El hombre que el pasado 19 de marzo disparó a una empleada de una tienda de zapatos en el centro comercial Reforma 222, y luego se autoinflingió un disparo, fue inducido a coma, dieron a conocer autoridades de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.
El día del ataque, el individuo se dirigió al local de venta de calzado y disparó a la víctima, luego se dio un tiro en la cabeza.
La empleada falleció poco después, y el atacante recibió atención médica.
“Fue inducido a un coma para desinflamar el cerebro; todavía está con vida y estamos terminando la integración del expediente para que sea considerado por un juez de control”, señaló en conferencia de prensa Guillermo Terán, subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la Procuraduría de la capital del país.
Autoridades de CDMX señalaron que el crimen es investigado como feminicidio.
El hijo del agresor se encuentra en custodia de su abuela materna.