Después de que la violencia en contra de las mujeres se acrecentara de manera considerable y surgieran denuncias en redes sociales sobre intentos de secuestros y acoso en calles y hasta en el Metro de la Ciudad de México, diversas empresas unieron su voz y lanzaron una campaña en pro de la seguridad.
La cadena de gimnasios Smart Fit México publicó en sus redes sociales un mensaje en el que instó a las mujeres a acercarse a sus instalaciones, en caso de ser víctima de alguna situación de violencia o acoso en la calle.
En la ilustración que acompaña al texto se observa a un “héroe” con capa y el logo de “Fit” en su playera llevando a una mujer al cielo.
En redes sociales los comentarios no se hicieron esperar y hubo quien acusó una campaña publicitaria más que una estrategia real de ayuda. La usuaria Daniela Sánchez, por ejemplo, agradeció la ayuda pero instó a la empresa a dejar de hacer publicidad que haga que la gente “vaya a su gimnasio porque odian sus cuerpos”.
Para la usuaria Cel Alfaro lo anterior se trata de puro “marketing”, mientras que Alejandro Mcfly opinó qie aunque muchos están preocupados porque la empresa se hace publicidad, “la neta es que hoy las mujeres están siendo violentadas… y cualquier persona o empresa que quiera brindar ayuda es bienvenida”.
Hubo quien, incluso, acusó que adentro del gimnasio la situación de acoso “estaba peor” que en la calle.
Otra de las empresas que se sumaron a esta campaña fue la automotriz KIA, cuya sucursal en Tláhuac está abierta de ahora en adelante a cualquier mujer que solicite ayuda. Incluso, en un post, ofrecieron llevar, a quien lo necesite, a su casa “de forma segura”.
Al contrario que con el mensaje del gimnasio, la iniciativa fue bien vista por usuarios de redes quienes la agradecieron pero también pidieron se haga extensiva no sólo para las mujeres sino “para todos”, además de que hubo quien aseguró que con esto le daban mayores razones para comprarse un automóvil.
Las librerías Porrúa fueron más inclusivas y lanzaron un llamado a hombres, niñas, niños, adultos mayores y cualquier persona que así lo necesite a que pida ayuda en sus instalaciones donde siempre contarán con una “mano amiga”.
En un hecho inusual, la iniciativa de la librería generó enojo de feministas, algunas de las cuales se quejaron de que las puertas también se abrieran a hombres en peligro pues, ellos “son menos vulnerables”.
También hubo comentarios de quienes acusaron a la empresa de quitarle importancia al gravísimo problema de la violencia de género (por aquello de la inclusión) y vieron más publicidad que nada en la iniciativa.
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