Tapando al Sol en la capital
La estrategia del PRI, para apoderarse del bastión mas importante de la izquierda – el Distrito Federal- está en marcha.
Arrancó el domingo pasado en su vigesimaprimer Asamblea Nacional, en la que los tricolores reformaron su documento básico, para permitir, entre otras cosas, las candidaturas ciudadanas.
Jonathan VillanuevaLa estrategia del PRI, para apoderarse del bastión mas importante de la izquierda – el Distrito Federal- está en marcha.
Arrancó el domingo pasado en su vigesimaprimer Asamblea Nacional, en la que los tricolores reformaron su documento básico, para permitir, entre otras cosas, las candidaturas ciudadanas.
De esta forma, quedó derogado en sus estatutos internos la prohibición para quienes no sean militantes o cuya militancia sea inferior a cinco años de contender por un cargo de elección popular. Esa cláusula impidió que, en 2012, muchos perredistas, dispuestos a sumar votos al PRI a cambio de una candidatura local o una jefatura delegacional, pudieran participar, lo que habría puesto en jaque al partido del sol azteca.
Por eso los focos de alerta están en el PRD, en las tribus que tienen presencia territorial y un cúmulo de preaspirantes a puestos de elección popular, dispuestos a dejar el partido si no consiguen una candidatura en 2015.
Aunque el próximo proceso electoral será dentro de dos años y medio, los grupos de poder se preparan ya para la siguiente batalla electoral y, en consecuencia, los interesados en participar alzan la mano.
La dirigencia nacional del PRI sabe que mantenerse en el poder depende, en gran parte, de los resultados que arroja el Distrito Federal y una forma de menguar la fuerza de la izquierda es quitar esos candados.
De modo automático, las modificaciones estatutarias abren la vía para que el partido pueda obtener mejores prerrogativas en los años venideros, pues el pasado proceso electoral benefició más al Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Para el especialista en Comunicación Política de la UNAM, Gerson Hernández, la estrategia que tiene el PRI para apoderarse de la ciudad es visible y se refleja en el gabinete presidencial.
“Obviamente tratarán de cooptar a los candidatos que tengan un buen arrastre territorial, para hacer el contrapeso al partido en el poder”.
La ruta
En el conclave priista del fin de semana pasado, se aprobaron una serie de nuevos estatutos, que incluyen eliminar los candados que prohibían el IVA en alimentos y medicinas y a las candidaturas comunes, hechos que repercuten directamente en el plano local.
En la reunión en la que participaron más de 4 mil delegados, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto –en su calidad de Tlatoani tricolor– afirmó que han quedado atrás “candados obsoletos y dogmas”.
En alusión al tema de las candidaturas, el mandatario enfatizó que gracias a los cambios realizados “cada militante ganó en posibilidades de postulación a puesto de elección popular”.
“Con esta histórica decisión, el PRI deja atrás los obsoletos candados que solo limitaban los derechos de la mayoría de los militantes”.
En consecuencia, el partido se presentará como un partido cercano a la sociedad, que reconoce los nuevos liderazgos ciudadanos al incorporar y postular a quienes no sean militantes del PRI, de acuerdo con el jefe del Ejecutivo Federal. Fueron los estatutos del tricolor el factor legal que impidió que, en la capital, se sintiera el efecto Peña Nieto, como sucedió con Vicente Fox en 2000 y con Andrés Manuel López Obrador en 2006.
Al menos una decena de perredistas o ex perredistas iniciaron una mesa de negociación con el PRI para buscar un puesto de elección popular el año pasado.
Pero, además de que el priismo en el Distrito Federal ha estado dividido entre los afines al nuevo dirigente, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, y la excandidata a la jefatura de gobierno capitalino, Beatriz Paredes Rangel, existían estos candados.
Por eso los acuerdos entre los desertores del sol azteca y hasta del Partido Acción Nacional (PAN) no prosperaron. Las diferencias entre los grupos de poder hacían endebles las candidaturas.
Entre los interesados en sumarse a las filas del PRI estaba la ex jefa delegacional en Cuauhtémoc, Virginia Jaramillo, así como el ex diputado local y federal por Gustavo A. Madero, Norberto Nazario.
También, destacaba la presencia de Leticia Robles Colín, exjefa delegacional en Álvaro Obregón por el Partido de la Revolución Democrático (PRD), que sí pudo contender por el PRI, pero a través del PVEM.
En la lista de posibles candidatos externos aparecía el nombre del ex perredista Víctor Hugo Círigo, quien ya gobernó la delegación que tiene el padrón más grande de la ciudad: Iztapalapa.
Otra aspirante que estuvo a punto de adherirse al tricolor, de manera visible, fue la ex delegada en Tláhuac Fátima Mena; mientras que el ex perredista Emilio Serrano sí contendió por la delegación Iztacalco, vía el PVEM.
Adrián Rubalcava es una muestra más de la deserción amarilla en las pasadas elecciones, pero, a diferencia de sus demás compañeros, él sí se convirtió en jefe delegacional (Cuaujimalpa).
En concreto, la lista de liderazgos políticos de izquierda resentidos con sus dirigentes y dispuestos a sumarse al proyecto priista es larga y está vigente, pues hay quienes ya han dejado claro que, si en el PRD no los valoran, se irán al PRI:
Tal es el caso del diputado local, Víctor Hugo Lobo, quien en entrevista con Reporte Indigo en la edición del 25 de octubre del 2012 dijo estar dispuesto a sumarse al tricolor en un futuro cercano. Y a pesar de que el dirigente estatal priista, Cuauhtémoc Gutiérrez, y sus seguidores no comparten la nueva redacción de su documento básico, se han alineado con las decisiones presidenciales.
El factor económico
Si la orden del Comité Ejecutivo Nacional del PRI no convence a Gutiérrez de la Torre, el lado monetario sí, ya que las candidaturas ciudadanas traerán una jugosa partida presupuestal.
Las candidaturas comunes entre el PVEM con el tricolor en el DF terminaron por arrojar la nada despreciable cantidad de 60 millones 108 mil 33 pesos en prerrogativas para este año.
De acuerdo con Víctor Carrillo, secretario de Organización del PRI-DF y afín a Gutiérrez de la Torre, la reforma estatutaria terminará siendo positiva, a excepción de la aplicación del IVA generalizado.
Por último, consideró que es tiempo de que el partido forme nuevos cuadros en vez de pensar en cooptar a los de otras fuerzas políticas.