Trump: riesgos y oportunidades

Aunque el peor escenario para México sería que Donald Trump se convirtiera en el próximo presidente de Estados Unidos, esto también podría representar una oportunidad para el país.

 

Imelda García Imelda García Publicado el
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Aunque el peor escenario para México sería que Donald Trump se convirtiera en el próximo presidente de Estados Unidos, esto también podría representar una oportunidad para el país.

 

Gabriela Cuevas, senadora por el PAN y presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, asegura que si el gobierno mexicano maneja correctamente la crisis que sobrevendría con un eventual triunfo del candidato republicano, México podría sacarle provecho en el mediano y largo plazo.

 

“Si el gobierno mexicano se pone las pilas en una forma ágil, rápida, eficaz, y logra incorporar a los millones de mexicanos que fueran deportados al mercado productivo, estamos hablando de mexicanos que son emprendedores, que pagan sus impuestos puntualmente en Estados Unidos, que son personal capacitado, y que tienen conocimiento en industrias muy sofisticadas.

 

“Si el gobierno mexicano logra tener la estrategia adecuada, podrían incluso lograr un redimensionamiento de la economía nacional, en el mediano o el largo plazo (…)”, comenta Cuevas, en entrevista.

 

Si ocurriera la victoria de Trump, en el corto plazo sí habría serios problemas en el país.

 

Por un lado, estarían de regreso millones de mexicanos que volverían deportados.

 

Por otro, la disminución de las remesas pondría en una grave crisis a millones de familias que viven de ese dinero.

 

Por ello, la congresista sostiene que el mejor escenario para el país sería que los demócratas se hicieran con la victoria este 8 de noviembre, aunque de cualquier forma, el Gobierno mexicano tendrá ante sí un desafío.

 

“De ganar Hillary Clinton, parece que no será por el margen que se esperaba o se deseaba; puede ser una elección polémica –ya ha dicho Donald Trump que no va a reconocer los resultados- y esto pudiera tensar la posibilidad de acuerdos en el Congreso.

 

“Yo creo que será muy importante que el Gobierno de México establezca una agenda muy importante de diplomacia pública, con actores de México –desde la sociedad civil, el Legislativo, los estados, los empresarios- y no solo del Gobierno federal, estemos trabajando en la misma dirección”, expone.

 

Además, la estrategia de México debe pasar no solo por la Casa Blanca, sino también por el Congreso estadounidense, pues será ahí donde se discutirán muchas de las decisiones que tengan que ver con México.

 

A todo esto debe sumarse la cercanía que deberá tenerse con los mexicanos que viven en EU, pues lo más seguro es que vivan en un ambiente más agresivo a partir de este proceso electoral.

 

“Con la elección del 8 de noviembre no se acaban los problemas del discurso de odio que ha generado Trump. Nuestros connacionales se van a enfrentar cada vez más a un ambiente complejo, adverso, hostil, derivado de estos mensajes de odio que ahora Trump hizo que hasta parezca bien decirlos. Esa es la parte grave. 

 

“Antes existía cierta claridad de que las ideas de supremacía racial o esta idea de discriminar a otros por sus diferencias, estaba mal visto. Lo que Trump ha logrado es que eso sea bien visto y sea motivo de orgullo. Y eso es muy grave”, sentencia Cuevas.

 

Lo ideal sería que, sin importar quién gane, insistió la senadora, el Gobierno mexicano emprenda ya una campaña sobre lo que aportan los mexicanos y los mexicoamericanos a Estados Unidos y buscar cómo empoderar a los connacionales para que la comunidad norteamericana los vea con 

mayor respeto.

 
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