Tras siete años de búsqueda, encuentran restos de Cecilia Yolotsi

La organización civil FUNDENL realizó el hallazgo en un sitio donde la FGJ ya había dado por concluida la búsqueda desde 2015

La organización civil Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL) localizó los restos de Cecilia Yolotsi Macías Martínez, desaparecida en 2013 en el municipio de Guadalupe.

Los restos fueron encontrados a nivel de superficie, en un terreno privado en la comunidad de Salinas Victoria, sitio donde la Fiscalía General de Justicia (FGJ) ya había recuperado 250 mil fragmentos de restos humanos, tras lo cual, en 2015, dio por concluida la búsqueda.

“En 2016 hicimos un homenaje en pie de fosa e impulsamos a que regresaran a buscar, pero la Fiscalía se rehusó. Entonces nosotras llevamos expertos y en 2019 empezamos a hacer intervenciones con nuestro equipo”, dijo a Reporte Índigo Angélica Orozco, integrante de FUNDENL.

El 30 de agosto, Día internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, la organización emprendió una Mega Búsqueda que inició en el municipio de Hidalgo y terminó en Salinas Victoria, donde el 8 de septiembre hallaron los restos de Cecilia Yolotsi de 22 años.

“Nuestro equipo está conformado por antropólogos y arqueólogos forenses; quienes determinaron que los restos humanos eran de una mujer. Como todavía tenían materia para posibilitar la extracción de ADN, se realizaron las pruebas y ayer la Fiscalía informó a la familia de Ceci que los restos eran de ella”, dijo Angélica Orozco.

El crimen pasa de largo en Salinas Victoria

El punto en Salinas Victoria donde localizaron los restos, dice Angélica, es un terreno de varias hectáreas rodeado por ranchos y una carretera. Aunque el lugar es grande y tiene mucha vegetación, no se encuentra oculto de la sociedad. Desde que la ONG inició los trabajos de búsqueda en el sitio, han localizado miles de fragmentos humanos, más otros 250 mil que la Fiscalía ya había recuperado.

“Creemos que esto ha sido con complicidad de las autoridades del Estado, porque no pudieron haber trasladado a tantas personas de manera sistemática hasta este punto y asesinarlas sin que nadie viera nada. Son lugares que están en el monte, pero no tan alejados de la gente. Los delincuentes tienen que pasar forzosamente por donde alguien pueda verlos”.

Muchos de los fragmentos, dice, están muy deteriorados por el paso del tiempo y es difícil esclarecer de qué persona desaparecida se trata.

El equipo de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León está conformado, en su mayoría, por mujeres. Madres, abuelas, hermanas de personas desaparecidas, además de personas que se unieron en solidaridad hacia ellas.

La ONG lleva cinco años realizando búsquedas en campo de restos humanos en Nuevo León: “antes buscábamos nosotras solas con herramientas rudimentarias como la varilla y palas para remover la tierra. Posteriormente nos adentramos a otras tecnologías y sumamos al grupo de expertos antropólogos y arqueólogos forenses”, dice Angélica.

Pese a que no están completamente capacitadas para buscar cuerpos, y sus herramientas no son tan avanzadas como a las que tendría acceso un equipo de policías expertos, fueron ellas quienes localizaron a una mujer desaparecida que las autoridades ya habían dejado de buscar.

“Deben de buscar y encontrar a todas y a todos. Otra vez han demostrado que no pueden, no quieren o no saben hacerlo; porque esto ya se repitió en otros sitios donde dieron por concluidos los trabajos y cuando nosotras volvemos a buscar, encontramos algo”. 

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