Elementos de fricción
El consenso de analistas apunta a que las demandas de Estados Unidos en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) incluirán algunos puntos ya acordados mutuamente por Canadá y México en el TPP, más algunas cláusulas adicionales, pero en gran medida no controversiales que producirán ganancias para el gobierno de Trump.
Lourdes GonzálezEl consenso de analistas apunta a que las demandas de Estados Unidos en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) incluirán algunos puntos ya acordados mutuamente por Canadá y México en el TPP, más algunas cláusulas adicionales, pero en gran medida no controversiales que producirán ganancias para el gobierno de Trump.
Sin embargo, no está descartado el riesgo de que la administración de Donald Trump incluya temas más controversiales durante las negociaciones, incluyendo: tarifas “resorte”, revisiones a cuestiones de tributación internacional y cláusulas monetarias, según un análisis de Citibanamex.
Manipulación cambiaria para reducir déficit
En una decisión que fue calificada “sin precedentes” por los analistas de Citibanamex. Estados Unidos buscará impedir una manipulación cambiaria por parte de sus socios mediante un “mecanismo apropiado”, como se describe en el documento que el USTR envió al Congreso.
Si bien, en un principio la critica de Trump en el asunto de la manipulación cambiaria se había centrado en China, a quien acusó de usar su moneda para beneficiarse en el comercio, ahora pretende incluir en el mismo lenguaje a México y Canadá en las pláticas del nuevo acuerdo trilateral.
El documento que entregó el representante comercial Robert Lighthizer al Congreso estadounidense incluye un apartado para establecer un estatuto modelo sobre la divisa, aplicable de forma general.
El gobierno buscará reducir el déficit comercial de Estados Unidos mejorando el acceso de los bienes fabricados en el país a los mercados de México y Canadá.
La carta destaca que ningún país debería manipular el tipo de cambio para lograr una ventaja competitiva injusta.
Al respecto, el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz Gallegos, opinó en entrevista que la manipulación cambiaria no opera a favor de las exportaciones de México, en el sentido de que normalmente la intervención de Banco de México y la Secretaría de Hacienda lo que busca es apreciar el peso.
“Más que hacerlo para mantener la moneda subvaluada y con eso ganar una competitividad por precios bajos, en realidad lo que acaban haciendo es lo contrario, cuando llegan a intervenir es para evitar que el peso se deprecia frente al dólar”, expresó.
En ese sentido, la lógica que plantea el gobierno estadounidense de buscar que no se intervenga en la flotación del peso frente al dólar, en principio es correcto que se busque la menor intervención posible; sin embargo, en el caso de México no operaría porque normalmente lo que ocurre es lo contrario.
“Ese elemento no debería generar demasiada controversia en la negociación porque México, al contrario de otros países como China, no busca subvaluar su moneda, evita que pierda valor”, agregó.
Por su parte, el economista Senior para México de Grupo Financiero Banorte, Alejandro Cervantes, declaró que el tipo de cambio no será impedimento para que las negociaciones se desarrollen en forma ordenada.
“Realmente no será un factor que vaya a estar jugando en contra de México para este proceso de renegociación del TLCAN”, resaltó.
Afectación por salvaguardas
Las salvaguardas sí serían un elemento de fricción en las conversaciones del TLCAN, cuya primera ronda fue definida entre el 16 y 20 de agosto, en Washington.
José Luis de la Cruz Gallegos explicó, que las desavenencias por este elemento va en el sentido del antecedente de proteccionismo del gobierno estadounidense hacia importaciones de otros países.
También está la propuesta de quitar el capítulo 19 del TLCAN sobre la eliminación de los mecanismos de resolución de controversias.
“Ahí sí habría una afectación porque Estados Unidos quiere que se use el marco legal de ellos como mecanismo de solución y se elimine el capítulo 19, entonces México quedaría menos protegido contra la acción discrecional de la autoridad comercial estadounidense”, apuntó.
Además, declaró que el tema laboral y salarial fue incorporado por Estados Unidos como mecanismo de presión en la negociación, porque es un aspecto que no se va resolver en el corto plazo, debido a la amplia brecha salarial entre ambas economías.
“Estados Unidos lo introduce como mecanismo de presión porque al final del día saben que eso no se va resolver en el corto plazo, no es una decisión de regulación o que por decreto se pueda revertir”, añadió.
Estados Unidos utiliza ese instrumento para conseguir beneficios en aspectos que sí les interesa modificar, por ejemplo, en el manejo de dumping, el comercio triangular, la apertura energética, etc.
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