Ubican riqueza arqueológica en trazo de Tren Maya

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha identificado 13 mil 974 monumentos arqueológicos en el trazo del proyecto del Tren Maya, a través del programa de salvamento arqueológico que implementa para mitigar el impacto de la obra; el INAH ha solicitado cambios para redireccionar la vía en al menos tres de los siete tramos del Tren
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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El programa de salvamento arqueológico que emprendió el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para evitar que la edificación del Tren Maya cause daños en los vestigios de asentamientos prehispánicos ubicados en el Sureste del país ha detectado casi 14 mil monumentos arqueológicos en la zona de influencia de la obra.

Así lo reporta una nota informativa del INAH sobre los avances que ha tenido hasta el momento su proyecto “U Lu’Umil Maaya Wíiniko’ob: Un Análisis Regional del Sureste Mesoamericano. Proyecto Marco de Salvamento Arqueológico Tren Maya, Estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo. Fase de Prospección y Gestión de Datos”.

61.4
por ciento de estos monumentos está fuera del derecho de vía

En el apartado de “Avances y resultados preliminares/ Abril–junio de 2021”, de la nota informativa referida, obtenida vía transparencia (folio 1115100043421) se indica: “A la fecha, las labores arqueológicas se han realizado en los tramos 1, 2, 3, 4 y 5 del proyecto ferroviario, abarcando una extensión de más de mil 150 kilómetros, a lo largo de los cuales se han identificado 13 mil 974 monumentos arqueológicos; de estos, el 61.4 por ciento se encuentra fuera del derecho de vía, es decir, en áreas donde no serán afectados por el proyecto ferroviario. (…) Esta es la primera fase del proceso de investigación arqueológica y los datos presentados son preliminares”.

El Tren Maya es uno de los proyectos de infraestructura más importantes del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, contará con cerca de mil 500 kilómetros de vía, y 30 estaciones que enlazarán tanto a ciudades como a poblados de la región Sureste de la República (en Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo), potenciando el traslado de habitantes, turistas y carga.

Sin embargo, como lo advirtió el INAH desde el 9 de octubre de 2020, la “extensa zona por la que pasa el trazo de la vía se caracteriza por una altísima densidad de sitios, zonas de monumentos arqueológicos e históricos y por la importante diversidad cultural”, por lo que la protección de todo ese patrimonio cultural representa un reto mayúsculo

Sin embargo, como lo advirtió el INAH desde el 9 de octubre de 2020, la “extensa zona por la que pasa el trazo de la vía se caracteriza por una altísima densidad de sitios, zonas de monumentos arqueológicos e históricos y por la importante diversidad cultural”, por lo que la protección de todo ese patrimonio cultural representa un reto mayúsculo.

El programa de salvamento arqueológico que diseñó el INAH para mitigar el impacto del Tren Maya tiene objetivos muy amplios, pues busca “servir como un proyecto marco o cobertor para las actividades arqueológicas, estableciendo directrices uniformes para la atención institucional del patrimonio arqueológico en riesgo, mediante un protocolo unificado para el diagnóstico de afectación, manejo de datos y definición de acciones específicas para investigar, explorar, conservar, recuperar y proteger los monumentos arqueológicos ubicados en el área del proyecto constructivo”.

Cambio de trazo del Tren Maya

Desde enero de 2020, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) presentó el proyecto del Tren Maya ante la Coordinación Nacional de Arqueología y el Consejo de Arqueología del INAH para su revisión técnica; la respuesta que obtuvo fue favorable, pero se establecieron condicionamientos, como el hecho de que el INAH podría solicitar, inclusive, la modificación del trazo de la obra.

“Estos organismos determinaron la viabilidad del proyecto ejecutivo de obra con el acompañamiento de los programas y trabajos arqueológicos previstos en la normatividad vigente, esto es la realización de labores de salvamento arqueológico, que podrían consistir en la prospección arqueológica física en campo, excavaciones arqueológicas, análisis de materiales, así como otros trabajos de investigación, conservación, propuesta de modificación del trazo de construcción, puesta en valor de los monumentos localizados, o cualquier otra acción que resultara necesaria para evitar afectaciones de los bienes patrimoniales.”

La nota informativa confirma que el INAH sí ha presentado solicitudes para modificar el trazo del Tren Maya sobre al menos tres de los siete tramos que comprende la obra, a saber, en el “Tramo 1 (Palenque-Escárcega)”:

“Las labores realizadas por el equipo del salvamento arqueológico han permitido delimitar algunas zonas de restricción en donde, debido a la cantidad y/o excepcionalidad de los monumentos, es necesario asegurar su conservación mediante el establecimiento de restricciones totales y la propuesta de modificaciones al trazo, reduciendo con ello el impacto que pudiesen sufrir y favoreciendo la conservación del patrimonio arqueológico.”

En el Tramo 2 (Escárcega– Calkiní): “Se han localizado áreas con aglomeraciones de monumentos tanto de características edilicias monumentales como también de carácter habitacional o doméstico. Estas áreas han quedado restringidas totalmente para el trazo del proyecto ferroviario y han requerido especial atención por parte del proyecto de salvamento arqueológico a fin de realizar propuestas de nuevas variantes de trazo, con el objetivo de salvaguardar y conservar dichos monumentos”.

1,150
kilómetros es la extensión de la vía en la que se han localizado casi 14 mil monumentos arqueológicos

Y en el Tramo 4 (Izamal– Cancún): “En el tramo 4 se han propuesto algunas modificaciones al trazo de la vía ferroviaria con la finalidad de evitar afectaciones a los monumentos identificados hasta el momento”.

Salvaguarda patrimonial

El 9 de julio de 2020, el INAH dio cuenta de la riqueza arqueológica que está en el entorno del Tren Maya: “La obra incidiría en 31 zonas arqueológicas abiertas oficialmente a la visita pública; en 19 zonas arqueológicas con algún grado de visita; en mil 773 sitios arqueológicos (de diversas características) inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos, Históricos y Paleontológicos; así como en 42 cenotes”.

Y refrendó además su obligación legal de proteger ese patrimonio de México:

“Por ley, el INAH determinará, metro por metro, la factibilidad del proyecto que se presentó, una vez que se realicen y se cuente con los resultados de los sobrevuelos con LIDAR, técnica de teledetección óptica, la cual permite obtener una muestra densa de la superficie y detectar la concentración de vestigios culturales. En tanto no se lleven a cabo los dictámenes correspondientes, no se podrán efectuar trabajos constructivos”
Informe del INAH

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