…A tapar el pozo

El miércoles 21 de mayo, el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, anunció la puesta en marcha de un programa piloto de prevención y combate del bullying en los planteles del sistema educativo nacional.

Ese mismo día en Ciudad Victoria, familiares de Héctor Alejandro soltaron decenas de globos blancos durante el sepelio del pequeño de 12 años, quien murió luego de que cuatro de sus compañeros de la secundaria lo azotaran dos veces contra la pared. Dentro del salón de clases. Con la maestra como simple espectador.

“En primer lugar es lamentable el hecho de que se pierda una vida humana en términos rasos, sencillos de violencia, irracionalidad e intolerancia”, dice Chuayffet tras asegurar que la SEP solicitará un informe pormenorizado sobre las circunstancias del caso.

Mientras, en la ciudad tamaulipeca, una madre llora desconsolada por la muerte de su hijo. Clama justicia a gritos.

En la Ciudad de México, el funcionario federal señala que “quizá en octubre, o principios de noviembre” se pondrá en práctica un programa experimental para prevenir y combatir el acoso escolar.

El titular de la SEP admite que el fenómeno del bullying va en aumento en México, pero asegura que no se cuenta con una estadística puntual debido a la descentralización de la educación.

Hoy, Héctor Alejandro es una cifra más de ese impreciso conteo. 

En 2011, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reportó que el 30 por ciento de los estudiantes de primaria declaraba sufrir algún tipo de acoso. Para 2013, el porcentaje subió al 40 por ciento.

Las quejas por casos de agresiones entre estudiantes han aumentado en los últimos siete años y el grado de violencia se ha intensificado, alerta el organismo.

En ese periodo, la CNDH ha recibido 918 quejas por violencia en los planteles educativos, más de la cuarta parte -252 casos- se presentaron el año pasado.

La mañana del 16 de mayo, una joven identificada como Andrea G. subió YouTube una grabación de casi 4 minutos en la cual acusa a una compañera, Andrea R., de “publicar chismes en las redes sociales”.

Con palabras altisonantes, Andrea G. le ordena a la muchacha a que se arrodille y ofrezca disculpas a quienes ofendió. Andrea R. se niega y recibe un par de patadas.

Al final, la joven estudiante del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Cobaez) cede ante su victimaria y acepta disculparse.

Andrea G. vuelve a golpearla y, entre risas, ella y sus acompañantes se retiran.

El video desató fuertes críticas, incluso el director general del subsistema, Felipe Ramírez Chávez, lamentó que la aplicación de diferentes esquemas para prevenir la violencia escolar en los 40 planteles que se tienen no haya surtido efecto en algunos alumnos.

Sin embargo, aseguró que en este caso las redes sociales fueron un factor para magnificar el problema.

“Las redes sociales, en estos casos, también no ayudan. No lo vamos a ocultar, pero tampoco a magnificar un hecho que no ayuda a los demás jóvenes, y en este caso son nocivas, porque magnifican un evento de esta naturaleza que no debiera ocultarse, pero tampoco publicitarse”, indicó el docente en entrevista para el portal de Internet ntrzacatecas.

La Encuesta de Violencia, Tolerancia y Exclusión, levantada a mediados del año pasado, indica que 12 por ciento de los usuarios experimentó burla en las redes sociales; 8 por ciento se vio expuesto en la difusión de mentiras y 6 por ciento fue invadido en sus cuentas.

Abandono y deterioro

Para Marco Eduardo Murueta, presidente de la Asociación Latinoamericana para la Formación y la Enseñanza de la Psicología (Alefpsi), siempre ha existido el bullying, pero no en las proporciones de la actualidad.

“Hay un crecimiento de este fenómeno desmesuradamente por muchas problemáticas sociales desde la infancia y pues hay casos de suicidios a nivel bachillerato, nivel secundaria, de jóvenes, por el efecto del bullying”, dijo el especialista a Reporte Indigo.

Pero la causa más importante, señaló el experto, es el deterioro de la vida emocional familiar debido a que los dos padres están trabajando muchas horas, con mucho desgaste, muy ensimismados en presiones económicas.

“Y hay un cierto abandono de la crianza de los niños, de los adolescentes, aun cuando se les otorguen los elementos físicos, como la comida y la ropa, pero no hay la cercanía emocional para darle un sentido a la vida de los niños”, indicó. 

Violencia se recrudece

Tras la muerte del menor Héctor Alejandro Méndez Ramírez, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)  indicó que la respuesta de autoridades educativas ante el fenómeno del acoso “no ha marchado con la velocidad requerida” y ni siquiera han adoptado medidas para evitarlo, pese a las recomendaciones a la Secretaría de Educación Pública en 2013.

“No solo hay más quejas, sino que el grado de violencia se ha recrudecido”, señaló a El Universal el segundo visitador general de la CNDH, Marat Paredes.

De acuerdo con el funcionario, la violencia que vive la sociedad se están reflejando en la escuela.

“Las autoridades educativas deben redoblar sus acciones para prevenir estos hechos”, comentó.

Incluso, la CNDH evidenció que el acoso ha llegado a un nivel tal que se sabe de estudiantes de primaria y secundaria que conforman grupos y pandillas para agredir físicamente a sus compañeros, por lo que el bullying crece al grado de conducir a las víctimas al suicidio.

El miércoles 21 de mayo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) -en respuesta a la muerte del menor en Ciudad Victoria- informó que pondrá en marcha un programa piloto para prevenir y reducir el acoso escolar en escuelas de preescolar, primaria y secundaria de todo el país.

Un día antes de esa declaración, una estudiante de secundaria en Puebla, fue golpeada por cuatro compañeras al salir de la escuela.

Evelyn, quien estudia en la secundaria “Ignacio Zaragoza” de la comunidad de Chachapa, recibió un golpe en el cuerpo y luego cayó al suelo donde fue pateada por sus compañeras en varias ocasiones, señalaron testigos de la agresión.

El video fue puesto en Internet.

 De acuerdo con las declaraciones de la familia, la menor era víctima de agresiones y burla por usar lentes.

Las leyes que no se aplican

Rebeca Ramírez, la madre del pequeño que murió a causa del acoso escolar de sus compañeros en Ciudad Victoria, busca que los culpables por la muerte de su hijo paguen por lo que hicieron.

La mujer asegura que demandará que los niños se vayan a un tutelar de menores y la maestra de español, a la cárcel.

En la edición del lunes 5 de mayo, Reporte Indigo publicó una entrevista con el psicólogo, Julio César Carozzo, presidente del Observatorio sobre la Violencia y Convivencia en la Escuela, quien aseguró que el bullying no constituye un delito en sí y que el ámbito judicial debe ser la última instancia para resolver un caso.

Sin embargo, en el caso de Héctor, la madre asegura que eso no fue un simple juego de adolescentes.

“Eso prácticamente fue un asesinato, ¿voy a creer que a la maestra no se le ocurrió pensar que iban a lastimar a mi hijo?”, declaró Rebeca en entrevista para Radio Fórmula.

En febrero del 2012, en el Distrito Federal entró en vigor la Ley para la Promoción de la Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar, la cual establece políticas públicas para prevenir y erradicar la violencia al interior de las escuelas de nivel básico y medio superior.

La ley ordena que el personal docente, directivos y administrativo que trabaje en las escuelas tenga conocimiento de casos de maltrato a los estudiantes, e informe a las autoridades así como a los padres o tutores.

En abril del 2013, el pleno de la Cámara de Diputados también aprobó reformas a la Ley General de Educación para prevenir el acoso escolar y atender con programas psicológicos a los menores afectados con ese problema.

La enmienda señala que las autoridades educativas deberán establecer en los reglamentos escolares las medidas necesarias para la atención y solución de cualquier caso de abuso o violencia.

Esta reforma también obliga a las autoridades educativas a salvaguardar la integridad física y psicológica de los alumnos dentro de los planteles y, en su caso, solicitar a las autoridades correspondientes la protección que garantice la seguridad de los estudiantes en los alrededores de las escuelas.

En Nuevo León, esta semana el Congreso local aprobó realizar un exhorto para la prevención y combate del bullying en las escuelas del estado.

La solicitud, realizada por la diputada de Acción Nacional, Carolina Garza Guerra, pide a la titular de la Secretaría de Educación en el Estado, Juana Aurora Cavazos Cavazos,  gire instrucciones a fin de que en las reuniones que se realizan en los planteles escolares públicos se establezca el impartir una capacitación a los maestros sobre cómo prevenir y erradicar el bullying o acoso escolar.

Además se solicitó supervisar la aplicación de la Ley para prevenir, atender y erradicar el acoso y la violencia escolar del Estado de Nuevo León.

“Tenemos que capacitar a los maestros porque este bullying ha existido siempre, pero antes era una burla, antes era un juego, una pelea. Ahora ya es un resentimiento, un odio que lleva a los niños a la muerte, el bullying ya ha traspasado este acoso escolar, ahora se está hablando de crímenes de violencia muy grave”, señaló Garza Guerra.