A dos meses de la reelección de Marko Cortés al frente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN), el instituto político atraviesa por su peor crisis luego de que el domingo pasado quedara en quinto lugar en la elección extraordinaria de Nayarit, entidad que gobernaba.
Internamente, la crisis se agravó luego de que la ala más tradicional del blanquiazul criticara la posibilidad de que el partido entablara un diálogo continúo con el Gobierno federal y de que se filtrara que Cortés ya ‘tiró la toalla’ para las siguientes citas electorales.
El tres de diciembre, el diputado federal Juan Carlos Romero Hicks reunió a 12 exgobernadores, encabezados por Carlos Medina, Fernando Canales, Marco Adame y Marcelo de los Santos, parte de la primera generación de mandatarios panistas que allanaron el camino para la llegada del partido a la Presidencia de la República en el 2000.
El bloque propuso revisar el programa de acción política y modificar los estatutos internos para facilitar la afiliación de nuevos militantes, lo que permitirá contar con un padrón verificable para la selección de dirigentes o de candidatos a puestos de elección popular, procesos por los que la dirigencia de Cortés ha sido criticada.
El dirigente albiazul respondió que la revisión de estatutos se hará hasta noviembre de 2022, es decir, hasta concluido el proceso electoral y el de entrega-recepción de las seis gubernaturas a disputarse el próximo año.
En entrevista con Reporte Índigo, Carlos Medina Plascencia, primer gobernador panista de su hoy bastión Guanajuato, explica que dichas propuestas son importantes para impulsar la democracia participativa y recuperar la confianza de la ciudadanía.
“Abrirlo es quitar el control a los ‘padroneros’ de lo que viene siendo el ingreso hacia el PAN. En este momento, los estatutos nos llevan a que debamos hacer una actualización y reforma. Eso es algo que propondremos hacia adentro, el cómo facilitar el ingreso a aquellos mexicanos que quieran venir a ‘cuidar a México’”.
Eso al recordar que el PAN se encuentra en riesgo de perder el registro por su baja militancia, ya que apenas tiene un 0.28 por ciento del padrón electoral cuando el mínimo requerido es 0.26
Sin embargo, considera que esto se debe a “una llave cerrada” desde la dirigencia, pues no solo hay ciudadanos que buscan afiliarse, sino exmilitantes que tratan de regresar.
En ese sentido, señala que la sociedad demanda una autocrítica pues “pensamos que, dentro del PAN, debemos de reconocer en dónde nos hemos equivocado, en qué gobiernos hemos cometido errores. Cuando ha sido cuestión de corrupción o actos indebidos de militantes, no hemos actuado rápido y en consecuencia”.
Por otro lado, señala que, más allá de la situación actual del PAN, se debe ver el momento que vive el país y, a su consideración, la transición a una democracia más participativa. Por lo cual también se busca establecer elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias en el proceso electoral, así como observatorios ciudadanas para los gobiernos.
“Esas son cosas que al PAN y a todos los partidos les harían muy bien. Aquí recuerdo mucho la expresión de ‘Maquío’ Clouthier cuando decía que ‘el cochi no suelta la mazorca hasta que no le rompen el hocico’. Si tenemos que ir con los ciudadanos a presionar a los partidos, tendremos que ir con los ciudadanos a presionar a los partidos”, dice.
Historial de rechazos en el PAN a Marko Cortés
Esta nueva pugna se da en el marco de la confrontación de Cortés con Martín Orozco, gobernador de Aguascalientes, luego de la filtración de un audio en el que acepta de manera anticipada la derrota en cinco de los seis estados en juego el próximo año. El mandatario también lo criticó por “cantarle” otro fracaso del PAN en la presidencial del 2024.
Previamente, Cortés fue rechazado, a manera de protesta, por el exgobernador Francisco Domínguez y la exdiputada Adriana Dávila, quienes pretendieron la dirigencia del partido hasta su reelección, así como por los senadores Damián Zepeda y Gustavo Madero cuando les ofreció tareas de coordinación en algunos de los estados donde habrá elecciones.
Esta turbulencia no es reciente. La elección de Cortés en 2018 derivó en la renuncia al PAN del expresidente Felipe Calderón, quien junto a Margarita Zavala buscó, sin éxito, formar México Libre. Tras este fracaso, Zavala fue postulada por Acción Nacional a la Cámara de Diputados, si bien Calderón mantuvo su postura crítica a la dirigencia del partido.
Respecto a esto, Damián Zepeda, excoordinador del PAN en el Senado de la República, critica el actual ensimismamiento que percibe por parte de la dirigencia que encabeza Cortés, señalando que cualquier crítica de fondo es descalificada en el momento bajo cuestionamientos de “problemas personales” e “intenciones de dañar al partido”.
“El PAN tiene una crisis fuerte, institucional, que tenemos que superar para poder convertirnos en lo que estamos llamados a ser. Somos el principal partido de oposición en México y tenemos que ser una alternativa de cambio, pero, para serlo, tenemos que tener consistencia, identidad, hablarle con claridad a la gente”.
Zepeda recuerda que la dirigencia 2016-2018, en la que participó como secretario general de Ricardo Anaya y luego como presidente sustituto, logró 11 gubernaturas en tres años. En tanto que, bajo el liderazgo de Cortés, el PAN perdió cuatro estados y, en lo que califica como una actitud derrotista, vaticinó perder otras tres el próximo año.
“Está preocupado tratando de bajar la expectativa de triunfo para que no le reclamen. Todo pensado en lo interno, que es lo que lo tiene obsesionado. A mí me parece una actitud muy mediocre. Yo creo que una dirigencia, si tiene buenos resultados, se reconoce. Si tiene malos resultados, se pide rendición de cuentas. Es normal, bienvenido a la política”.
Incluso reclamó que, en 2018, “con la PGR ‘quebrándonos’ las piernas y con López Obrador en la boleta”, el PAN superó los 10 millones de votos a la Cámara de Diputados. Mientras que, este 2021, no alcanzó los nueve millones.
“Dijeran ‘nadie creció’, no, MC tuvo un millón de votos más. Cuidado, hay espejismos y están comprándola fácil”, advierte.
Dadas las distintas corrientes críticas, Zepeda dice que “entre nosotros hay diálogo, lo que veo es que hay un control muy férreo del partido ahora y que se ha venido incrementando con las últimas decisiones, que parecerían están solo mirando hacia adentro, el único valor son los votos internos y el control. Eso va a terminar mal, la crisis es evidente”.