TLCAN: Round decisivo
Sin la presencia de los ministros, mañana comienza en la Ciudad de México la quinta ronda de negociaciones del TLCAN, encuentro que estará marcado por el sorpresivo anuncio de México de aceptar analizar la ‘Cláusula Sunset’, con la que EU pretende terminar el acuerdo comercial cada 5 años y someterlo a un proceso de renovación
Imelda García[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_0ejzinec” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /]
Mañana comienza el que podría ser el capítulo decisivo en la vida o muerte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y, para sorpresa de todos, los ministros de los tres países que integran el acuerdo no estarán presentes.
A través de un comunicado se informó que su ausencia se debe a que Chrystia Freeland de Canadá, Robert Lighthizer de EU e Ildefonso Guajardo de México se encontraron por separado durante las Reuniones del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico e instruyeron a los jefes negociadores del TLCAN a enfocarse en avanzar en las propuestas presentadas durante la ronda cuatro.
La quinta ronda de renegociación del acuerdo comercial, que iniciará en la Ciudad de México oficialmente este viernes, pero cuyos trabajos arrancaron desde hoy, tratará algunos de los temas más difíciles de resolver.
El más importante será la llamada “cláusula sunset” que introdujo Estados Unidos, y mediante la cual el TLCAN quedaría sin efecto cada 5 años a menos que las partes lo revisen y lo ratifiquen, medida a la que se han opuesto México y Canadá.
Sin embargo, ante la presión, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía explicó que consideran la idea de revisar el tratado cada 5 años siempre y cuando se mantenga vigente y no haya en automático una cancelación del mismo.
“Hagamos un compromiso de que cada 5 años evaluemos el TLACAN. No pautemos una muerte súbita”, dijo Guajardo.
Se negociarán también temas de telecomunicaciones y de la industria automotriz sobre la petición de Estados Unidos de que el 85 por ciento del contenido en un auto sea regional y el 50 por ciento de ese país, una idea que incluso los norteamericanos rechazan.
En una carta firmada por 72 congresistas (57 republicanos y 15 demócratas) estadounidenses y dedicada a Robert Lighthizer, le pidieron reconsiderar la propuesta hecha por el presidente Donald Trump respecto a la idea de cambiar las reglas para la industria automotriz establecidas en el TLCAN.
En la misiva advirtieron de las terribles consecuencias que esos cambios traerían a la industria automotriz en Estados Unidos, ya que disminuiría la ventaja competitiva de la actualmente gozan, se reducirían las ventas, la producción, la exportación y dañaría a millones de trabajadores en el proceso.
Algo similar ocurrió con la propuesta de cerrar el paso libre a los transportistas mexicanos en EU. Las cámaras y asociaciones de transportistas norteamericanas también enviaron una carta a Lighthizer pidiendo que no se bloque el paso libre a los camiones de carga provenientes de México.
“Los transportistas mexicanos no pueden transportar carga doméstica dentro de Estados Unidos, por lo que no están compitiendo con los estadounidenses. De hecho, trabajan en equipo con los transportistas estadounidenses”, refirieron en la carta.
Esta ronda de renegociación se da ante la presión constante del presidente Donald Trump de modificar las relaciones comerciales que mantiene con todos los países.
Se espera que en breve el mandatario dé un mensaje sobre las relaciones de comercio en Estados Unidos. El contenido se ha mantenido reservado.
Su Administración está en la misma sintonía. Apenas tres días antes de que comience la quinta ronda de negociación, el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, lanzó su desprecio a sus socios comerciales.
“Será mucho más dañino para ellos (México y Canadá) que para nosotros (Estados Unidos)”, dijo Ross en un foro organizado por The Wall Street Journal.
En México, aunque el Gobierno federal ha asegurado que se trabaja en un Plan B en caso de que el TLCAN se suspenda, diversos análisis advierten sobre un panorama adverso en los meses que vienen si eso sucede.
Bajo crecimiento
El Ejecutivo mexicano no se cansa de decirlo: no hay de qué preocuparse si se acaba el TLCAN, México ya tiene un Plan B.
“México es más grande que el TLCAN y hay vida después del TLCAN”, afirmó la semana pasada el canciller Luis Videgaray, mientras viajaba a Vietnam a encontrarse con otros socios comerciales.
De igual forma, el exsecretario de Hacienda, durante su participación como orador en el Foro de Energía de Norteamérica, hizo un repaso de los temas bilaterales entre Estados Unidos y México y destacó la importancia de resolver las diferencias entre ambos país.
“Norteamérica puede ser la región más competitiva de nuestro siglo. Tenemos todo: los recursos naturales, la gente, la ubicación y la tecnología; somos democracias. Por eso nosotros trabajamos en la renegociación del TLACAN de forma muy constructiva y seria”, aseguró el funcionario mexicano.
Por su parte, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, dijo en un foro del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial: “La política de diversificación sigue adelante, así como los trabajos al interior del gabinete económico para seguir trabajando en lo que es un plan alternativo en el escenario de que no lleguemos a ningún acuerdo para la continuidad del TLCAN”.
Sin embargo, diversos análisis señalan que para México vendrá un tiempo difícil si el Tratado es cancelado o si el país decide levantarse de la mesa de negociación.
El grupo financiero BBVA Bancomer, por ejemplo, señaló que lo difícil de la negociación ya ha traído consecuencias negativas para México.
“Tras la cuarta ronda de negociaciones, la representación comercial puso sobre la mesa propuestas contrarias al libre comercio que hacen muy difícil pensar en que se llegue a un acuerdo en el tiempo esperado. El caso más notable es el del tipo de cambio que registró una depreciación de 5.1 por ciento en octubre, una magnitud muy superior a lo observado por el benchmark de divisas de países emergentes que se depreciaron 1.8 por ciento.
“De hecho, después de ser la moneda más apreciada durante la primera mitad del año, la moneda mexicana es la segunda más depreciada, detrás de la Lira turca, desde que inició el proceso de renegociación del TLCAN el 16 de agosto pasado”, expuso el banco en su Reporte Mensual de Banca y Sistema Financiero dado a conocer ayer.
En su informe sobre la Situación México, BBVA Bancomer señaló que hay una mayor posibilidad de que Estados Unidos decida salir del acuerdo comercial y quizá por eso presentó algunas propuestas que van en contra del propio espíritu del TLCAN, para justificar el abandono del Tratado.
Si esta cancelación se concreta, el índice de crecimiento del país podría disminuir entre 0.5 y 0.8 por ciento, por lo que podría no llegarse a la meta de entre 2 y 3 por ciento que se calculó para el 2018. El crecimiento sería de apenas entre el 2.1 y 1.3 por ciento el siguiente año.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) coincide en el pronóstico de la baja de crecimiento.
Esta semana, el FMI dio a conocer su previsión de la desaceleración del crecimiento de la economía mexicana por dos factores: la incertidumbre por el TLCAN y las elecciones del próximo año.
Para 2018, el Fondo prevé que México crecerá solo 1.9 por ciento, pues las inversiones públicas y privadas disminuirán.
Eso sí, el Fondo señala que Estados Unidos enfrentará peores condiciones que México si se termina el TLCAN por la cantidad de importaciones que realiza del país.
La desaceleración ocurre, entre otras cosas, porque en los tres países millones de dólares en inversiones se encuentran detenidos por la incertidumbre para concretarlas, sin saber cuál será el futuro del acuerdo comercial.
¿Crisis en puerta?
Para Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), la terminación del TLCAN podría traer una crisis económica y México podría tomar al menos dos años en recuperarse.
El especialista comentó que si el acuerdo comercial se termina, México podría tener una caída de 1.7 por ciento del crecimiento para el próximo año; es decir, sería casi nulo, considerando que las previsiones se ubican entre 2 y 3 por ciento, en las condiciones actuales.
El problema no es el índice en sí, explicó el experto, sino que esto se traduce en la pérdida de poder adquisitivo y de empleos, por las empresas que saldrán del país.
“(La terminación del Tratado) podría ser una buena oportunidad si nos hubiéramos preparado para una posible ruptura, pero no fue así (…) lo que vendría sería una reacción en cadena, porque aumentaría el costo de producción en ambos países (México y EU), esto traería más desempleo, el gobierno recaudaría menos ISR y menos IEPS; y estos impuestos representan el 54 por ciento para 2018 de los ingresos que tendría Hacienda.
“Hemos medido que tendríamos un impacto muy fuerte los próximos dos años, pero el 2018 sería brutal”, sentenció Martínez.
El experto llamó la atención, además, sobre la coyuntura electoral que vive México, situación que fue aprovechada por el Gobierno de Estados Unidos para presionar al Ejecutivo mexicano a no dar por terminado el TLCAN.
“¿Cómo el candidato del PRI, quien sea, va a pedir el voto de los ciudadanos para prometerles que su economía va a estar mejor, si la economía está colapsada? Por eso se alargó el proceso, porque si colapsa la economía, el electorado aumentaría su mal humor y estaría optando por otro candidato”, consideró.
Martínez advirtió sobre el discurso de los políticos acerca del TLCAN, que al insistir tanto sobre que no afectará al país, pareciera que ya están mentalizando a los ciudadanos y los sectores productivos.
“Nos están preparando para la ruptura”, aseguró.
La quinta ronda de negociaciones del TLCAN se llevará a cabo en la Ciudad de México del 17 al 21 de noviembre. La sexta ronda está prevista para el mes de diciembre, en Estados Unidos.
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