la atención, por ejemplo el PAN, un partido de muchos años y arraigo que tuvo seis años para construir una candidatura sólida y no lo hizo. Entonces, creo que ahí se están reflejando las debilidades y el desgaste de las fuerzas tradicionales”, afirma el experto.
MC, alternativa que estuvo en duelo
MC tuvo un desgaste cuando enfrentó en una elección interna al senador Samuel García y al diputado local Luis Donaldo Colosio Riojas para elegir a un abanderado que participe en los comicios para suceder a Jaime Rodríguez Calderón.
No obstante, Colosio Riojas declinó de última hora por considerar que necesitaba una alianza con el PAN para salir triunfante, por lo que García se perfila para ser el candidato único al ya contar con licencia de su cargo en el Senado de la República y con la constancia como precandidato. El diputado local se quedará con la candidatura a la alcaldía de Monterrey.
La ventaja que tiene MC es que es un partido nuevo que tiene posibilidades para consolidar los triunfos de García Sepúlveda y Colosio Riojas. Estos dos políticos podrían ofrecer algo diferente a la ciudadanía neoleonesa, después del gobierno independiente de “El Bronco”, el federal morenista y los gobiernos panistas y priistas en la entidad.