Después de gastarse más de 500 millones de pesos, reservarse información a través de auditorías de la Secretaría de la Función Pública y dos administraciones presidenciales, los Estudios Churubusco están de placemes al inaugurar oficialmente el edificio antes denominado Ciudad del Cine y que ahora se titula Edificio Luis Buñuel.
El inmueble que duró más de un lustro inoperante y se planeó desde la administración Calderonista, alberga ahora en la primera planta un museo de sitio que hace honor al cine mexicano, la exposición permanente se titula “La fábrica de sueños” y alberga alrededor de 150 piezas originales, entre las que destacan la figura del escarabajo dorado de la opera prima de Guillermo del Toro “Cronos” (1993), indumentaria de El Santo, cámaras de filmación y más.
“Por primera vez en 72 años Estudios Churubusco abrirá sus puertas a toda la población, para toda la ciudadanía, para que vengan a visitarlo, no solo la exposición sino también Estudios Churubusco, este espacio que durante tantos años ha sido mítico, encerrado (...) y también sirve como pretexto para echar a andar este edificio el edificio Luis Buñuel que hoy oficialmente se pone en circulamiento”, expresa Carlos García Agraz director general de Estudios Churubusco ante los asistentes de la apertura la noche de ayer.
El inmueble que opera desde hace tres meses ya se encuentra ocupado por distintas producciones, como la de la serie biográfica de Luis Miguel que realiza Netflix y no pudo estar en funcionamiento antes por daños estructurales.
Fallas millonarias
El edificio Luis Buñuel pretende traer un aire fresco a los Estudios Churubusco, modernidad para el séptimo arte mexicano, pero seis años tuvieron que pasar para darle conclusión a una obra arquitectónica plagada de problemas en su construcción.
García Agraz heredó una “piedra en el zapato” como así lo denominó en entrevista para Reporte Indigo en diciembre del 2015, prometió entrada a este medio primero que nadie y tres años después se festeja con pompa y circunstancia su apertura, aunque su costo rebasó los 500 millones de pesos según investigaciones de esta casa editorial.
“Hubo que reconstruirlo, hubo que reestructurar casi todo el edificio hace como un año. Se hizo un análisis estructural y sí, la empresa Colinas de Buen -que es una de las mejores del país- consideró que había que hacer refuerzos de muchas de las cosas, eso nos llevó seis, ocho meses más”, comenta García Agraz en entrevista para Reporte Indigo.
En mayo del 2016 este medio periodístico informó con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales que se iniciaron procedimientos jurídicos contra quienes resultaran responsables por el edificio inconcluso en probables delitos como fraude reclamación de fianza y denuncia penal, al menos siete empresas estaban siendo investigadas y los documentos fueron clasificados para el escrutinio público.
