Este 8 de marzo las mujeres volvieron a tomar las calles de la Ciudad de México para exigir un alto a la violencia de género sin importar su edad, condición física, socio económica, geográfica, cultural y racial.
Las más de 75 mil asistentes se manifestaron mediante música, canto, baile, dibujo, flores, ofrendas, consignas, batucadas, performance o acción directa bajo una misma consigna: ¡Vivas nos queremos!
Al llegar al Zócalo, a Palacio Nacional y a la Catedral, algunas de las participantes se manifestaron a través de la “acción directa”.
La mayoría de las asistentes fueron jóvenes, pero también mujeres de otras edades acudieron a manifestarse.
Un momento emblemático ocurrió cuando jóvenes regalaron flores a las policías que custodiaban la marcha; una de ellas dijo: “mejor que nos regalen flores a que nos pinten”.
En la marcha. hubo presencia de niñas acompañando a sus madres.
Hombres se hicieron presentes también, sin ser rechazados y uniéndose a la protesta.
Del 1 de enero al 7 de marzo de este 2022, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas contabiliza 357 mujeres desaparecidas en todo el país.
Las “Capuchas rosas” marcharon y realizaron performances en diferentes puntos del recorrido, uno de ellos con la “Canción sin miedo” de Vivir Quintana.
Las madres de víctimas de feminicidio y personas desaparecidas se hicieron presentes una vez más para clamar justicia.
La cifra oficial de asistencia en la Ciudad de México fue de 75 mil personas.
Diversas colectivas marcharon, entre ellas, mujeres danzantes que hicieron sonar tambores y encendieron incienso.
La marcha unió las voces de distintas generaciones, quienes exigieron una vida libre de violencia.