Trabajadores de intendencia, Sector desprotegido
Los empleados de intendencia que laboran en los hospitales tanto públicos como privados no han dejado de trabajar pese al riesgo que enfrentan debido a las precarias condiciones en las que se encuentran
Laura Islas y Ernesto SantillánEl personal de intendencia que trabaja al interior de los hospitales es uno de los más vulnerables tanto ante el coronavirus como en materia laboral, pues es un sector que está constantemente en contacto con personas contaminadas y cuyos derechos pocas veces son respetados por los patrones.
Mientras la mayoría de los empleados de los centros y clínicas de salud en estos momentos se encuentran resguardados en sus casas, ya sea realizando sus responsabilidades a distancia o simplemente esperando a que la pandemia finalice, las personas encargadas de la limpieza continúan con su jornada de siempre.
Cristina tiene 60 años y desde hace tres es personal de intendencia en un hospital público en la zona de Tláhuac, al sureste de la Ciudad de México.
Su responsabilidad consiste en sanitizar los quirófanos antes y después de cada operación. Sus herramientas de trabajo son un mechudo y unos cuantos trapos. Las áreas de mayor riesgo de contagio son medicina interna, terapia intensiva y urgencias.
“Yo limpio y tallo con hipoclorito, rocío todo, las camillas, donde va todo el instrumental, las mesas, el piso”.
Ella trabaja de martes a domingo de las 6 de la mañana a las 2 de la tarde, quincenalmente gana mil 845 pesos y no cuenta con ninguna prestación.
“Nomás nos contratan y es el puro sueldo”, dice. Además relata que más allá de la pandemia, ella normalmente, por el trabajo que realiza, siempre está protegida.
“Debido al área que tengo asignada siempre uso cubrebocas, gorro, botas y doble uniforme quirúrgico”.
No obstante, la semana pasada les dieron un par de botas de hule, unas gafas de protección y una mascarilla N95 por si comienzan a llegar personas infectadas.
“La doctora nos dijo que cuando llegara a suceder un caso ella nos avisaba para ponernos todo esto”, asegura la señora de 60 años de edad.
Lugar distinto, condiciones similares para trabajadores de intendencia
A diferencia de Cristina que trabaja en un nosocomio público y forma parte de la población de adultos mayores, Isabel tiene 28 años y trabaja para el grupo de hospitales Ángeles.
Sin embargo, la situación que enfrenta en estos momentos de contingencia es prácticamente la misma.
Ella no recibe ningún tipo de prestación. Forma parte de la empresa Service Master México, la cual se dedica a brindar servicios de intendencia y limpieza.
“En el hospital sí dieron una capacitación a todo el personal. Nos pusieron unos videos y todo. Pero duraba como dos horas y yo sólo pude estar como media porque mi supervisora dijo que era mucho tiempo perdido de mis horas de trabajo”, relata Isabel.
Ella trabaja desde hace dos años para esta empresa y cumple un turno que va de las siete de la mañana a las tres de la tarde, el cual no ha cambiado pese a la crisis de salud que enfrenta el país y el mundo.
“A nosotros nadie nos dijo que podíamos ir a resguardarnos a nuestra casa. Y si nos vamos pues no nos pagan y pues yo no puedo dejar de trabajar. Vivo con mis papás y ayudo en la casa. No puedo quedarme sin trabajo”, asegura la joven de 28 años.
Isabel dice que lo que a ella realmente le preocupa es contagiar a sus padres. Sin embargo, también denuncia que de sus compañeras de limpieza, muchas tienen 60 años o más y siguen laborando. Además de que sólo asignan a las mujeres a las zonas de mayor riesgo.