‘Te amo con todo mi corazón abuela’
“Te amo con todo mi corazón abuela”, le gritó su nieto, el diputado federal, René Fujiwara Montelongo, a Elba Esther Gordillo, al despedirse de ella en su celda de Santa Martha Acatitla.
La poderosa líder, en ese momento, vestía la reglamentaria casaca beige que sirve de uniforme entre la población penitenciaria de ese centro de readaptación social.
Icela Lagunas
“Te amo con todo mi corazón abuela”, le gritó su nieto, el diputado federal, René Fujiwara Montelongo, a Elba Esther Gordillo, al despedirse de ella en su celda de Santa Martha Acatitla.
La poderosa líder, en ese momento, vestía la reglamentaria casaca beige que sirve de uniforme entre la población penitenciaria de ese centro de readaptación social.
Se acercaban los primeros minutos del miércoles 27 de febrero. La noticia de la detención de la poderosa maestra, líderesa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ya había causado revuelo en todo el país y en el mundo.
El joven legislador, de apenas 28 años, fue el primer familiar en visitar a Elba en prisión y quien le llevó una bolsa negra con ropa, que contenía unos pants.
Fujiwara Montelongo salió de la cárcel de Iztapalapa con un gesto de preocupación. La mujer que dejó en la celda no se parecía mucho a la poderosa abuela que conoce de cerca. Ya no manoteaba más, ni lanzaba frases lapidarias sobre el gobernante de turno.
La Maestra estaba débil. No fingía, describió uno de los responsables de la recepción de la maestra al Sistema Penitenciario del Distrito Federal.
La maestra se colgaba de uno de los elementos de Santa Martha que la condujo hacia su celda. Tuvo que subir dos pisos, pues ahí se encuentra la zona de ingreso, donde se la evaluó antes de transferirla al Centro de Observación y Clasificación (COC) y de ahí a la población abierta.
Problemas en los riñones
Tras una revisión física, los médicos elaboraron apuntes: “Insuficiencia renal moderada en riñón único derecho con filtración”, escribió uno de los especialistas.
A pregunta expresa, la lideresa manifestó que en días próximos iba a ser sometida a una intervención quirúrgica debido a esos malestares que la aquejaban.
Elba temblaba y luego, cuando le pidieron que se colocara el uniforme beige que caracteriza a las internas de la cárcel, rompió en llanto. Habló de que “se la habían cuadrado” para hacerla caer.
Tras medirle la presión, estaba disparada. Le sugirieron tranquilizarse. De su costosa bolsa de asa amarilla y cuerpo color café, sacó unas pastillas que se tomó de inmediato para relajarse.
Los médicos de la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal le dieron su tiempo.
Mientras tanto, el sistema penitenciario capitalino resolvía otro frente. Una mujer, de la Procuraduría General de la República (PGR), tenía la encomienda de ingresar a la lideresa hasta la prisión.
La mujer portaba un pasamontañas y flanqueó a la Maestra, desde el momento en que se abrieron las puertas de Santa Martha Acatitla para recibir a una de las inquilinas más poderosas de México.
Minutos antes, como parte de esa operación, los elementos federales habían consumado la orden de aprehensión contra Elba Esther por desvío de recursos, lavado de dinero y delincuencia organizada.
La misma mujer de la PGR llevaba un arma de fuego, por lo que le solicitaron que la dejara o que, en su caso, abandonara las instalaciones del penal.
Pocos daban crédito a lo que ocurría. Ahí estaba Elba. Lucía vencida.
Por eso, cuando René Fujiwara le gritó “Te amo con todo mi corazón abuela”, hubo silencio.
El también dirigente de Nueva Alianza buscaba infundirle ánimo a su abuela. No era la primera vez que públicamente le daba muestras de cariño y respeto.
“Yo amo a mi abuela, soy feliz. La neta, no hay mejor abuela que ella”, dijo en una entrevista al periódico La Jornada en abril de 2012.
Mientras todo eso ocurría en Santa Martha Acatitla, otros familiares y amigos de la Maestra actuaban en consecuencia.
La policía preventiva del Distrito Federal registró una intensa movilización en el departamento propiedad de Elba Esther Gordillo, que se ubica en la exclusiva zona de Polanco.
Hasta la calle de Galileo número 7, en esa colonia, llegaron varias camionetas, una rotulada con calcomanías del partido Nueva Alianza.
Los tripulantes de los vehículos mostraban prisa. Ingresaron al estacionamiento subterráneo y se les vio sacar varios cuadros de pinturas, obras de arte, que intentaron ocultar con cobijas y otras telas.
El escándalo iba en aumento. Las noticias sobre las ostentosas compras de la lideresa en la exclusiva tienda Neiman Marcus alimentaban el morbo y repuntaban los miles de comentarios en las redes sociales que aplaudían la detención de Elba.
Que si compraba Gucci, Louis Vuitton y otras tantas aficiones que, por cierto, tiene en común con otro de los polémicos líderes cuya permanencia al frente del sindicato de Pemex, está en la mira: Carlos Romero Deschamps y las excentricidades de sus hijos.
¿Sigue Romero Deschamps?
Desde otra trinchera, los petroleros que encabezan la lucha por lograr el reconocimiento de Jorge Hernández Lira como nuevo secretario general del sindicato de PEMEX, electo en votación del 19 de octubre de 2012, confían en que después de Elba Esther, caerá Carlos Romero Deschamps.
Hoy, el juez Ricardo Guzmán Wolffer tiene en sus manos la decisión de dar luz verde al movimiento petrolero para que la Secretaría del Trabajo reconozca la elección de su líder con el 71 por ciento de la votación y expulsar a Romero Deschamps del sindicato.
Lo que ocurrió con Elba Esther abre una esperanza para el movimiento de petroleros, aunque no todo está dicho.
En entrevista, Jorge Hernández Lira explica que, mientras viven este momento de indefinición, solicitarán a la Secretaría del Trabajo que PEMEX mantenga las cuotas retenidas a efecto de que no sean depositadas en las cuentas que maneja Romero Deschamps.
Parece que llegó el momento de rendir cuentas. Si Elba Esther ya está en el banquillo de los acusados, Romero Deschamps es otro de los líderes que necesariamente tendrá que dejar el sindicato, tras las múltiples acusaciones que obran en su contra y que, igual que las de la lideresa del SNTE, nunca prosperaron.
Y es que igual que las excentricidades de la maestra, ampliamente ventiladas en los medios por su afición a la ropa de marca, bolsos, zapatos y joyas, el caso de Romero Deschamps y sus hijos, van por el mismo camino.
Las cuotas de los sindicalizados petroleros tienen de fondo el mismo destino que las del sindicato de Elba. El Ferrari que conduce el hijo de Deschamps. Los viajes privados en avión. Los yates, los restaurantes, los bolsos Louis Vuitton de Paulina. Todo es un escándalo.
En ese sentido, Hernández Lira, envió un mensaje al presidente Enrique Peña Nieto para hacer valer a toda costa el Estado de Derecho en México.
Sigue Romero, se leyó en las redes sociales, después de que el senador y Elba anunciaran desde el año pasado su reelección al frente de los respectivos Sindicatos.
“El presidente es una persona que estamos viendo que está haciendo las cosas como debe ser, no es un Quinazo, está haciendo valer el Estado de Derecho”.
“Lo de Carlos yo pienso que debe tener una salida digna y las instituciones ya se encargarán de hacer lo correspondiente con él”, puntualizó Hernández, en espera de la resolución que podría cambiar el rumbo de los petroleros en México.