Modotti, precursora del fotoperiodismo que México expulsó por comunista

Era una mujer italiana brillante en las artes desde su juventud. Nacida en 1896 en Friuli, Italia, se desempeñó como fotógrafa, modelo, actriz y activista política que le costaría amistades y hasta su lugar de residencia.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Era una mujer italiana brillante en las artes desde su juventud. Nacida en 1896 en Friuli, Italia, se desempeñó como fotógrafa, modelo, actriz y activista política que le costaría amistades y hasta su lugar de residencia.

Cuando tenía 16, migró junto a su padre hacia San Francisco, California y se sintió atraída por las artes junto con la comunidad de migrantes italianos con la que convivía. Pero apenas tenía 21 años cuando se casó con Roubaix de l’Abrie Richey, mejor conocido como “Robo”, con quien se mudó hacia Los Ángeles para continuar con su carrera en la industria de la filmación.

Gracias a este traslado y a su matrimonio, es que conoció al fotógrafo Edward Weston y a su asistente Margrethe Mather, con quienes trabajaría posando por tres años.

Llegada a México

Modotti llegó a México para seguir a su esposo Robo, quien la persuadía de venir constantemente con descripciones de la Ciudad de México.

Cuando ella finalmente se decidió a venir, encontró que su esposo murió dos días antes de que ella llegara a la capital. Sin embargo, eso no la disuadió para dejar el país o las relaciones afectivas, pues regresó con Weston, dejando a Margrethe en Estados Unidos.

Es en este lapso en el que tanto ella como Weston se mueven en la escena bohemia de la ciudad, pero también cuando inician relaciones con activistas y líderes políticos comunistas, de acuerdo con la historia biográfica de su sitio oficial.

Ella se unió al Partido Comunista Mexicano para 1927 y es aquí cuando su trabajo fotográfico toma esencias más políticas, pues las primeras fotos de Tina eran en su mayoría abstractas, pero luego se interesó por los conflictos cotidianos que existían en México.

Su fotografía cambió de foco para representar a los trabajadores cotidianos y al arte popular extraordinario de la Ciudad de México, que incluía documentar gran parte del movimiento mural mexicano.

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En México, Modotti hizo amistad con artistas como Antonieta Rivas Mercado, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Pablo Neruda, José Clemente Orozco, Blanca Luz Brum, Vittorio Vidali, Nahui Ollin, María Tereza Montoya y Frida Kahlo.

Es por ello que se convirtió en la fotógrafa “no oficial” del movimiento naciente de muralistas, al documentar el trabajo que realizaba José Clemente Orozco y Diego Rivera; sería al año siguiente en 1929 cuando realizaría una de sus exhibiciones más importantes, lo cual la situó en la cúspide de su carrera.

Debut y despedida

Al siguiente año de esta exposición, tuvo que poner su cámara en reposo pues las “contradicciones” políticas y económicas en el país se intensificaron, junto con la represión de disidentes políticos.

En enero de 1929, su compañero afectivo y líder del Partido Comunista en México, Julio Antonio Mella, fue asesinado presuntamente por agentes del gobierno cubano. Para entonces, Modotti ya era un blanco fácil de las autoridades mexicanas e italianas, por lo que fue cuestionada sobre este asesinato y sobre un intento de homicidio contra el presidente de entonces, Pascual Ortiz Rubio.

De acuerdo con su sitio oficial, Modotti fue señalada por la prensa mexicana -que llevaba una intensa campaña anticomunista y antimigrantes- como la “salvaje y sangrienta Tina Moddotti” y, a pesar de declararse inocente, los medios la asumían como culpable.

Por esta campaña, Modotti fue expulsada en febrero también de 1930 hacia Rotterdam. Viajó vigilada en un barco y logró escapar de la extradición que las autoridades italianas exigían. Sin embargo, viajó hacia Berlín donde buscó unirse a la resistencia antifascismo, pero tuvo que aislarse en Moscú ante la precariedad de su situación.

“María” Modotti

Los siguientes años se unió a varias misiones en Europa de la organización comunista Ayuda Internacional de los Trabajadores, que la traslado a España cuando se suscitó la guerra civil de ese país. Llegó bajo el pseudónimo de “María” y ahí trabajaría junto al político Vittorio Vidali hasta que decidirían regresar a México.

Al llegar a México, ella falleció en 1942 a causa de una “falla” del corazón, aunque muchos consideraron su muerte como sospechosa. Fue enterrada en el Panteón de Dolores de la Ciudad de México y en su lápida se puede leer un verso compuesto por el poeta chileno Pablo Neruda.

Tina es recordada como una de las precursoras de hacer fotoperiodismo en el país y América Latina, según el historiador John Mraz. 

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