El pasado viernes santo, en un día de descanso para el Poder Judicial, se llevó acabo la audiencia de Lorenzo Milmo Segura en el Palacio de Justicia, la cual fue programada originalmente para ayer, lunes 21 de abril.
Las irregularidades fueron muchas en el caso de Milmo Segura, el joven sampetrino de 23 años que dio muerte a un jefe de cajas de varios antros en San Pedro y que presentó 3.5 grados de alcohol en la sangre, más del doble de lo que se considera ebriedad completa.
Según Luis Enrique Orozco, director de investigación de la zona metropolitana, llegaron a un mecanismo de descongestión, mediante un procedimiento abreviado.
También informó que fue el domingo cuando se dictó una sentencia por la juez de control.
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición la propia fiscalía solamente informó que la sentencia para Milmo sería menor a cinco años y por ello no pisaría la cárcel.
Esto, aunque el Artículo 409 del Código Procesal Penal indica que en la sentencia del procedimiento abreviado se aplicará la pena o sanción solicitada por el propio Ministerio Público.
Y que el imputado que reciba la sentencia en el procedimiento abreviado no tendrá derecho a gozar del perdón judicial, conmutación de sanciones, remisión parcial de la pena, tratamiento preliberacional o libertad preparatoria.
En el accidente ocurrido el 8 de Noviembre del 2013 sobre la avenida Gómez Morín, falleció Gustavo Alfaro, de 33 años, residente del municipio de Guadalupe, quien se dirigía a su hogar por la madrugada después de trabajar.
A Milmo, quien presentaba una cantidad de alcohol en la sangre nunca antes vista, se le imputó por homicidio con culpa grave ante el juez octavo de control en el estado, con una pena donde alcanzaría de 3 a 9 años de prisión.
Lo que se preveía sería un caso emblématico para el nuevo sistema de justicia penal, estuvo plagado de anomalías, como la excesiva ampliación y posposición de las fechas de audiencia.
En opinión de Ernesto Canales, uno de los fundadores de la Renace A. B. P., este caso en particular, por la trascendencia y los participantes, era un caso emblemático para el nuevo sistema de justicia penal y fijaría la manera de cómo se aplica la reforma.
“La Procuraduría quiere manejar bien el asunto, porque enviará el mensaje a la ciudadanía de cómo funciona el nuevo sistema. Es paradigmático, porque el caso es un accidente automovilístico, causado por una persona en estado de ebriedad. ¿Qué mensaje se está enviando a los muchachos que manejan en estado de ebriedad?” finalizó el abogado.
Sólo queda conocer la sentencia en torno a este caso que marcará la pauta en cuanto al nuevo sistema penal.