¿Quién controla el Cártel de Sinaloa? Es la pregunta que las diversas hipótesis del sistema de inteligencia nacional no han podido resolver.
A la fecha, no existe en la cúpula del Gobierno Federal una teoría unificada sobre quién se ha quedado con el mando del que se considera el cártel de las drogas más importante de México, el que en apariencia quedó sin mando tras la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Las hipótesis planteadas desde el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (CISEN) chocan diametralmente con las que se arguyen en los despachos de Inteligencia Militar y de la misma Procuraduría General de la Republica (PGR).
Y esas, también contrastan con las publicadas por algunos periodistas de renombre, especializados en el tema de seguridad nacional y movimientos del narcotráfico.
Mientras que para el CISEN, de acuerdo con una fuente consultada, la mayor parte de la estructura del Cártel de Sinaloa estaría siendo asumida por Isidro Meza Flores, para la PGR el mando de la estructura criminal estaría recayendo en Rafael Caro Quintero, en alianza con Nemesio Oseguera, jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Pero de acuerdo a fuentes de inteligencia militar, el control del Cártel de Sinaloa ha recaído en Aureliano Guzmán Loera, el hermano menor de “El Chapo”, a quien se le atribuye la confrontación a muerte con su sobrino Alfredo Beltrán Guzmán, “El Mochomito”.
Al hijo de Alfredo Beltrán Leyva, de hecho se señala como el orquestador del asalto a la casa de la madre de Guzmán, el 11 de junio pasado.
Por su parte el periodista y escritor José Reveles, autor del libro “El Chapo, Entrega y Traición” (Debolsillo 2014), considera que existe una fractura en la familia de Joaquín Guzmán por el control del cártel, pero estima que el principal orquestador de las actividades es sin duda Ismael ‘El Mayo’ Zambada.
Reveles, de acuerdo a sus propias investigaciones, atribuye el control del Cártel de Sinaloa a Zambada, pero no desestima la insistencia de Alfredo Beltrán Guzmán por hacerse del control del cártel de las drogas en toda la costa del pacífico mexicano.
Para eso, según el periodista, habría hecho una alianza con Caro Quintero, esto después de que su abuelo fuera ejecutado por el propio Aureliano “El Guano” Guzmán Loera.
Y es que, de acuerdo a fuentes miliares, “El Guano”, en reclamo por el control del cártel de “El Chapo”, asesinó a su medio hermano, Ernesto Guzmán Hidalgo, padre de Patricia Guzmán Núñez, esposa de Alfredo Beltrán Leyva y madre de Alfredo Beltrán Guzmán.
Ese asesinato llevó a la confrontación que ha sido reconocida públicamente por el propio gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, quien atribuye el clima de violencia en la entidad a esas disputas internas.
Para la periodista y escritora Anabel Hernández, autora del libro “Los Señores del Narco” (Grijalbo 2010), en esa confrontación familiar ha tomado parte importante Rafael Caro Quintero, quien se habría encarado con la familia de “El Chapo” Guzmán al ponerse de lado de los Beltrán Leyva, por la amistad que sostenía con Guzmán Hidalgo.
El control del ‘finado’
Más allá de las hipótesis planteadas por las instancias del sistema de inteligencia del Gobierno Federal, para el periodista José Reveles, todo apunta a la posibilidad de que el mando del Cártel de Sinaloa se encuentre bajo las instrucciones de Ismael “El Mayo” Zambada, quien por lo mismo ha podido mantener un bajo perfil.
Pero el control de “El Mayo” no es absoluto, detalla Reveles.
“Existen indicios sobre la presencia de grupos afines a Juan José Esparragoza Moreno, ‘El Azul’, quien aun cuando se autodesapareció de la escena pública se presume que sigue manteniendo presencia en el control del tráfico ilegal de las drogas auspiciado por ese cártel”, asegura el periodista.
Reveles insiste en la posibilidad de que “El Azul” no esté muerto y que se trata de una estrategia para evitar su búsqueda por parte de las autoridades.
“Diversas células del Cártel de Sinaloa siguen operando bajo las órdenes de gente muy cercana al ‘finado’, que ha dejado de ser buscado con insistencia por parte del gobierno mexicano”, refiere.
Relevo generacional
En lo que sí empatan las tesis de la PGR, del CISEN y las de los periodistas, es en que el Cártel de Sinaloa busca un relevo generacional.
De acuerdo al CISEN, la presencia de Isidro Meza Flores intentando controlar las actividades del cártel tendría como objetivo entregar el mando a Alfredo Beltrán Guzmán, quien intenta unificar a esta organización criminal con el Cártel de los Beltrán Leyva, del que ya mantiene el control.
La PGR, de acuerdo a la versión filtrada por un funcionario de esa dependencia, coincide en que la presencia de Rafael Caro Quintero en medio del conflicto no tendría otro objeto que ceder el mando de ese cártel a Beltrán Guzmán.
Pero para la Procuraduría éste buscaría además integrar al Cártel de Sinaloa con el CJNG.
También la versión de inteligencia militar apunta a la posibilidad de que el posible reclamo de Aureliano Guzmán Loera sobre el control del Cártel de Sinaloa, tenga como único objetivo poner al frente de la estructura criminal a los hijos de Joaquín Guzmán Loera.
Reveles también estima que Aureliano Guzmán Loera esté buscando el control del cártel a sus sobrinos.