La ola de indignación y rechazo tras la victoria de Donald Trump en las elecciones no se quedó solo en los Estados Unidos.
En México ya se iniciaron campañas y peticiones en redes sociales para boicotear productos y comercios de los EU.
Luego de la victoria de Trump, cientos de norteamericanos han tomado las calles en protesta, incluso ya hay peticiones en la plataforma change.org para que el Colegio Electoral le otorgue la presidencia
a Hillary Cointon.
A la par, en México algunos usuarios se están valiendo de estas plataformas para alentar un boicot sistemático a la compra de productos estadounidenses y optar por productos mexicanos.
“Señores, si tanto miedo le tienen a Trump y a la subida del dólar, pónganse a consumir bienes y servicios mexicanos”, dice uno de los mensajes más recurrentes en todas las plataformas sociales.
“Hagamos lo que nos corresponde o al menos intentémoslo: fuera tiendas extranjeras de nuestra
vida. Ni es Trump ni Hillary, reactivemos poco a poco nuestra economía”, señala otro.
Sin embargo, la tarea de erradicar completamente los productos provenientes de Estados Unidos del día a día de los mexicanos, no parece una tarea sencilla.
Según datos del INEGI, un poco más de la mitad de las importaciones del país, 51 por ciento, provienen precisamente de los Estados Unidos.
Además, hay una importante presencia y arraigo de supermercados, tiendas de ropa, establecimientos de comida rápida que difícilmente podría desaparecer de la noche a la mañana.
Aún así, de acuerdo al mismo INEGI, hay una tendencia de los mexicanos a elegir cada vez más los productos nacionales, principalmente por el alza en el precio del dólar.
“¿Mexicano, quieres darle en la madre al dólar? Deja de darle tu dinero a empresas extranjeras y consume con los comerciantes de tu localidad”, reza otra de las imágenes compartidas en las redes sociales.
Cerrar filas
Para el presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, Humberto Lozano, es necesario que tanto los consumidores, industriales y las autoridades cierren filas para favorecer el mercado interno y hacer frente a la amenaza Trump.
“Si los mexicanos consumimos productos fabricados en México, de una u otra manera estamos garantizando que la materia prima, la mano de obra, todo en ese círculo virtuoso se queda en México y podemos garantizar más y mejores empleos a los mexicanos, que es lo que nos va a hacer falta”, detalla.
Lozano, junto con otros organismos empresariales y patronales del país, se han sumado a las campañas de redes sociales para consumir productos mexicanos, sin embargo, advierte que esta llamada no puede ser una carta libre, pues se debe ser exigente con la industria para garantizar la calidad y competitividad de lo hecho en México.
“Seamos exigentes de la calidad. No compremos a ojos cerrados, simplemente porque son mexicanos, sin importar el precio y la calidad, tampoco le vamos a dar esa concesión a los industriales que nos vendan lo que nos quieran vender a los consumidores”, dice.
Asimismo, afirma que, ante los retos y necesidades que tiene el país por delante, lo mejor es unirse, y sobre todo, que los mexicanos se sientan orgullosos de lo que producen y se convenzan de la capacidad.
“Los industriales y la sociedad tenemos que unirnos y sumar al gobierno en todos los sentidos, incentivando, pagando mejores salarios, con una política fiscal adecuada. No se trata de estar en contra de Estados Unidos, se trata de estar a favor de los mexicanos”, concluye.
No es la mejor vía
Para Héctor Villarreal, Director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, la idea de un boicot comercial a productos y empresas estadounidenses, en una economía tan integrada, conlleva más riesgo que beneficio para los consumidores.
“Hay que entender que un boicot de una escala medianamente seria perjudicaría mucho a la gente.
En el mediano y en el largo plazo sí puede haber un cambio de comportamiento, pero está
comprobado que las economías cerrándose no es para bien. En el agregado hay una pérdida de bienestar social”.
El economista afirma que hay canales comerciales que llevan desarrollándose más de 20 años entre México y Estados Unidos, por lo que una mejor estrategia sería una campaña de información sobre la importancia de esta integración, así como una alianza entre empresarios y ciudadanos a ambos lados de la frontera.
“Tenemos que recordar que tenemos muchos aliados en el otro lado, no solo los connacionales, sino todos los empresarios que han desarrollado estos canales, y hay que buscar hacer un frente común para defendernos juntos ante lo que viene”, dice Héctor Villarreal.
Ante todo, Villarreal considera que el mejor mensaje que se le puede dar tanto al pequeño comerciante como al empresario es mantener la calma para afrontar mejor los complicados tiempos que se avecinan, así como pensar mejores estrategias para fortalecer el mercado interno.
“Si la idea es que el dinero se quede más en nuestro país, pudiera ser un buen momento de apostarle a rubros como la infraestructura, porque genera empleo, porque es básicamente local, porque el grueso de insumos son del país, y es un capital que al final se queda”, puntualiza Villarreal.