Organizarse y paralizar una de las principales avenidas de la capital del país fue la manifestación de hartazgo que encabezaron mujeres trans este lunes en la Ciudad de México. Una protesta que tuvo como propósito darle visibilidad a la violencia que enfrentan en todo el país cientos de integrantes de la comunidad que son víctimas de transfeminicidios cada año.
Reunidas a las afueras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), nueve mujeres, incluida Kenya Cuevas, directora de la asociación Casa de las Muñecas Tiresias, denunciaron que han pasado siete meses desde que el organismo emitió una recomendación por el asesinato de Paola Buenrostro asesinada en 2016.
Un caso que hasta el momento se mantiene en la impunidad.
De acuerdo con la queja recibida, se señala la falta de cumplimiento de la recomendación 02/2019 por parte de la hoy Fiscalía General de Justicia de la capital; una inacción que desde la perspectiva de las activistas representa una violación a los derechos a la justicia, la verdad y a la identidad de género.
El 30 de septiembre de 2016, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emitió una recomendación a la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJCDMX) por el asesinato de Paola Buenrostro. Caso en donde se manejó por primera vez la figura de transfeminicidios.
Las activistas afirman que México ocupa el segundo lugar en el delito de transfeminicidios, con 300 víctimas registradas durante 2019.
“Ya me han quitado a varias compañeras, venimos aquí a poner una queja por la omisión que se ha tenido tanto en el caso de Paola como en el de Itzayana, asesinada en septiembre del año pasado. Tenemos que venir aquí y parar el tránsito para exigir que no haya una asesinada más, para decir que estamos cansadas de que nos violenten y que nadie diga nada”, sentenció la directora de la organización.
Vestidas de negro, las nueve mujeres tomaron por una hora los carriles de Periférico Sur y pusieron un ataúd en el que Kenya entró para mostrarle al país que las siguen asesinando sin que nadie reciba castigo por ello.
Por su parte Valeria Miranda, activista trans, comentó en entrevista para Reporte Índigo que lo único que quiere para ella y las demás mujeres es una vida libre de violencia y en libertad.
“Quiero que podamos ser nosotras mismas sin miedo a que nos agredan en el barrio, en el municipio, en el estado o en el país. Yo vengo hoy porque quiero exigir que podamos estar tranquilas en cualquier lugar”, afirmó.
Bajo el grito de “derechos iguales para todas las transexuales”, las mujeres avanzaron escoltadas por una camioneta y una carroza funeraria. A la altura del Hospital ABC, las activistas prometieron que, de ser necesario, iban a encabezar protestas cada vez que se se violen sus derechos.
Con presencia de policías viales y autoridades de la CNDH, Kenya y las manifestantes hablaron con algunos automovilistas afectados, y les explicaron que el tránsito momentáneo no vale más que la vida de un ser humano.
“Disculpe las molestias pero nos están matando. Me han quitado a mis amigas, nos dejan de lado y nos discriminan” fue lo que Kenya, Adriana, Scarlett y Nancy explicaban a los ciudadanos al mismo tiempo que les pedían paciencia y afirmaron que no se moverían hasta que fueran atendidas por la titular de la Fiscalía de Justicia de la CDMX, Ernestina Godoy Ramos o la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Tras una hora de mantener la circulación cerrada, las manifestantes recibieron la noticia que estaban esperando: a las dos de la tarde las estaría esperando Godoy Ramos para escuchar sus demandas y entablar un diálogo con las afectadas.
Promesa de cambio ante transfeminicidios
Al llegar a la Fiscalía con una bandera trans, las mujeres expusieron a la titular de la dependencia la urgencia de acciones concretas para garantizar la seguridad de la comunidad, ya que de acuerdo con ellas, México ocupa el segundo lugar en el delito de transfeminicidios y resaltaron que tan sólo en 2019 hubo 300 víctimas de dicho crimen de odio.
Katerine Márquez, responsable del área de psicología de Casa de las Muñecas, señaló a la fiscal que las mujeres trans están dolidas y tristes ante tanta indiferencia.
“Basta de procesos de justicia disfrazados, no queremos más carpetas de investigación en las que digan que un transfeminicidio fue más bien un hombre que se suicidó. Si hoy estamos aquí no es por nosotras, sino por nuestras hijas y nietas” señaló.
Tras escuchar los comentarios de todas las asistentes, Godoy Ramos en compañía de José Luis Quirós, Fiscal de homicidios, se comprometió a no dejar de lado ningún caso que afecte a la población LGBTTTI.
“Mis puertas siempre están abiertas, tal vez pensaron que la única forma de recibirlas era si se manifestaban, lo cual es su derecho, pero no es así. Yo desde aquí les digo que el caso de Itzayana no está cerrado, se harán las diligencias debidas y necesarias para determinar si se trató de un suicidio o un homicidio”, detalló.
Con respecto a las deudas en el caso de Paola Buenrostro, entre ellas, cumplir la orden de aprehensión contra el sospechoso de su asesinato, la titular de la Fiscalía les adelantó que se iniciará un programa de la mano con la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Ciudadana para ejecutar lo más pronto posible cerca de 10 mil órdenes contra quienes hayan cometido delitos como violación, robo y asesinato.
“Será un proceso largo pero se hará, de esta reunión hay que salir con agenda y planteamientos para ir viendo cómo avanzamos, nos reuniremos dentro de un mes y medio y les digo que en cada caso llegaremos a la verdad”, prometió.