Nuevo León, junto con su área metropolitana, se ha convertido en una entidad sumamente cotizada por el crimen organizado para la trata de personas en México.
Un estudio de la organización Hispanics in Philanthropy (HIP) denominado “Trata de Personas en México” en poder de Reporte Indigo, advierte que en este estado se practica el “enganche” de víctimas.
Las víctimas son personas que provienen de San Luis Potosí, Baja California, Ciudad de México, Chiapas, Veracruz y Oaxaca, además se detectó que algunas tienen nacionalidad de Guatemala, El Salvador y Honduras.
“De Rusia, se dio un caso que llegó a la Ciudad de México y fue desplazada al refugio de Nuevo León. De Nuevo León, las víctimas se mueven a Estados Unidos, Cancún, Tamaulipas.
“La Ciudad de México funge como zona de reclutamiento a donde envían a las víctimas de Nuevo León”, señala el documento.
Esta organización revela que no sólo en Nuevo León, sino en toda la zona norte, no existen suficientes centros de atención a víctimas de trata de personas, a pesar de la presencia del crimen organizado en este delito.
“Es importante mencionar que en la zona norte existen apenas 10 espacios para atención a víctimas, entre los que destacan refugios y albergues.
“Esto resulta insuficiente, especialmente en medidas de protección para casos vinculados al crimen organizado, además se indicó que actualmente no existen acciones preventivas por parte de las instituciones gubernamentales de ningún orden”, dice la organización.
Todo apunta a que al Gobierno independiente no le preocupa el delito de la trata de personas.
El informe señala que la constante por parte de las autoridades gubernamentales es la falta de pericia para identificar situaciones de trata, desconocimiento respecto al contenido de la ley, burocracia y corrupción.
“Pintando un panorama árido al momento de evaluar acciones efectivas. La falta de acceso a la justicia, así como de una atención integral para las víctimas, es una constante en los casos conocidos”, exhibe el estudio.
Agrega que se observó que existe una feminización en el tema de trata de personas, el cual está encasillado en la explotación sexual y prostitución forzada por los numerosos casos de violencia y feminicidios en la entidad.
“La explotación sexual, actividades ilícitas para el crimen organizado, trabajo forzoso, servidumbre, construcción, minería y servicio doméstico”, explica la organización.
Llega a zona citrícola
Un grupo de “enganchadores” opera en la región citrícola para la trata de personas, delito que no ha sido detectado por autoridades estatales de Nuevo León, señala el estudio difundido por Hispanics in Philanthropy (HIP).
Estas personas operan principalmente en los municipios de Montemorelos y Linares, donde se inicia el acercamiento hacia una víctima para la trata de personas.
“Se puede señalar la existencia de varios focos rojos en los estados donde se obtuvo información, y se observa que, como común denominador se presentan los fenómenos migratorios, las rutas férreas, la violencia y la presencia del crimen organizado”, señala el informe.
También la organización marca como “zonas de enganche” a los municipios de Cadereyta, Pesquería, Ciénega de Flores y Zuazua y el área metropolitana.
El análisis detalla que las redes de delincuentes buscan a niñas, niños y adolescentes; mujeres y hombres indígenas, en ocasiones estudiantes de telesecundaria rural o bachilleratos urbanos, adolescentes embarazadas o con hijos.
Así como a la población lésbico-gay, madres que viajan con hijos pequeños, entre otros; a la trata de personas también se le relaciona con otras actividades ilícitas, como el robo de combustible y una alta incidencia en homicidios.
Nivel internacional
Por el incremento del flujo migratorio nacional como internacional en Nuevo León, la organización Hispanics in Philanthropy (HIP) advierte que esta entidad está considerada apta para la trata personas a nivel internacional.
Por años la frontera norte ha sido considera como una zona de progreso, principalmente económico, siendo éste uno de los principales atractivos para migrar a esta región.
Sin embargo, también se incrementó la presencia de migrantes de otros estados del país, e incluso de otras naciones, que se quedan varados ante la imposibilidad de cruzar a Estados Unidos.
“Debido a la presencia de movimientos migratorios internos e internacionales, es que se considera una zona para la trata de personas interna e internacional”, dice el documento “Trata de Personas en México” difundido por este organismo.
El trayecto férreo que transita por el país hacia la frontera norte, y que a su vez ha permitido mapear rutas de tráfico de personas, lleva a varias organizaciones civiles con presencia en la entidad a detectar situaciones de trata en los flujos migratorios.
Y debido al flujo constante de personas hacia esta región, es que resulta sumamente complejo identificar a las víctimas de trata.