Funcionarios del IMSS recibieron durante siete años al menos 317 mil dólares en “dulces” sobornos de Promeca S.A. de C.V., una empresa dedicada al suministro de productos médicos en México.
Los sobornos, llamados entre los ejecutivos de la empresa como “chocolates”, le generaron a la subsidiaria de la trasnacional Orthofix International ganancias brutas por 8.7 millones de dólares en contratos con el IMSS, según la denuncia de la Securities and Exchange Commission (SEC), organismo que regula las prácticas empresariales en Estados Unidos.
“Repetidamente pagó sobornos con un total aproximado de 317 mil (dólares) a funcionarios mexicanos con el objetivo de obtener y retener contratos del IMSS”, se lee en el documento fechado el pasado 10 de julio y firmado por los abogados de la SEC, Toby M. Galloway y John W. Berry.
Los sobornos, que se sofisticaron con el paso de los años, incluían no sólo pagos ilegales en efectivo, sino también viajes, paquetes vacacionales, computadoras y televisiones.
Por estas prácticas, la Corte del Distrito del Este de Texas fincó una multa a la trasnacional por 2 millones 220 mil dólares, según el acuerdo que tomaron altos ejecutivos de Orthofix International con autoridades judiciales de Estados Unidos.
Estos fueron el presidente y vicepresidente de la trasnacional, Robert S. Vaters y Jeffrey M. Schumm, quienes fueron representados por el bufete legal Hogan Lovells.
Orthofix International es una empresa que ofrece productos médico en Estados Unidos y otros países, y constituida en las Antillas Holandesas, aunque sus oficinas centrales están localizadas en Lewisville, Texas.
Su subsidiaria Promeca está localizada en la ciudad de México y tendría cuatro sucursales localizadas en las capitales de Monterrey, Guadalajara, Mérida y Veracruz, de acuerdo con su página web.
Es representada por Héctor Manuel Dzib y Sosa y Juan Gómez Cortés, según contratos celebrados entre Promeca y hospitales regionales del IMSS.
Aproximadamente el 60 por ciento de los ingresos de Promeca entre 2003 y 2007 provinieron de licitaciones nacionales para proporcionar bienes y servicios a la paraestatal.
Los sobornos de la subsidiaria mexicana eran registrados en sus libros de contabilidad como adelantos en efectivo a ejecutivos de la empresa o gastos de capacitación y promoción.
El modus operandi
Los métodos de Promeca para sobornar a funcionarios mexicanos se sofisticaron conforme se hacía más difícil justificarlos.
Los “chocolates” variaban de 5 a 10 por ciento de las ventas que se concretaban con los hospitales del IMSS.
Entre 2003 y 2007 regularmente se pagaban en efectivo o regalos para asegurar los contratos con la paraestatal, según la denuncia de la SEC.
“Con el fin de obtener dinero en efectivo para los pagos ilícitos, los ejecutivos de Promeca escribieron cheques para sí mismos, que se justificaban como adelantos en efectivo”, se lee.
Los ejecutivos falsificaban recibos para justificar los gastos, que incluían comidas y llantas para automóviles.
Pero este modus operandi cambió cuando los sobornos empezaron a crecer y se volvía más complicado para los ejecutivos justificar los pagos ilícitos.
Tuvieron que diseñar otra metodología para escapar de las suspicacias.
Así que, por encima del presupuesto, comenzaron a contabilizar los pagos como gastos de promoción y capacitación del personal.
Pero en 2008 el IMSS cambió su sistema de contratación y Promeca diseñó otro sistema para sobornar: pagó a empresas fantasmas.
Las empresas fantasmas
En 2008, el IMSS adoptó un esquema de licitaciones nacionales con la participación de un comité especial para evaluar las propuestas de los proveedores, con el objetivo de terminar con la discrecionalidad de asignaciones en los hospitales.
Por esta razón fue más difícil para Promeca continuar con los sobornos.
Optó por realizar los pagos a tres empresas “fantasma” controladas por funcionarios del IMSS, como indica la denuncia de la SEC.
Con este sistema, la subsidiaria ganó licitaciones nacionales en 2008 y 2009 al pagar a estas empresas el 5 ó 3 por ciento del monto de los contratos.
Las empresas expidieron facturas falsas e hicieron pasar los sobornos como gastos de capacitación y de promoción que Promeca en realidad nunca recibió.
Entre 2003 y 2010, Promeca gastó aproximadamente 80 mil 50 dólares en regalos y viajes para los empleados del IMSS, con el fin de conservar sus negocios.
Los regalos incluían paquetes vacacionales, televisiones, computadoras portátiles y hasta arrendamiento de automóviles.
Promeca tiene su domicilio fiscal en el número 1235 de la calle Doctor José María Vértiz, en la colonia Letrán Valle, de la delegación Benito Juárez, en el Distrito Federal, de acuerdo con el sistema de compras gubernametales Compranet.
Cronología
2003 – Promeca, subsidiaria de Orthofix, comienza a pagar sobornos a funcionarios del IMSS.
2007 – El periodo de pagos de los primeros sobornos de Promeca terminan.
2008 – El IMSS cambió su sistema para la contratación de bienes y servicios.
2008, 2009 – Promeca crea empresas fantasmas para ajustarse al nuevo sistema de licitaciones del Seguro Social.
2010 – Se comprueba que en los últimos siete años, Promeca gasta 80 mil 050 dólares en regalos y viajes para oficiales del IMSS.
2011 – Las ganancias netas generadas por sobornos fueron de alrededor 4.9 millones de dólares.
2012 – La Corte del Distrito del Este de Texas fincó una multa a la trasnacional por 2 millones 220 mil dólares.