Para restablecer la confianza en el óptimo funcionamiento del Metro de la Ciudad de México es indispensable transparentar los procesos de revisión e investigación en torno al desplome de la Línea 12, coinciden expertas en movilidad, derecho a la ciudad e ingeniería civil.
Los dictámenes y peritajes elaborados a la infraestructura elevada de la Línea dorada del metro para evaluar los daños que sufrió durante el sismo del 19 de septiembre de 2017 no son públicos y se desconoce sus resultados.
De hecho el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, como sujeto obligado, cuenta con una suspensión de términos de transparencia desde 2019, denunció Laura Freyermuth, integrante de la organización Ciudadanía 19s, durante su participación en el programa Perspectiva Índigo.
“No se ha hecho público, ni desde el Metro o la Comisión de Reconstrucción, si hubo daño en la línea. Cuál fue, quién fue la persona experta que llevó a cabo la evaluación ni cuál fue el plan de atención que sugirió y sobre todo si se llevó a cabo.
“Ese tipo de omisiones en la publicidad de la información aumentan la sensación de peligro y ahora que sucede esta desgracia nos deja en la incertidumbre de si se hizo lo suficiente”, advierte la activista.
Laura Freyermuth explica que es grave que las autoridades eviten transparentar información en torno al “antes, durante y lo que venga” del siniestro que se registró la noche del pasado lunes.
“Existe un comité de transparencia, pero la última vez que se reunió fue en diciembre de 2019. Es muy importante que el comité se reúna y diseñen un plan de máxima apertura de la información en coordinación con las autoridades”, dijo la activista.