Tren Maya podría ser una nueva amenaza

La construcción del Tren Maya podría provocar caos y afectaciones en el Caribe mexicano, más que beneficios, si las empresas encargadas de la obra no realizan los estudios pertinentes para prevenir derrumbes e impactos a la sociedad y al turismo y si las autoridades no las supervisan
Rubén Zermeño Rubén Zermeño Publicado el
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Apenas se comienza a recuperar el turismo del Caribe mexicano de los embates de la pandemia de COVID-19 cuando una nueva amenaza toca a la puerta de la región. La obra que supondría derrama económica y crecimiento, el Tren Maya, podría terminar con lapidar a muchos negocios. Especialistas coinciden que más que beneficios la magna obra de transporte podría traer a la zona de Cancún, Tulum y Playa del Carmen caos y afectaciones.

Expertos señalan que la construcción del Tren Maya aumentará las vibraciones y el impacto de la carretera federal, una situación que, si no se atiende, podría provocar un accidente

La ruta del Tren Maya en la región correrá por la carretera federal que va de Cancún a Chetumal, la única vía de acceso que conecta estos dos puntos, que pasa prácticamente por toda la Riviera Maya, y que continuamente se encuentra saturada de tránsito, por lo que las obras de construcción podrían ocasionar afectaciones que ocasionen más de tres horas de tiempo en un recorrido que llevaría en circunstancias normales menos de una hora.

Además, por la hidrografía natural de la zona —de ríos, mantos acuáticos subterráneos y cavernas—, la carretera federal es proclive a socavones y derrumbes, como los que ocurrieron en junio de 2020 y recientemente en febrero de este año.

Con mayor peso pasando por la vía, a causa del Tren Maya, se elevan las posibilidades de un accidente.

Los daños que podría causar el Tren Maya

David Ortiz Mena, empresario hotelero y presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum, revela que después de más de un año de pandemia la gente tiene ganas de viajar, y ese entusiasmo se ha visto reflejado en la recuperación del turismo, el cual podría ser afectado de nuevo por el inicio de la construcción del Tren Maya.

“Esta obra, nos han dicho, por lo menos va a durar dos años y tiene el potencial de generar un daño enorme al flujo turístico de la Riviera Maya, podría ocasionar retrasos de más de tres horas. Hay una gran preocupación que tras el año de pandemia que hemos vivido y que ahora se vislumbra una recuperación, tengamos una afectación por las obras del Tren Maya”, comenta.

Las afectaciones en la región no sólo serán hacia el sector turístico, sino que las obras afectarían a los residentes de la región, ya que incrementarían notablemente sus tiempos de traslado a su lugar de trabajo y comenzarían a padecer falta de servicios.

“El Tren Maya ya es un hecho, nos guste o no, ya está por realizarse, los tramos ya están asignados al Ejército y a Grupo México, ya es inminente que ocurra. En el caso de la región, traerá un gran reto porque éste es un lugar que ya está rebasado, no hemos podido hacernos responsables de nuestros residuos, tenemos retos en seguridad y a esto le vamos a poner más trabajadores que van a venir a laborar en el Tren Maya.

Tenemos una capacidad limitada para solucionar afectaciones menores como las grietas y socavones que se abren en la carretera. Más allá de los beneficios a largo plazo, el tren va a causar una afectación tremenda al empleo en los próximos años. Bienvenido el tren, pero ojalá no cause afectaciones
David Ortiz MenaPresidente de la Asociación de Hoteles de Tulum

Ortiz Mena comenta que el turismo en el Caribe mexicano funciona, en gran medida, por la ubicación estratégica del Aeropuerto Internacional de Cancún, que recibe un gran volumen de turistas nacionales y extranjeros, quienes después son trasladados a sus hoteles a través de touroperación, es decir, camionetas de transporte privado.

“Gracias a la touroperación se trasladan esos volúmenes de personas a los hoteles. Yo antes de la pandemia, 100 por ciento me manejaba por ese canal y me ponían a los huéspedes en la puerta del hotel. En realidad ese tren no le va a servir ni a los visitantes ni a los hoteleros”, explica el empresario.

“El Caribe mexicano no es como en Europa, que el tren te deja de un centro de una urbe al centro de otra urbe. Aquí las atracciones turísticas están regadas por toda la costa. ¿Qué va a pasar, vas a ir parando en todas las atracciones como si fuera Metro. Y de ahí te vas a bajar y después tomar un taxi?, yo no le encuentro sentido”, concluye.

Estudios obligatorios

El doctor Olmo Torres-Talamante, director de la organización Razonatura A.C., comenta que la construcción de una obra de las magnitudes del Tren Maya aumentará las vibraciones y el impacto de la carretera federal, una situación que si no se prevé y atiende, podría provocar un accidente.

Para prevenirlo, señala, las empresas encargadas de la construcción de la obra deberían primero de realizar tomografías de resistividad eléctrica, estudios para analizar la viabilidad del proyecto y las posibles soluciones.

Como ecologista, si me preguntan diría que no se construya el Tren Maya pero, ya que lo van a hacer, deberían de analizar a profundidad el impacto que va a provocar la construcción y operación del tren. Si hay problemas, se deben de analizar las posibles soluciones, y si de plano no se puede, se debería de desistir
Olmo Torres-TalamanteDirector de la organización Razonatura A.C.

“No sé si lo estén haciendo, pero sí he visto que en los tramos donde están los socavones de la carretera hay presencia de Grupo México. Ojalá estén haciendo algo al respecto”, comenta el especialista.

Torres-Talamante agrega que los mantos acuíferos de la Península de Yucatán son subterráneos, hay cenotes y cavernas, por lo que los colapsos de tierra pueden ocurrir en cualquier momento.

“Uno puede tener la mala suerte de que cualquier día se caiga la roca, pero si le metes más presión, más peso y más vibraciones puede que eso ocurra con mayor frecuencia o en zonas en las que naturalmente ocurriría en mil años porque abajo está el agua. Esta es la naturaleza de la zona y por eso esos estudios se deben de hacer”, insiste.

El especialista comenta que cuando se construyó la carretera federal no se realizaron ese tipo de estudios y por eso se formaron socavones, pero ahora que dicha tecnología es de uso regular es obligatorio hacerlos.

Además de los estudios de suelo, el ecologista pide que las autoridades vuelvan a realizar estudios de impacto ambiental pese a que en años anteriores ya se hayan realizado.

“Lo primero que se requiere, antes de construir, son todos los estudios de impacto ambiental que se deben de entregar a Semarnat para ver si hay espacios que necesiten cambios de uso de suelo. Sé que el tren ya va a pasar por una zona que ya cuenta con derecho de vía y no se tendrían que hacer cambios de uso de suelo, pero tal vez en algunas zonas sí”, agrega.

Finalmente, Olmo Torres señala que, por lo complicado de los estudios para comenzar la construcción del tramo 4 y 5 del Tren Maya, que correrá de Mérida a Tulum, puede pasar hasta un año y duda que las autoridades quieran esperar ese plazo.

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