Tiran los dados en BC
Las elecciones en Baja California ya iniciaron y en 60 días la ciudadanía decidirá si el PAN se mantendrá en el poder o si le darán una oportunidad al partido guinda de gobernar y seguir ganando posiciones de poder en el país
Salvador Vega[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_hu8t7w4m” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /]
Con el comienzo oficial de las campañas para la renovación del poder Ejecutivo en el estado de Baja California, el juego de altas y bajas; dimes y diretes e intentos de convencimiento por parte de los principales aspirantes a los cargos públicos en disputa ya inició en la región.
La movilización de las estructuras, a menos de un año de los comicios federales de 2018, dejó a los ciudadanos con poco espacio para superar la resaca electoral que se vivió luego del triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ahora, serán los mismos bajacalifornianos los que decidirán en 60 días el rumbo de su estado para los próximos años.
A excepción de Puebla, que se integró al calendario electoral para celebrar elecciones extraordinarias, Baja California es la única entidad del país en donde se disputa la renovación integral del poder Ejecutivo: la gubernatura y los cinco ayuntamientos de la demarcación –Mexicali, Ensenada, Rosarito, Tecate y Tijuana. De igual forma, los 25 escaños que componen en la actualidad la vigésima segunda legislatura del Congreso local –17 de mayoría relativa y ocho lugares de representación proporcional– estarán en juego en las boletas el próximo 2 de junio
Crispado por la presencia de grupos criminales que reactivaron la violencia en la región, por una problemática migratoria que desquebrajó el tejido social y por una sensación generalizada de vació de poder.
Este año, las probabilidades de que la máxima silla estatal quede en manos de Morena son elevadas, por lo que el partido blanquiazul invertirá gran parte de su capital político en intentar convencer a los ciudadanos de optar por la continuidad.
Sin embargo, esa no será una tarea sencilla. Durante la primera quincena del mes de marzo, Tijuana fue declarada como la ciudad más violenta de México y del mundo, superando a Acapulco y Ciudad Juárez en nuestro país y a Caracas en Venezuela.
No obstante, los panistas lograron esquivar los señalamientos, defendiendo la postura de que la culpa del incremento en la incidencia delictiva se debe al abandono de la federación y no a malos manejos de los cuales se les acusa.
Reacomodo del tablero
Para este año, las figuras de las alianzas políticas cambiaron de forma radical en comparación con el año pasado.
Morena, encabezando la coalición Juntos Haremos Historia, va para este proceso de la mano con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Partido del Trabajo (PT) y el partido Transformemos —creado a partir de un sector disidente dentro del Partido Encuentro Social (PES) de Baja California—. En conjunto impulsarán a Jaime Bonilla Valdez para la gubernatura de dos años.
Por su parte el PAN, con José Óscar Vega Marín, buscarán escalar los más de 20 puntos porcentuales de diferencia que los separaron de Morena en las elecciones federales de 2018.
En el caso específico del PRD, este año se posicionan como la tercera opción en el escenario político, incorporando a sus filas a Jaime Martínez Veloz –quien rompió su relación con el partido guinda este mismo mes– y al teniente Julián Leyzaola, quien fuera exdirector de la policía municipal de Tijuana. Ambos candidatos buscarán la gubernatura y la alcaldía, respectivamente. Contra toda probabilidad, el PRI se lanzará al proceso en donde competirá con Enrique Acosta Fregoso, exdirigente estatal del tricolor.
Otros de los organismos que participarán en la contienda son el Partido de Baja California (PBC) con Ignacio Anaya Barriguete –alpinista profesional que participó como abanderado del PVEM para el Senado de la República en las elecciones del 2018– y Movimiento Ciudadano (MC), instituto que registró al arquitecto de extracción panista, Héctor Osuna Jaime, quien fungió como alcalde de Tijuana en el periodo 1992 a 1995.
La Reelección
El alcalde de Tijuana Juan Manuel Gastélum Buenrostro se prepara desde este momento para pedir licencia el próximo 15 de abril y así participar en el proceso democrático en busca de la reelección.
Gastelum asegura que la ciudad que representa está creciendo y, aunque no negó las problemáticas que enfrentan, afirmó que eso “no puede restar las cosas buenas que estamos haciendo”.
Confiado de tener probabilidades de permanecer por otro período, el edil presumió sentirse arropado por el sector empresarial de la región.
“Tenemos (en los empresarios) un gran aliado […] Nunca me han dejado solo, siempre están con la ciudad, empujando al representante y vigilando que las cosas se hagan bien”.
En la cola de la serpiente
Con su continuidad en el estado fronterizo en juego, la plataforma del PAN se concentra desde este momento en la figura de Óscar Vega Marín, político que participó en el gabinete de seguridad del expresidente Felipe Calderón.
“Necesitamos replantear la relación que tienen los gobiernos con la sociedad. Hoy en día hay un ambiente de falta de confianza, de desgaste; de una sensación de que los gobiernos se alejaron de las causas de la sociedad y de que de repente nos ganó la soberbia y la falta de generosidad”, consideró el aspirante en entrevista.
Consciente de ser el hombre que podría darle continuidad al gobierno de “Kiko” Vega, el candidato reconoce que las controversias generadas durante la actual administración jugarán en su contra.
La más reciente de ellas, la deuda de mil 9 millones 479 mil 347 pesos contraída con la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), un asunto que el actual gobernador dejará sin resolver. “El problema es la falta de solidaridad del Gobierno federal con los gobiernos estatales.
“En Baja California destinamos 6 de cada 10 pesos de todo el presupuesto del estado en educación. ¿Y sabes cuánto destina el gobierno de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México?, cero pesos con cero centavos, está 100 por ciento subsidiado”, expuso Vega Marín.
A su consideración, esta clase de retos como la ausencia de pago a los maestros, tienen que ver con la falta de solidaridad de la federación, con el retraso de participaciones y la carencia de agilidad y apoyo para la restitución de estos ingresos. Siendo el asunto principal una “falta de comunicación”.
Desgaste general
El candidato blanquiazul, quien arrancó el día de ayer su campaña a través de los cinco municipios, refiere que, tres décadas después de gobernar Baja California de forma ininterrumpida, el PAN ha convertido a la entidad en la región con mayor “empuje”, en términos de desarrollo económico, del país.
Para él, los lujos y el estilo de vida que los propios gobernantes del estado han mantenido son uno de los factores que incentivaron el hartazgo de la ciudadanía en la pasada elección.
“Yo estoy seguro que entiendo con claridad lo que la sociedad pidió en las elecciones presidenciales de 2018. Pidió que los gobernantes seamos más sencillos, que el gobierno cueste menos y que invierta más en la sociedad”.
Sobre la posibilidad de resultar victorioso el próximo 2 de junio, Óscar Vega afirmó no tener dudas de llegar a la máxima silla estatal, aunque las encuestas realizadas hasta ahora lo pongan muy lejos del candidato favorito en la contienda.
“Todas las encuestas que vimos hasta el sábado pasado me parecen herramientas de precampaña. La empresa Opus es propiedad de Jaime Bonilla, y es una empresa que publica una encuesta en donde a él le va muy bien… me parece hasta juego de niños”.
El solitario
Desfavorecidos, divididos y aún lastimados por la derrota en las pasadas elecciones, el PRI en Baja California se presenta en la contienda sin nada más que la posibilidad de perder.
Para David Ruvalcaba Flores, presidente del Comité Directivo Estatal, la contienda se desarrollará en un ánimo de participación en donde el tricolor aprovechará los cambios estructurales de su partido a nivel nacional para buscar convencer con su nueva oferta a los bajacalifornianos.
En fechas recientes, el PRI fungió como uno de los principales opositores del proyecto de Morena para la extensión del periodo de funciones del próximo gobernador, pasando de dos a cinco años.
Ruvalcaba Flores comentó que desde el primer momento en el que se intentó hablar del tema en el Congreso el PRI fue muy claro en su posición: “no discutimos si es bueno o malo, dos o cinco años. Lo que nosotros insistimos es que se debe cumplir con la legalidad. Es totalmente aberrante que se intente a toda costa, para beneficiar a un partido o a un candidato, la modificación a la ley”.
¿Victoria asegurada?
La llegada de Morena y el fenómeno de López Obrador en las urnas generó un gran desorden en la política del estado.
Su actual candidato, Jaime Bonilla Valdez, ha sido acusado de provocar divisiones internas y de impulsar la iniciativa de la extensión del periodo de gobierno al saberse favorecido en las encuestas.
El último de estos ejercicios realizado por la empresa Opus, posicionó a Jaime Bonilla y a su partido coaligado con 77.3 por ciento de intención de voto para la contienda del próximo 2 de junio.
Una elevada expectativa que no se descarta en vista de que, en la contienda del 2018, Bonilla Valdez obtuvo el mayor resultado registrado en una votación para senador en la demarcación, consiguiendo el 57 por ciento del voto total del estado.
En entrevista, indicó que el gobierno actual está ausente y sufre de muchas carencias.
“La presencia del gobierno es nula. En Tijuana tenemos un presidente municipal reprobado por la opinión pública, que todavía tiene el cinismo de buscar la reelección como si hubiera hecho tan bien el trabajo.
“No hay gobierno, ni municipal ni estatal. Se voltearon hacia otro lado y ejercieron cero acción hacia la delincuencia”, opinó Bonilla.
Para el candidato, el discurso de su rival Óscar Vega está bien “en la retórica” y en el reconocimiento de que las cosas no han estado bien, pero si el organismo político quiere convencer a la ciudadanía de cambios auténticos, necesitan otra clase de medidas.
“Si quieren que les crean, pues que metan a su gobernador a la cárcel y a su presidente municipal. Entonces les vamos a empezar a creer. Porque ellos saben perfectamente y han solapado un gobierno corrupto, un gobierno desentendido que lo único que le interesa es ellos mismos”.
Sin confrontación
El exsenador y exdelegado federal, respondió a las críticas que lo responsabilizaban de impulsar el proyecto para la extensión del cargo en disputa.
“Pueden decir que son berrinches de nuestro partido o mío. Pero simple y sencillamente es un derecho político que tiene cada quien para buscar lo mejor para su partido y para su estado. Yo creo que los demás partidos tienen miedo, porque si no tuvieran miedo estarían pugnando porque la gubernatura fuera de 10 años”.
Bonilla expresó que los ataques que vendrán en su contra durante los próximos 60 días son porque sus oponentes se saben “perdidos”, y buscan cualquier oportunidad o vestigio de desgaste del gobierno de Morena para regresar de forma impune a “las corruptelas de los últimos 30 años”.
En otro aspecto, informó que justo como hizo el año anterior en su campaña rumbo al Senado, procurará no participar en debates.
Para él, el mensaje y el tiempo a invertir es directamente con los bajacalifornianos, por lo que procurará visitar las regiones más alejadas del estado para decirles que tienen “un gran presidente”.
El rebelde
Anticipando la confrontación con su otrora colega morenista, Jaime Martínez Veloz indicó que buscará debatir de cara a los bajacalofornianos.
“La democracia te permite el contraste de las ideas y de las propuestas. Claro que Bonilla no va a querer ir a los debates. ¿Cuál es su temor? Lo que esconde detrás de su candidatura: sus negocios y vínculos con Kiko Vega”.
Para el disidente de la Cuarta Transformación, la postura de su contrincante, es exactamente opuesta a la impulsada por el presidente, quien ha venido planteando desde su campaña presidencial la transparencia y el final de la corrupción.
Asimismo, denunció una supuesta compra de medios de comunicación y radiodifusión para fomentar la candidatura de Bonilla Valdez.
El candidato del PRD buscará en los próximos meses promover su plataforma de protección a las etnias de la región, las cuales se encuentran en una situación de vulnerabilidad y desatención por parte del gobierno local.