Los maestros que realizaron el miércoles actos de vandalismo y quemaron edificios de los partidos políticos en Chilpancingo, insisten en que sus protestas no cesarán hasta lograr echar atrás la reforma educativa avalada a nivel federal y local.
Los disidentes aseguran que sus actos son una respuesta a la traición que les propinó tanto el Ejecutivo federal como los representantes del Poder Legislativo local.
Minervino Morán, líder de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), dijo que las movilizaciones en Guerrero son una “reacción extrema” ante lo que consideran un burla del Congreso local: haber aprobado un decreto de ley que no tomó en cuenta sus propuestas.
El maestro egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero afirmó que el interés partidario del PRI, PVEM y el Panal se antepuso al interés común, y que el gobernador Ángel Aguirre se alió con estos partidos.
Aseguró además que la “acción radical” del miércoles fue “un caso excepcional” al que fueron orillados los profesores tras las promesas incumplidas.
Todo el peso de la ley
Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, se pronunció por no dejar impunes los actos vandálicos que realizaron los integrantes de la CETEG en Guerrero el pasado miércoles.
“Se debe castigar a quienes cometieron estos hechos vandálicos y que por supuesto dañan no sólo a un estado sino a la normalidad, en las las diferentes expresiones que se tienen en el país”, indicó.
En la Cámara de Diputados, representantes de las principales bancadas partidistas también se pronunciaron por poner un fin a los actos violentos que han sumido a Guerrero en una situación de ingobernabilidad. Aunque se diga lo contrario.
El legislador panista Luis Alberto Villarreal exigió al procurador de justicia estatal “tomar cartas en el asunto” dado que los daños en propiedad ajena pudieron ser incluso tentativas de homicidio.
En un tono más moderado el perredista Silvano Aureoloes descalificó las protestas de la CETEG y refirió el peligro que entrañan las agresiones físicas, pues solamente generan más incertidumbre y zozobra.
En el mismo sentido se pronunció Jesús Zambrano, que acompañó la decisión del gobernador de solicitar órdenes de aprehensión contra los responsables de los disturbios del miércoles en Chilpancingo.
El presidente nacional del PRD, sin embargo, reconoció que hay intereses oscuros que quieren la desestabilización de la entidad que su partido gobierna.
El diputado priista Francisco Arroyo hizo un llamado a respaldar las acciones judiciales que emprenda el gobernador Aguirre en contra de los profesores que violentaron las sedes de los partidos políticos.
Tienen ya órdenes de aprehensión
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, ordenó detener a dos líderes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) tras los desmanes ocasionados el miércoles en la capitar del estado
“Se liberaron órdenes de aprehensión en contra de Minervino Morán y Gonzalo Juárez, autores intelectuales de los actos vandálicos acontecidos”, escribió en su cuenta de Twitter.
Antes, en entrevista, Aguirre había señalado que tras los hechos no quedaba otra alternativa más que la aplicación irrestricta de la ley y la preservación del estado de derecho.
El mandatario aseguró además que los mentores disidentes son una minoría.
“Aunque no les guste cuando lo manifestamos”, agregó.
Siguen las marchas
Ayer algunos profesores de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) se unieron a la marcha de protesta de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. La misma arrancó del campamento de la colonia Burócratas, en Chilpancingo, hacia el Parador del Marqués.
Camino a la Procuraduría Estatal de Justicia (PEJ) los manifestantes rompieron dos ventanales del edificio de la sección 14 del SNTE. Lo hicieron con piedras lanzadas con unas resorteras.
El acto formó parte de un plan de acción mediante el cual están mostrando su rechazo a la reforma educativa aprobada por la federación, misma que los maestros de la CETEG se niegan a reconocer y aceptar.
La marcha tuvo lugar un día después de los ataques perpetrados contra las sedes de cuatro partidos políticos –PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano– en la capital guerrerense.