Tensión en el nuevo periodo legislativo del Congreso
El periodo ordinario del Congreso de la Unión comenzó marcado por las fricciones que se viven entre Morena y la Oposición después de que el partido guinda buscara prolongar su mandato en la Mesa Directiva de San Lázaro, situación que ha sido rechazada y la cual podría desembocar en una parálisis legislativa en caso de aprobarse
Imelda GarcíaA pesar de tener una inmensa lista de pendientes legislativos para cimentar la agenda de la llamada Cuarta Transformación, la bancada de Morena en la Cámara de Diputados decidió comenzar el nuevo año legislativo confrontándose abiertamente con la Oposición.
En su intento por no dar paso a que la segunda fuerza representada en San Lázaro presida la Mesa Directiva, tal como lo establece la Ley, y mantenerse con el control de este órgano legislativo, provocó fuertes protestas del PAN, la segunda bancada en número, del PRI, del PRD y de Movimiento Ciudadano.
Ayer, Morena y sus aliados —PT y PES— sometieron a votación del Pleno de la Cámara de Diputados una iniciativa para modificar la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos para que, si un grupo parlamentario posee la mayoría absoluta, se quede al frente de la Mesa Directiva por tres semestres legislativos —la mitad del periodo—; la segunda mitad se dividiría entre las fuerzas decrecientes. Además, se permitiría la reelección de los integrantes de la Mesa Directiva.
Esta propuesta fue rechazada por la Oposición, quienes acusaron a Porfirio Muñoz Ledo, actual líder de la Cámara, de ser un presidente espurio.
Ante esta situación y el creciente conflicto, Muñoz Ledo tomó la decisión, tras horas de debate, de dejar el cargo.
Temas como la revocación de mandato, la Ley de Austeridad Republicana o las leyes secundarias de la reforma educativa, además del Paquete Económico 2020, son solo algunos de los que Morena busca sacar adelante lo antes posible en este periodo legislativo.
La confrontación que ocurre en la Cámara de Diputados y en el Senado, entre Morena y los partidos opositores, hace que conseguir los votos de las reformas promovidas desde el Ejecutivo se puedan volver difíciles de conseguir.
Al interior de las bancadas de Morena también hay problemas. En el Senado, la confrontación entre los grupos afines al coordinador, Ricardo Monreal, y al expresidente de la Cámara alta, Martí Batres, augura un periodo complicado para el partido guinda.
Mientras que en la Cámara de Diputados, la inminente salida de Mario Delgado para competir por la presidencia nacional de Morena abrirá espacios a la competencia para ocupar su lugar, además de dejar al grupo parlamentario sin su negociador clave en la Junta de Coordinación Política.
Aferrados al poder en el legislativo
El inicio de sesiones en la Cámara de Diputados estuvo marcado por el conflicto que revivió la época previa a 1997, tiempos en que el PRI era el partido único y la Oposición no tenía participación alguna en la vida democrática del país.
El conflicto comenzó con la presentación de una serie de reformas a la Ley Orgánica del Congreso General por las bancadas de Morena, el PT y el PES.
En ellas, se propuso modificar el periodo de duración de la presidencia de la Mesa Directiva para que si una bancada tenía la mayoría del Pleno —como ocurre con Morena—, se quede al frente del órgano legislativo por los tres primeros semestres de la Legislatura y no solo dos, como se establece actualmente.
Al inicio de la sesión, el ahora expresidente de la Cámara, Porfirio Muñoz Ledo, presentó la iniciativa y afirmó que se sometería a votación por acuerdo de la Junta de Coordinación Política.
Sin embargo, dicho acuerdo fue desconocido por diputados del PAN, el PRI, el PRD y Movimiento Ciudadano, quienes rechazaron que se diera entrada a un asunto del que no se conocía siquiera la iniciativa.
“Este ha sido un procedimiento legislativo que ha iniciado plagado de irregularidades y que seguramente terminará en los tribunales (…) ¿Cómo es posible que un acuerdo que se somete a votación no había llegado ni siquiera a la Mesa Directiva? ¿Cómo es posible que una supuesta iniciativa no estuvo al alcance de ningún legislador en la Gaceta Parlamentaria? (…)
“Ha sido una lucha histórica de la izquierda de México buscar que se respeten las minorías en la democracia, y así se consiguieron reformas Constitucionales y legales que ustedes celebraron y que mereció su participación política. Defendamos la democracia, compañeras y compañeros”, lanzó Enrique Ochoa Reza, diputado por el PRI.
“En este país la primera vez que tuvimos una verdadera división de Poderes fue en 1997. Diputados como Porfirio Muñoz Ledo pelearon precisamente para que se diera un respeto a todas las minorías para que cada una de ellas fuera cambiando la Presidencia año con año (…)
Mientras el debate se encendía, diputados de Oposición subieron a tribuna mostrando una pancarta con la leyenda “No a la dictadura”, con los colores de Morena.
Dulce Alejandra Morlán, diputada por el PAN, recriminó que algunos legisladores de Morena, que antaño fueron minoría, hoy quisieran imponer la mayoría.
“Pablo Gómez. Noroña, ¿dónde quedó su congruencia? Tatiana Clouthier, ojalá reconsideres. Ojalá recuerdes esa batalla y esa lucha por la democracia que dio tu padre y quien para Acción Nacional aún sigue siendo un orgullo. Ojalá reconsideren. Hoy se les ha olvidado esa lucha, esa lucha a favor de la democracia y de las minorías”, sentenció Morlán.
A la defensa salió Tatiana Clouthier, quien dijo que el fracaso de Acción Nacional se debe y se ha debido a que se han alejado de los valores que Maquío promovió.
“Dipumoches, diputables, es lo que hoy tienen y es lo que los ha llevado al fracaso”, lanzó Tatiana Clouthier.
Mario Mata, diputado del PAN, acusó a Morena de traicionar el juramento que prestaron cuando protestaron como diputados, al comprometerse a cumplir la Constitución Política.
“Se han convertido en lo que que tanto criticaron. Son unos lacayos, marionetas de un tirano que tuvo el beneficio de la duda y ahora es una decepción. Quédense con su Mesa Directiva”, expresó Mata ante gritos de los morenistas que protestaban contra él.
La Oposición criticó que Morena conformara su mayoría de manera artificial, pues no la consiguió en las urnas, sino con otros legisladores que cambiaron de bancada y se unieron a Morena.
Por ejemplo, los aliados del partido guinda hicieron movimientos para que el PT sumara diputados a sus filas y aumentara su número a 33, para que tuvieran derecho a presidir la mesa directiva.
Así, en orden descendiente seguiría al frente de este cargo el PAN, que tiene 39 diputados; el PT, que tiene 33; y el PES, con 26.
Sin embargo, si más diputados deciden cambiarse de grupo parlamentario y fortalecer al PT y al PES, el orden de la presidencia de la Mesa Directiva puede cambiar.