Termoeléctrica La Charrería: la lucha ciudadana
La organización ambientalista Un Salto de Vida logró la cancelación de la termoeléctrica ‘La Charrería’, en Juanacatlán, Jalisco, una megaobra con una inversión extranjera de 759 millones de dólares, es decir, más de 14 mil millones de pesos
Luis HerreraLa reciente cancelación de una termoeléctrica en el municipio de Juanacatlán, Jalisco, que implicaba una inversión extranjera de 759 millones de dólares, es decir, más de 14 mil millones de pesos, tiene detrás la lucha perseverante de una organización ciudadana: Un Salto de Vida.
Un Salto de Vida hizo una campaña de información y realizó protestas por los daños ambientales que habrían generado las instalaciones de la termoeléctrica
Aunque la labor de esta agrupación fue omitida por el Gobierno de Jalisco cuando anunció la cancelación de ese megaproyecto el pasado 17 de diciembre, quienes han encabezando la resistencia contra esas instalaciones son los ciudadanos de esa organización.
Desde meses atrás, cuando el tema de la termoeléctrica “La Charrería” no aparecía en absoluto en la narrativa del gobernador Enrique Alfaro Ramírez, ni de su gabinete, Un Salto de Vida ya tenía en marcha toda una campaña de información y protesta por los daños ambientales que habrían generado esas instalaciones.
El 20 de noviembre pasado emitió el “Pronunciamiento del Pueblo de Juanacatlán contra la Termoeléctrica y el Gasoducto”.
“Hoy marchamos para defender la vida, contra un proyecto de muerte que busca industrializar Juanacatlán con la instalación del gasoducto de la empresa nacional Fermaca y de la termoeléctrica de la empresa española Fisterra”, señaló.
Ante lo que pareció ser un intento de las autoridades por “invisibilizar“ la movilización de esta organización, la asociación emitió un posicionamiento en el que reivindicó la cancelación de la megaobra, la cual por sí sola habría traído un capital apenas por debajo de todo lo que recibió Jalisco en 2018 por Inversión Extranjera Directa: 842.6 millones de dólares, según el Instituto de Información, Estadística y Geografía estatal.
El anuncio que hizo ayer el Gobierno de Jalisco sobre la cancelación de la #Termoeléctrica “La Charrería” es reflejo de la lucha de los pueblos. Esta victoria, como lo ha dicho mucha gente que se involucró desde un inicio, es de quienes luchamos a pesar de recibir críticas, descréditos y hasta amenazas a nivel local
“La decisión de ayer fue por la movilización, por las denuncias, por dar a conocer todos los vicios e inconsistencias del proyecto y a sus involucrados con documentos oficiales y científicos, no con chismes.
“La decisión es también por la visibilización que se ha hecho a nivel nacional e internacional del caso, es por las recientes declaraciones de Semarnat sobre el infierno ambiental que vivimos en El Salto y Juanacatlán, que las hicieron porque nos organizamos para presionarlos”, agregó.
La termoeléctrica y el cambio climático
Según la versión del Gobierno de Jalisco, la termoeléctrica “La Charrería” no debe construirse en Juanacatlán, que es parte de la metrópoli de Guadalajara.
Esto porque funcionaría a base de combustibles fósiles que causan el cambio climático, además de que el hecho de que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que autorizó el Gobierno federal presenta inconsistencias.
En su mensaje, el gobernador Alfaro Ramírez dijo que se priorizarán de aquí en adelante los proyectos basados en energías sustentables.
“El Gobierno de Jalisco y el Gobierno de Juanacatlán no vamos a permitir el proyecto de la termoeléctrica en este municipio. Vamos a hacer un llamado a la inversión privada para que se entienda que en Jalisco vamos a resolver nuestros problemas de abasto de energía apostando a energías limpias y que no vamos a seguir comprometiendo el futuro de las nuevas generaciones”.
La estrategia jurídica que seguirá el Gobierno de Jalisco para impedir la instalación de la termoeléctrica “La Charrería” consistirá en interponer un recurso administrativo de revisión ante la misma Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para que dé marcha atrás a la validación que emitió de la MIA del proyecto.
Pero el camino no luce sencillo, pues además de la arista medioambiental que autorizó la Semarnat, la termoeléctrica ya cuenta con otras autorizaciones federales a su favor, tanto en la Secretaría de Energía como de la Comisión Reguladora de Energía, según lo expuso la coordinadora General Estratégica de Gestión del Territorio, Patricia Martínez Barba.
Para dimensionar la aportación que generaría esa instalación a los Gases de Efecto Invernadero (GEI) de Jalisco, siendo estos causantes del cambio climático, el secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Sergio Graf Montero, dijo que sería equivalente al 21 por ciento de los GEI emitidos por todo el sector transporte vehicular, al 63 por ciento de los del sector pecuario o al 62 por ciento de los del manejo y disposición de los residuos sólidos urbanos.
“No estamos en contra de la inversión privada en fuentes de energía”, dijo el funcionario, “pero sí rechazamos los proyectos dependientes de combustibles fósiles y sus consecuencias ante la emergencia climática”.
Sigue la lucha
Con una inversión en juego de más de 14 mil millones de pesos, la organización Un Salto de Vida advierte que la empresa detrás de la termoeléctrica, Fisterra, probablemente combatirá la cancelación anunciada por el Gobierno de Jalisco.
Por lo que se dijo preparada para continuar vigilante del actuar de las autoridades tanto locales como federales.
“Seguiremos atentos y activos de todo el proceso que derive, así como en contra de todo lo que atente contra nuestra vida y contra nuestro territorio. #Fisterra no se va a quedar con los brazos cruzados.
“El Gobierno de Juanacatlán debe sepultar todo rastro de la termo revocando los acuerdos que la administración anterior llevó a cabo para que avanzara el proyecto, donde estuvieron involucrados funcionarios que actualmente siguen en sus cargos”, agregó.
La organización señaló que continuará con sus labores para la protección y remediación del Río Santiago, uno de los más contaminados.
“Seguiremos trabajando para que la declaratoria de emergencia ambiental y sanitaria sea efectiva y justa para la cuenca del Río Santiago y para quienes la habitamos”.
