La estrategia jurídica que emprendió el Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga contra Petróleos Mexicanos (Pemex), por negligencia ambiental en la atención de las tomas clandestinas y sus derrames de combustible, podría sentar un precedente a emular por otros municipios con daños similares.
La última gran crisis que vivió ese municipio por una de estas tomas el 11 y 12 de abril pasados, bañó de hidrocarburo a un campo de cultivo de casi una hectárea que quedó sin vida, no apto ya para las actividades agropecuarias que ahí se desarrollaban, según su Diagnóstico Técnico de Daños y Afectaciones Ambientales.
Reporte Indigo tuvo acceso al paquete de denuncias que presentó Tlajomulco contra Pemex por esos hechos, y donde busca sanciones penales y administrativas contra sus funcionarios, ante instancias como la Procuraduría General de la República (PGR), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).
El gobierno del alcalde Alberto Uribe hace acusaciones directas contra la petrolera, no solo por la demora en su reacción ante ese derrame que causó la evacuación de más de 3 mil habitantes, también porque nunca remedió el daño ambiental.
La presentada ante la ASEA, con sello de recibido del 26 de abril, exige en su punto tercero: “se finquen las responsabilidades correspondientes a la paraestatal Pemex (…) por su actuar negligente e irresponsable en perjuicio del medio ambiente dentro del municipio”.
También solicita que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) realice la reparación inmediata de los daños con cargo al fondo de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.
Más que un retador
La problemática ambiental que vive Tlajomulco, al sur de Guadalajara, con las tomas clandestinas, aun siendo la más intensa de todo Jalisco, no es muy distinta de la que se presenta todos los días en otros muchos municipios del estado y el país.
La diferencia está en que ese municipio, con un presupuesto de 2 mil 836 millones de pesos, tiene capacidad para diagnosticar el impacto ambiental que dejan estas actividades del crimen organizado –cuenta con una Fiscalía Ambiental propia-, e intentar que responda Pemex por ello.
En el Diagnóstico que su Fiscalía Ambiental levantó tras los hechos del 11 y 12 de abril se describen los graves daños que causó ese solo derrame.
“En el sitio afectado se observa una elevada alteración de las características físicas, químicas y biológicas de los factores medioambientales, en grado tal que suponen a un riesgo inaceptable para la salud humana y los ecosistemas.
Se hallaron “dañados en el área crítica sujetos forestales de las especies sauce, zapote y guamúchil; especies arbustivas como la higuerilla y pastos nativos e inducidos”, mientras que la fauna “que se pudo observar son roedores pequeños”, como ardillas y ratones de campo; la culebra chirrionera; y aves diversas como ticús, zanate, torcacita y agrarista.
Agricultura muerta
El derrame trajo efectos funestos para la vocación agrícola del suelo impactado, según ese Diagnóstico, pues “fue impregnado con alrededor de 147 mil litros aprox. de combustible, considerando que se derramaron 42 mil litros por hora”.
El tipo de suelo era regosol éutrico, “rico en nutrientes o bases (Ca, Mg, K y Na); se considera que estas propiedades presentan una de las mejores características para las prácticas agrícolas, que a consecuencia de los lamentables acontecimientos se encuentran prácticamente extinguidas hasta en tanto se lleve a cabo la remediación y restauración de la zona”.
Constató “zonas de absorción y escurrimiento e impregnación de hidrocarburo en el suelo en profundidades que van desde los 150 cm de infiltración del combustible, hasta los 20 cm, lo que conlleva una estela de muerte del medio micro-biótico del suelo, afectación a nutrientes del mismo”.
Lo cual “no es compatible con la vida, con la agricultura y con la siembra de pasto para venta en rollo, actividades que se desarrollan en la zona del siniestro; con el posible riesgo que representa la contaminación del hidrocarburo para el manto freático superficial y subterráneo”.
Afectados
El Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga detalló los daños por la fuga de hidrocarburo en abril pasado:
>> 9,546
Metros cuadrados la superficie aproximada dañada por el derrame en la toma clandestina
>> 150
Metros el radio en que dejaría efectos nocivos, y más moderados en un radio de 300 m.
>> 6,873
Tomas clandestinas a nivel nacional identificó Pemex en todo el 2016
La ordeña
Mayor incidencia de tomas clandestinas en Jalisco entre 2007 y 2017:
Zona Tomas
Tlajomulco 364
Zapotlanejo 303
Tala 253
Degollado 151
Atotonilco El Alto 125
Tototlán 74
Lagos de Moreno 55
El Arenal 54
Ayotlán 53
Zapopan 40
Jalisco 1,588
Fuente: Pemex, estadística a febrero 2017.
Caso PGR
Según la relatoría que hizo Tlajomulco ante las instancias federales, entre estas la PGR, fue a las 23:51 horas del 11 de abril que tuvo conocimiento de la fuga de combustible en los alrededores de los fraccionamientos Los Encinos, Villa Terra Nova y Los Robles.
La misma se reportó a Pemex minutos después, a las 00:06 del 12 de abril, pero su personal llegó hasta a las 02:49 horas, y suprimió la fuga hasta las 3:26, tras casi tres horas y media en las que el daño creció, y “lapso de tiempo en que la vida de muchas personas estuvo en grave riesgo”.
La denuncia en la PGR, con sello de recibido del 26 de abril, elaborada por el síndico, Carlos Jaramillo, dice: “Acudo ante esa delegación de la PGR a querellarme respecto a los hechos, de los cuales se desprenden conductas antijurídicas, cometidas por la paraestatal Pemex y/o en contra de quien y/o quienes resulten responsables por la comisión del delito establecido en el art. 414” del Código Penal Federal.
Ese delito ambiental prevé de uno a nueve años de prisión “al que ilícitamente, o sin aplicar las medidas de prevención o seguridad” abandone, deseche o descargue sustancias peligrosas que causen un daño ecológico.