La corriente perredista de Nueva Izquierda se topó con pared en San Lázaro.
Esta semana, los diputados perredistas decidieron poner un límite al control que esa corriente, también conocida como “Los Chuchos”, tiene en todos los frentes del partido.
En la LXIII Legislatura, la coordinación de la bancada estará en un diputado de una “tribu” que había estado marginada en épocas pasadas.
Se trata de Francisco Martínez Neri, un perredista perteneciente a la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), de la que es presidente el actual secretario general del partido, Héctor Bautista.
La conclusión sobre quién debería conducir los destinos de la bancada más importante de izquierda en la Cámara de Diputados, se dio luego de varias semanas de jaloneos entre las corrientes.
Con esto se quitó el control que tenía Nueva Izquierda en ambas Cámaras del Congreso de la Unión.
En el Senado, Luis Miguel Barbosa, miembro de “Los Chuchos” hasta hace unos días, fue coordinador en la LXII Legislatura y recientemente fue reelecto para continuar en el cargo durante la siguiente Legislatura.
En la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, expresidente del partido y uno de los fundadores de “Los Chuchos”, junto con Jesús Ortega, intentó aferrarse a la coordinación parlamentaria que ya había tenido hace seis años, en la LXI Legislatura.
El nombramiento de Martínez Neri no fue terso. Se concretó gracias a que a Zambrano le ofrecieron un cargo como vicepresidente de la Mesa Directiva, donde también tendrá muchos reflectores.
No era un mero capricho. Como coordinador de los legisladores perredistas, Zambrano no solo tendría el control de los recursos económicos y materiales del grupo parlamentario, sino las decisiones políticas para guiar el destino de la bancada.
Y eso es perder mucho poder en el Congreso de la Unión.
PRD decanta por académico
Francisco Martínez Neri llegó a la coordinación del grupo parlamentario del PRD con el apoyo de las corrientes ADN, de Héctor Bautista; y de Izquierda Democrática Nacional (IDN), de René Bejarano.
Fue impulsado por representar una figura conciliadora entre las corrientes. Su trayectoria académica, dicen los perredistas, le garantiza imparcialidad para todos los grupos.
Martínez Neri es un personaje cercano a Gabino Cué, gobernador de Oaxaca.
Fue titular de la Secretaría de Cultura en su gobierno y, hasta hace unos meses, diputado local del Congreso de Oaxaca, en el que presidió la Comisión de Presupuesto y Programación.
Entre el 2004 y el 2008 fue rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).
En su primer discurso como coordinador de los legisladores perredistas, Martínez Neri llamó a sus compañeros a ser una bancada de verdadera oposición porque muchos ciudadanos, dijo, les reclamaron las actitudes del pasado.
El académico llega a San Lázaro como diputado del distrito 8 de Oaxaca, con cabecera en la capital, Oaxaca de Juárez.
El capricho de Zambrano
La negociación para que Jesús Zambrano renunciara a la coordinación de la bancada perredista fue todo, menos tersa.
Durante las últimas 48 horas de las negociaciones, entre el domingo y el lunes pasados, Zambrano ya se hacía agraciado con la coordinación de su bancada.
Diputados perredistas electos que prefirieron mantener el anonimato, dijeron que incluso ya estaba repartiendo las carteras al interior de la bancada para dejarlas en manos de sus personas de más confianza.
Sin embargo, entre los perredistas había una certeza: si bien Jesús Zambrano tiene las tablas políticas para negociar con personajes del tamaño de César Camacho, quien coordinara a los priistas, lo que no tiene es un pasado que apoye a la causa de la izquierda.
Algunos diputados perredistas llamaron a sus compañeros a recordar que fue en el periodo de Jesús Zambrano como presidente nacional del PRD cuando se firmó el Pacto por México, al que muchos perredistas se opusieron.
Durante su mandato fue también que una buena parte de los diputados del sol azteca acompañaron al PRI en la aprobación de la reforma fiscal.
Fue también en la presidencia de Zambrano que se impulsó a José Luis Abarca como alcalde de Iguala, Guerrero, y que incluso se reunieron horas antes de que el presidente municipal huyera por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Estos hechos no solo llevaron al resquebrajamiento del PRD, que se concretó ya en la era de Carlos Navarrete; sino a que el partido perdiera millones de votos y, con ellos, casi la mitad de su representatividad en la Cámara de Diputados.
Aun así, Zambrano se sentía con pleno derecho a ser el coordinador de la bancada perredista.
Cabildeó con todas las fuerzas internas y no logró los votos necesarios.
Al darse cuenta de ello, él mismo decidió declinar públicamente a la posibilidad de ser coordinador de la bancada.
Sin embargo, no estuvo de acuerdo en el nombramiento de Martínez Neri. Tal fue su descontento, que Zambrano dejó la reunión que la bancada del PRD llevaba a cabo en uno de los salones del Palacio Legislativo de San Lázaro y se encerró en la oficina de Julio César Moreno, todavía presidente de la LXII Legislatura.
Una comisión de diputados perredistas lo visitó en el ánimo de acordar un consenso de todas las corrientes para cerrar el nombramiento de Martínez Neri. Zambrano se negó. Y así fue el estira y afloja durante varias horas.
Finalmente, los diputados electos decidieron dejar a Zambrano fuera de la jugada y nombraron a Martínez Neri como coordinador.
Aun así, respetaron el acuerdo de impulsar a Zambrano a ocupar el lugar que le corresponde al PRD en la Mesa Directiva.
Empero, Nueva Izquierda no quedará del todo fuera del control de la bancada. En la vicecoordinación estará Guadalupe Acosta Naranjo.
Zambrano, fuera de la jugada
> Entre los perredistas había una certeza: Jesús Zambrano tiene las tablas políticas para negociar con personajes del tamaño de César Camacho, quien coordinara a los priistas, lo que no tiene es un pasado que apoye a la causa de la izquierda.
> Los diputados perredistas recordaron que en el periodo de Zambrano como presidente nacional del PRD se firmó el Pacto por México, al que muchos de ellos se opusieron. Y también acompañaron al PRI en la aprobación de la reforma fiscal.
> En la presidencia de Zambrano se impulsó a José Luis Abarca como alcalde de Iguala, Guerrero, incluso se reunieron horas antes de que el presidente municipal huyera por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.