Organizaciones de la Sociedad Civil mostraron su respaldo al proyecto de Andrés Manuel López Obrador para pacificar a México y despenalizar las drogas y calificaron de “errada” la decisión de Felipe Calderón, ex presidente de la República, de iniciar una guerra contra las drogas en el año 2006.
“México no ha contado con una política de drogas orientada a la protección de sus ciudadanos desde que Lázaro Cárdenas Del Río intentara en 1040 un breve -pero exitoso- ensayo de discriminalización”, expusieron las Organizaciones en un comunicado.
El 5 de enero de 1940, el ex presidente Cárdenas promulgó el Reglamento Federal de Toxicomanías, con el que se eliminaron varios de los castigos a quienes consumían drogas, se permitió a médicos recetar narcóticos a adictos, se establecieron clínicas ambulatorias, y se impulsó que quienes dependieran de sustancias tóxicas fueran tratados como enfermos, todo bajo tutela del Estado.
Al mes siguiente se despenalizó la venta de marihuana, cocaína y heroína, quienes fueron considerados delincuentes por consumir fueron liberados, y policías redujeron los arrestos por estas prácticas.
Se calcula que alrededor de mil personas con adicciones asistían diariamente a dispensarios establecidos para comprar cantidades de droga controladas y supervisadas por médicos.
Los bajos precios de estas sustancias era atractivos.
La morfina que proporcionaba el gobierno, por ejemplo, podía conseguirse a 3.20 pesos el gramo, y en la calle alcanzaba hasta los 50 pesos.
En un texto de la BBC, se calcula que los traficantes de la Ciudad de México perdían hasta 8 mil pesos al día por la medida.
La historia terminó seis meses después, el 7 de junio, en medio de la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno declaró la escasez de cocaína y morfina, lo que puso trabas al plan de Cardenas.
Un mes después volvió a castigarse a quien hiciera uso de estas sustancias.
Según las Organizaciones que apoyan el plan de AMLO, el plan de Lázaro Cárdenas fracaso “por presiones internacionales”.
POR SI NO LO VISTE: ANTES DE AMLO, LÁZARO CÁRDENAS LEGALIZÓ DROGAS DURANTE SEIS MESES
Quienes elaboraron el documento consideran que actualmente nuestro país satisface una exigencia extranjera de mantener una prohibición absoluta que privilegia la represión y desatiende las necesidades de prevención y tratamiento de nuestra población”.
RECHAZO A LA GUERRA CONTRA EL NARCO
“Hace 12 años el prohibicionismo fue llevado a su extremo, cuando en una decisión errada el presidente Felipe Calderón decidió militarizar aún más los esfuerzos anti-narcóticos e iniciar una `guerra contra las drogas`”, se critica en el texto, en el que se apunta a que la iniciativa de Calderón fracasó y recrimina que la ofensiva contra el crimen no se haya sometido a revisión durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien “prefirió ignorar la crisis y perpetuarla, negándose a iniciar la reforma y optando por consolidar la militarización”.
La Organizaciones indicaron que “a diferencia de hace doce años, México cuenta hoy con una población lista para construir otros caminos” y destacaron la existencia de ciudadanos que proponen políticas de drogas alternativas.
“Incluso nuestra judicatura ha reaccionado en forma contundente, declarando en reiteradas ocasiones que la prohibición vulnera derechos humanos consagrados en nuestra Constitución. De ahí que estamos convencidos que la discusión no consiste en preguntarnos si debemos o no regular las drogas, sino en cómo hacerlo”, dice el comunicado.
OPORTUNIDAD HISTÓRICA
Quienes apoyan la despenalización de las drogas consideran que con el triunfo de AMLO se viven “momentos históricos que deben aprovecharse” y describieron los resultados de la elección del 1 de julio como “un contundente mandato a favor de la construcción de la paz y en contra de la guerra”.
Los firmantes celebraron que figuras como Olga Sánchez Cordero y Alfonso Durazo, diputados electos y próximos titulares de las secretarías de Gobernación y de Seguridad Pública, hayan anunciado “su compromiso con un proceso de pacificación que incluye la justicia transicional, la desmilitarización de la seguridad pública y, como condición previa e indispensable, la regulación de las drogas”.
Las Organizaciones prevén que para lograr el objetivo de AMLO deberán sortearse una serie de obstáculos:
Presión extranjera para continuar la guerra contra el narco aunque en sus países se avance en sus propios procesos de regulación
Presiones internar de quienes busquen defender “los intereses de la fallida estrategia” o quienes “de buena fe, tardarán en aceptar la evidencia cada día más contundente de su fracaso”
“Regular las drogas no es –por sí sola- una medida suficiente para acabar con la guerra, pero los firmantes estamos convencidos de que es una medida necesaria para lograr la paz”, concluye el mensaje.
