Todo en manos de los consejeros

Una mayoría del PRD –tres cuartas partes de su militancia– acordó que sus próximos consejeros nacionales sean quienes definan a los que estarán al frente de su próxima dirigencia nacional.

La renovación de la presidencia y la secretaría general del partido del sol azteca tendrá dos momentos. El primero ocurrirá el 24 de agosto cuando los consejeros nacionales, estatales y municipales así como los congresistas serán electos por voto universal secreto y directo de los militantes.

Aunque varios cantan victoria del reinado de “Los Chuchos” de Nueva Izquierda hasta el 2017, hay otra lectura de lo ocurrido este fin de semana: que en la etapa de voto directo se geste una oportunidad para que las diversas fuerzas que apoyan la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas se hagan de nuevos consejeros nacionales.

Y que, en el segundo momento, cuando se integre el nuevo Consejo Nacional y  este decida quién será el presidente y secretario general, el bloque pro Cárdenas esté en mejor condición que la actual.

Es decir, que para después del 21 de septiembre, la dirección que el nuevo consejo designe no necesariamente se incline a favor de los candidatos de Nueva Izquierda.

El PRD transita en la construcción de acuerdos “hasta donde es posible y donde no hay esa posibilidad y se mantienen las diferencias, hacemos uso del método democrático de votación”, como fue el caso de método electivo de la dirección nacional.

Así lo considera Alejandro Sánchez Camacho, el aún secretario general del PRD, quien dice que en esta elección interna tan competida “es indispensable salir con una elección unitaria como partido”.

A favor de Cárdenas

Dado que Cárdenas ha planteado ser candidato de unidad de este partido, la apuesta es que en los próximos meses se presente “una acumulación de fuerzas a favor del ingeniero”.

Cuando llegue ese momento político y el líder moral tome una decisión final, ese apoyo deberá convencer “incluso a Nueva Izquierda, de que la figura más oportuna, políticamente hablando, es el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas”.

Sánchez considera que se equivoca quien “echa las campanas al vuelo de forma tan anticipada”.

De hecho, asegura en entrevista, la fórmula Carlos Navarrete-Héctor Bautista está generando incomodidad “incluso al interior de las filas de Nueva Izquierda y ADN”. Y lo mismo ocurre con la del Foro Nuevo Sol, donde afirman que si Cárdenas va cambiarían su postura.

En conclusión, la Izquierda Democrática Nacional (IDN) , de la que es integrante, sostiene que las condiciones pueden cambiar mucho en tres o cuatro meses.