Tlajomulco, tierra de narco y lavado
Narcotráfico, lavado de dinero, fosas clandestinas, robo de combustible, inseguridad y desapariciones convergen en Tlajomulco de Zúñiga, municipio que desde hace más de una década experimenta uno de los crecimientos poblacionales más grandes del estado.
Localizado en una zona geográfica clave para el trasiego de drogas, armas y precusores químicos provenientes desde la costa sur de Michoacán y Colima, Tlajomulco y su periferia han sido escenario del crimen.
Paloma Robleshttps://www.youtube.com/watch?v=-StI1Pg6Fo8
Narcotráfico, lavado de dinero, fosas clandestinas, robo de combustible, inseguridad y desapariciones convergen en Tlajomulco de Zúñiga, municipio que desde hace más de una década experimenta uno de los crecimientos poblacionales más grandes del estado.
Localizado en una zona geográfica clave para el trasiego de drogas, armas y precusores químicos provenientes desde la costa sur de Michoacán y Colima, Tlajomulco y su periferia han sido escenario del crimen.
Con amplios terrenos rurales, salidas a la carretera a Chapala, Manzanillo y Zapotlanejo, Tlajomulco de Zúñiga también alberga al Aeropuerto Internacional de Guadalajara y por lo tanto es un sitio estratégico y de interés para el trafico y trasiego de toda clase de productos ilegales.
A nivel de política local Tlajomulco también es estratégico, pues es el único municipio de oposición en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), los otros siete municipios que conforman el área son gobernados por el PRI.
Tlajomulco de Zúñiga se ha convertido en el bastión del alfarismo en Jalisco. La llegada de Enrique Alfaro –líder de la oposición partidista– a la alcaldía en 2010, marcó un parteaguas en la vida política de ese municipio que desde entonces es gobernado por el partido Movimiento Ciudadano.
Pero lejos de la popularidad de quienes gobiernan ese municipio, Tlajomulco es un lugar con amplia presencia del crimen organizado.
En dicho municipio se han desmantelado casi una veintena de laboratorios (17 según registros de la prensa local) para la elaboración de metanfetaminas en poco más de tres años (de 2011 a la fecha).
En la detención el pasado primero de febrero del 2014 de Gerónimo Ibarra Alcaraz, alias “La Momia”, se localizó en la finca una tonelada de marihuana, 38 kilogramos de metanfetaminas, armas de fuego de distintos calibres, así como equipo táctico.
En septiembre del 2013 también se descubrió un narcolaboratorio de gran extensión en el Fraccionamiento el Arroyo de San Sebastián.
En 2012 se desmantelaron 13 laboratorios clandestinos, entre ellos el ubicado en el predio el Ventarrón con una extensión de 18 hectáreas, en donde se confiscaron más de 19 toneladas de precursores químicos.
Otro más en el Rancho Los Hernández en donde se incautaron más de mil 170 kilogramos de químicos para droga sintética.
En 2011, Tlajomulco de Zúñiga fue considerado uno de los sitios con mayor incidencia de narcolaboratorios en todo México.
Pero la presencia del narco en ese municipio no se limita a la elaboración de drogas. En Tlajomulco también se han registrado fugas clandestinas de gasolina y que generan una fuente millonaria de ingresos para el crimen organizado (véase Fugas con aroma a narcotráfico).
El pasado mes de octubre del 2013 estalló un ducto de la empresa Pemex ocasionado por una toma clandestina, en plena zona habitacional.
La fuga se localizó cerca de las fraccionamientos Chulavista y Vista del Mirador, lugares de amplia densidad poblacional y motivó la evacuación de más de cuatro mil 500 personas a albergues temporales.
La autoridad municipal reconoció que en los primeros 10 meses del 2013 se habían registrado un total de 20 tomas clandestinas en todo el territorio.
Después de Tala, Tlajomulco es considerado uno de los municipios de Jalisco en donde existe mayor incidencia de fugas clandestinas de hidrocarburos según cifras de la paraestatal Pemex.
Tlajomulco, la lavandería
Las actividades del narcotráfico en Tlajomulco también involucran a empresas legalmente constituidas.
Fraccionamientos de viviendas, plazas comerciales y granjas de ganado son algunos de los negocios de lavado de dinero que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) ha denunciado en los últimos tres años.
El pasado 27 de febrero la OFAC boletinó que las empresas Ganadera Cuemir y Cooperativa Avestruz Cuemir localizadas en Tlajomulco de Zúñiga, formaban parte de las empresas de lavado de dinero del Cártel de Sinaloa.
Estas empresas “se dedican a la cría de avestruces y de caballos de raza frisona”, se lee en el documento elaborado por la autoridad estadounidense.
En Julio de 2012 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, congeló las cuentas de todos los familiares del sinaloense Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”, que tras la caída de “El Chapo” Guzmán es considerado como uno de los capos más buscados.
Los familiares de “El Azul” administran en Tlajomulco de Zúñiga el fraccionamiento Provenza y el centro comercial Provenza Center, bajo dos razones sociales legalmente constituidas: Grupo Cinjab, S.A. de C.V. y Grupo Impergoza, S.A. de C.V.
Reporte Indigo reveló que el Grupo Cinjab, se constituyó el 7 de julio de 2008. En su formación participaron los cuatro hijos de “El Azul” Brenda Guadalupe, Juan Ignacio, Cristian Iván y Nadia Patricia Esparragoza Gastelum. (Véase Imperio Azul)
Por su parte Grupo Impergoza fue constituida el 27 de enero del 2009 y en ella participan también como socios los cuatro hermanos Esparragoza Gastelum y su madre, María Guadalupe Gastelum Payan.
La Familia de “El Azul” se habría asociado con los hermanos Mauricio, Diego y Alejandro Sánchez Garza, dueños del restaurante El Barbaresco y acusados en Estados Unidos por lavado de dinero del capo Rafael Caro Quintero (véase El triángulo del lavado).
Narcofosas, fenómeno conocido
En los últimos días Tlajomulco de Zúñiga se ha convertido en referencia nacional al descubrirse una fosa clandestina con un total de 19 cadáveres en un predio cercano a la población de La Calera.
Estos sitios clandestinos fueron encontrados tras la detención el pasado primero de febrero de Gerónimo Ibarra Alcaraz “La Momia”, sicario al servicio de uno de los líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El hallazgo de la fosa clandestina conmocionó a la opinión pública y motivó una batalla de declaraciones entre autoridades estatales y municipales.
Pues al menos dos policías municipales estarían siendo investigados por su presunto vínculo con el grupo delictivo.
El fiscal general del estado, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, refirió que se tenían varias líneas de investigación abiertas.
“Por desgracia todos ellos (los policías) han huido. Tuvimos que hacer un cambio de personal operativo de la Fiscalía para que empezaran a dar resultados”, apuntó el fiscal.
Mientras que el alcalde de Tlajomulco, Ismael del Toro, contestó que “si hay un policía o dos, o quien esté involucrado en la delincuencia organizada, el municipio de Tlajomulco lo que solicita es que nos ayuden a hacer una limpieza general del municipio”.
Pero el fenómeno violento de las narcofosas se arrastra desde años anteriores.
En marzo del 2006, se encontraron otros seis cadáveres en cuatro fosas clandestinas en el municipio de Tlajomulco, las indagatorias culminaron en la detención de cinco presuntos miembros del grupo criminal de Los Zetas.
Las fosas clandestinas pusieron al descubierto que en Tlajomulco el fenómeno de los desaparecidos sigue latente.
En 2012 el Centro para la Justicia, la Paz y el Desarrollo (CEPAD) reveló que del 2006 al 2011 aproximadamente 205 personas habrían desaparecido en Tlajomulco.
La cifra se agrava según el informe del Cepad al considerar que el 35 por ciento de los desaparecidos eran jóvenes estudiantes. El 54 por ciento hombres y el 46 por ciento mujeres.
Fraccionamientos como Santa Fe y Chulavista son los sitios en donde se registran el mayor número de desapariciones.