El empresario Luis Molleda Cámara no sólo debería estar preocupado por dar una explicación sobre la camioneta que le prestó al jefe delegacional en Iztapalapa.
El perredista Jesús Valencia se presentó ante la Fiscalía de Servidores Públicos de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) para intentar explicar porqué manejaba una lujosa camioneta propiedad de uno de sus proveedores. El dueño de la empresa Amexire está de viaje y no ha declarado al respecto.
No es la primera vez que las empresas que pertenecen al grupo que dirige este tabasqueño están en el ojo del huracán.
En la Contraloría General del Distrito Federal (GDF) otra de sus firmas, Amcat Group, está relacionada con procedimientos irregulares por millones de pesos pagados por obra que no fue ejecutada. Así lo demuestran auditorías en poder de esta casa editorial.
Durante el sexenio de Marcelo Ebrard Casaubón, Luis Molleda Cámara arrancó a través de su empresa el millonario proyecto para dotar de juegos infantiles a diversos parques y áreas públicas del Distrito Federal.
Dicho proyecto se concretó a través de la dirección de Servicios Urbanos que entonces encabezaba el recién fallecido José Luis Terán, de la Secretaría de Obras y Servicios, quien le entregó a Molleda el primer contrato para dotar de un área infantil al Parque de los Venados, en la delegación Benito Juárez.
Unos juegos nada divertidos
En julio del 2008, Marcelo Ebrard Casaubón y Germán de la Garza, quien entonces estaba al frente de la jefatura delegacional en Benito Juárez por el PAN, inauguraron en el Parque de los Venados la zona de juegos infantiles que construyó la empresa de Molleda Cámara.
En ese año se anunció que se invirtieron 7 millones de pesos para construir el área de juegos infantiles, cuyo modelo se replicaría en diferentes espacios públicos.
El proyecto de negocio que traía en mente el entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, según lo anunció en el acto inaugural, es que un espacio similar se instalara en Iztapalapa, Miguel Hidalgo, Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Tlalpan y Cuauhtémoc.
Y así se desarrolló en otras áreas, sin embargo, el negocio salió mal.
En algunos contratos obtenidos, como la rehabilitación del camellón de Eduardo Molina, en Gustavo A. Madero, la Contraloría General del Distrito Federal encontró que la Dirección de Servicios Urbanos autorizó volúmenes de obra que no cumplieron con las especificaciones del contrato SOS-8-07C001-2-237 por un importe de 8 millones 238 mil pesos, adjudicado a Amcat Group S. De R.L. de C.V. en los conceptos de suministro y colocación de bancas de concreto martelinado en el área de juegos.
Al verificar los trabajos, el personal de la Contraloría Interna y de la Dirección General de Servicios Urbanos encontró irregularidades: las bancas no tenían el acabado solicitado, el bicicletero tampoco cumplía con las especificaciones.
Asimismo “se encontró que en está área se tiene un firme de concreto con acabado pulido y no como se autorizó del concepto suministro y colocación de gimnasio de aparatos cardiovasculares; en la hoja generadora nos indica 3 aparatos por juego pero físicamente no corresponden con el generador, además en cada juego se encuentra un aparato en mal estado”, dice el documento.
Los supervisores encontraron que Amcat Group no cumplió con las especificaciones del contrato, lo que la sumió en un pleito legal con el Gobierno del Distrito Federal.
Reporte Indigo buscó a Luis Molleda Cámara a través de algunos de sus colaboradores y gente cercana. En principio, uno de sus colaboradores, José Roberto Álvarez Mancen, explicaría cómo terminaron estos negocios con el GDF, luego se canceló.
Viajero mundial
En su perfil público en la red social Facebook, el empresario que gusta de consentir a los políticos capitalinos, según lo describen otros proveedores del Gobierno del Distrito Federal, exhibe fotos en compañía de sus familiares por varias ciudades.
Molleda Cámara aparece en el Monte de los Olivos, con vista hacia Jerusalén, reza el pie de una de las fotos que publicó en agosto de 2013.
También fue fotografiado en Petra, uno de los sitios arqueológicos en Jordania, catalogado como una de las siete maravillas del mundo, y al pie del Burj Khalifa, el imponente rascacielos de Dubai.
Pocos le conocen el rostro a este prominente empresario, oriundo como él mismo describe de Tenosique, Tabasco, que se empoderó a la sombra de diversos gobiernos perredistas en el Distrito Federal, pero muchos lo ubican a través de sus comercializadoras, Amexire, Nylex, Grupo Brac y Amcat Group.
El éxito de su fórmula, explican algunos empresarios y asesores de políticos, es invertir en aspirantes para después cosechar los frutos cuando se convierten en gobernantes.