Guadalajara tiene la tarifa de taxis más elevada de entre las tres principales ciudades de México.
Ni siquiera Monterrey, donde los costos de productos y servicios son un poco más caros, se cobra tanto por tomar un taxi.
Es una situación que afecta a los turistas, pues no están seguros de cuál es el costo que se debe cubrir.
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, muchos visitantes se quejan del abuso de los taxistas.
Porque aunque existen tarifas establecidas para los taxis de sitio, generalmente son altas; además, los que se toman en la calle pocas veces cuentan con taxímetro.
La mayoría de los taxis de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) son del modelo Tsuru, al igual que los de Monterrey y la Ciudad de México.
Los costos de la gasolina son los mismos; el mantenimiento podría variar, pero de hecho la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) tiene costos más elevados en este tipo de servicios, por eso el salario mínimo es mayor allá.
Con todo y lo anterior, la oferta tapatía de taxis sigue siendo una de las peores.
De hecho, la tarifa de Guadalajara es cerca de un 40 por ciento mayor que la de la Sultana del Norte.
En comparación con la de la Ciudad de México, se trata de una diferencia que coloca el costo de los taxis tapatíos un 80 por ciento por encima de los de la capital.
Y eso si el taxista decide echar a correr el taxímetro.
Porque muchos usuarios se encuentran con que el dispositivo no es encendido, principalmente en las tardes y noches.
Lo anterior a pesar de que la Ley de los Servicios de Vialidad, Tránsito y Transporte del Estado de Jalisco establece en al menos cuatro de sus artículos la obligación de los concesionarios de usar taxímetro.
Pero no todos los chóferes acatan esta reglamentación.
Y menos cuando se trata de sitios donde se sabe que el usuario no tiene muchas opciones, o en eventos especiales, como el Palenque de las Fiestas de Octubre.
En conciertos y eventos masivos los precios se pueden disparar.
Todos son costos al tanteo, que obedecen a una lógica personal de los taxistas o los concesionarios.
Más caro que en Monterrey
Comparando el costo de las tarifas especiales “nocturnas” y “ejecutivas” de las tres principales ciudades del país, también la de Guadalajara queda como la más costosa.
Y es que aunque su tarifa al “banderazo” es menor que la de la Ciudad de México y Monterrey, el kilómetro recorrido en la noche en la Perla Tapatía es más costoso.
En la ciudad norteña se cobra 5 pesos el kilómetro recorrido en “tarifa ejecutiva”, pues los precios no parecen variar mucho del día a la noche.
Por su parte, en la capital del país se paga alrededor de 4.2 pesos por kilómetro recorrido en la noche.
Y en Guadalajara, recorrer la ciudad luego que oscurece es caro. De hecho, es una de las principales quejas de los turistas.
El kilómetro recorrido en esta ciudad tiene un costo de 7.11 pesos, un precio que está por encima en alrededor de un 40 ó 50 por ciento en comparación con las otras dos ciudades.
Y es que a la par de las elevadas tarifas, la Secretaría de Vialidad y Transporte de Jalisco no vigila como es debido a los taxistas.
Esto ha permitido que a la par de este abuso contra el consumidor en los costos, prolifere la venta y traspaso de permisos de forma irregular.
Con ello incrementa el número de taxistas que no se encuentran plenamente regulados y no cumplen con la ley.
Permisos en Internet
Aunque sacar un permiso para taxi es un trámite costoso, tardado y en ocasiones imposible, existen ofertas en la Web de propietarios de taxis con concesiones de sobra.
Los precios van desde los 500 hasta los 700 mil pesos.
En los anuncios se ofrecen los permisos con todo y taxi, e incluso con ubicación en un sitio; los ofertan con frases como “hoy puedes decidirte a ser tu propio jefe y formar tu patrimonio”. “Es el único que tiene permiso para las Fiestas de Octubre. Lo vendo con el carro incluido” se señala en los sitios Web que ofertan los permisos.
Del sitio 90, del 102 del 21, entre otros, las concesiones se traspasan por una buena cantidad de dinero.
Este tipo de ofertas explica que en ocasiones existan taxis que ni siquiera cuentan con taxímetro.
Y los choferes no portan su gafete, con lo que se genera aún menos certeza sobre la seguridad del transporte.
La situación de la falta de regulación de este sector se agrava en el interior de Jalisco.
En zonas como Puerto Vallarta, aunque la ley estatal así lo condiciona, ni siquiera se usa el taxímetro y las tarifas generalmente no son menores a los 100 pesos.
Pero no parece haber interés por parte de la Secretaría de Vialidad y Tránsito de Jalisco de regular mejor este negocio.
Algunos taxistas cobran lo que quieren, y como quieren, sin que exista una sanción de por medio.
Taxímetro obligatorio
La Ley de los Servicios de Vialidad, Tránsito y Transporte del Estado establece la obligación del uso del taxímetro.
También en esta legislación queda estipulado que se tiene que entregar un recibo por los servicios otorgados al cliente.
En el aparatado sexto del artículo 173 se señala que el concesionario será sancionado por “no usar taxímetro o cobrar una cuota mayor a la que resulte de aplicar la tarifa correspondiente”.
También en el artículo 85 se especifican los tipos de tarifas.
Y es que según la legislación se debe cobrar por taxímetro o “con tarifas establecidas previamente de acuerdo a la zonificación autorizada por conducto de la dependencia del Ejecutivo”.
Como parte de los derechos y obligaciones del taxista establecidos en el artículo 97, se señala claramente que se debe “cobrar a los usuarios el precio que establezca la tarifa vigente”, así como “entregar al usuario en su caso contra el pago del previo, el boleto o comprobante correspondiente”.
Por otro lado, en el artículo 128 se indica que el Ayuntamiento, así como las instancias de gobierno relacionadas, están facultadas para “dictar todas las disposiciones encaminadas a que los sitios no se conviertan en focos de molestias para el vecindario, para los transeúntes o en obstáculos para la circulación”.