La Ciudad de México podría ser la entidad del país en donde se origine el movimiento por un sindicato policial a nivel nacional una vez que los impedimentos legales sean superados, lo cual también ayudará a solucionar la situación de inseguridad, dicen los impulsores de esta iniciativa.
Desde hace aproximadamente cinco años, los efectivos de seguridad locales comenzaron a exigir garantías laborales dignas y por ello buscan formar un sindicato que los defienda a pesar de que en el camino legal aún parece imposible.
La ley federal indica que los cuerpos de seguridad tanto estatales como federales no pueden formar sindicatos para defender sus derechos.
El artículo 5o de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado estipula que los policías judiciales y preventivos son personal de confianza, mientras que en el artículo 70 del mismo documento establece que tampoco pueden conformar un sindicato.
Por lo que líderes policiales consideran que se lesionan sus derechos como trabajadores del estado.
Sin embargo, Rodolfo Basurto, coordinador general de la Unión Nacional de Policías, profesor de éstos en la capital y exefectivo preventivo de la ciudad, señala que aunque la ley no lo permite en México, específicamente en la CDMX, se están gestando movimientos locales que en el futuro pueden dar paso a un sindicato.
“Estamos buscando vínculos, instancias, proyectos para mejorar las condiciones y que un policía sindicalizado”, explica Basurto.
En la capital está la organización que dirige y la de Ciudadanos Uniformados que ya comenzaron a tener pláticas con el Congreso local para ser considerados en la nueva ley de Seguridad Ciudadana que se trabaja en el órgano legislativo.
“En otros países ya hay sindicatos de policías, una defensa legítima de los derechos policiales es lo que debe haber para que también haya menos inseguridad”, indica el coordinador.
Añade que si los policías se sienten protegidos y con garantías, desempeñarán mejor su trabajo de combatir a la delincuencia.
De reformarse la ley, la ciudad es la mejor opción para conformar el sindicato a nivel local pues es la entidad que alberga a más policías; actualmente hay 80 mil de todas las corporaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
“Hay elementos que nos indican que aquí es más factible, por ejemplo, la constitución de la Ciudad de México aborda la libertad de asociación para los trabajadores de las instituciones de gobierno, además aquí está el Congreso de la Unión, que será la instancia a la que tendremos que acudir para los cambios que necesitamos (…).
“Tan sólo la ley local ya es un factor a nuestro favor en comparación con la ley de seguridad pública de Tlaxcala que prohíbe totalmente cualquier tipo de asociación de cuerpos de seguridad”, apunta.
El camino legal del sindicato
El camino legal para formar un sindicato es primero la formación de asociaciones civiles para obtener la representatividad legal y posteriormente cabildear con legisladores para una reforma constitucional, primero a nivel federal y después local.
“Lo primero sería buscar una figura jurídica para la defensión de sus intereses que sería una asociación ciudadana o cualquier otra figura que los pueda integrar en colectivo”, indica el especialista en derecho internacional y legislativo, Horacio Campos Lozada.
Por lo anteriormente expuesto de la ley, los policías no pueden formar un gremio porque sus derechos labores están supeditados al ejercicio de sus funciones. Como desempeñan labores de seguridad, pueden ser despedidos si en algún momento decidieran irse a huelga.
El artículo 70 de la ley citada indica que cualquier trabajador de confianza que busque conformar un sindicato será suspendido de sus funciones.
Después de conformar una asociación, los policías buscarán el respaldo necesario en la capital y otras entidades para pedir a nivel legislativo una reforma a la ley.
“Se necesita una figura que reconozca la asociación entre estos trabajadores y que se reconozcan sus derechos laborales, primero buscar una estrategia para conformar un grupo a través de una sociedad para tener un nombre jurídico y luego con esta conformación jurídica se necesita buscar la dignificación del policía como seres humanos a través de una reforma constitucional”, dice Rodolfo Basurto.
Considera que formar un sólo frente entre organizaciones policiales y efectivos en general, así como conseguir el apoyo legislativo, tardaría alrededor de tres años.
Otra opción, el partido político
Para la asociación Ciudadanos Uniformados, cuyo coordinador en la Ciudad de México es Carlos Martínez, la mejor opción para organizarse es crear un partido político.
“Estamos manejando lo del sindicato pero tenemos que revisar, debemos analizar quién es la persona que nos representaría a nivel nacional, yo propongo que nos conformemos como partido político tener representantes en ambas cámaras y que se aprueben iniciativas a nuestro favor”, menciona Martínez.
El activista por los derechos de los policías afirma que en elecciones son buscados por las fuerzas políticas porque el gremio policíaco es grande; sin embargo, refiere que su asociación no quiere ser moneda de cambio.
“Es muy normal que en campañas políticas nos busquen los partidos políticos, somos más de 300 mil policías a nivel nacional, le calculo que somos una fuerza arriba del millón junto con nuestras familias, podemos hacer un partido político”, apunta.