El viejo esquema del PRI se extingue. La táctica dilatoria que ha impedido renovar la dirigencia del partido y sus órganos de control durante los últimos tres años llega a su fin.
Y es que el largo camino legal que han tenido que sortear los opositores al grupo que controla el Comité Ejecutivo Nacional del tricolor está dando frutos. Tan así que pronto habrá fecha para la elección interna.
Lo anterior, debido a que los juicios promovidos ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para obligar al PRI a elegir ya al próximo presidente local y al Consejo Político Estatal del Distrito Federal resultaron favorables.
Esta es la historia:
La lucha por el control del Revolucionario Institucional en la Ciudad de México se concentra en dos bloques: el de María de los Ángeles y Beatriz Paredes contra el de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
Las dos primeras provienen del viejo esquema priista, imposición de plataformas de gobierno y de candidatos a puestos de elección popular u órganos de control internos.
En cambio el tercero surge de la base territorial, de un grupo disidente que ha construido su fortaleza con el apoyo de la militancia y sus simpatizantes.
La pugna no es nueva. En el 2004 los cercanos a Gutiérrez de la Torre protagonizaron un zafarrancho con el bloque de María de los Ángeles; por las mismas razones por las que ahora se enfrenta.
En esa ocasión el PRI nacional promovió la expulsión del partido, de los disidentes, pero en los tribunales consideraron que la petición carecía de argumentos legales.
De acuerdo con Cuauhtémoc Gutiérrez, el bloque tradicional del PRI abandonó la Ciudad de México desde el año 2000, cuando perdieron el control de todo el Distrito Federal.
“Como ya no había ningún hueso en la capital del país, todos se fueron a hacer trabajo en el plano nacional. Solo nos quedamos unos pocos y ahora que ven posibilidades de que el partido crezca a nivel local quieren venirnos a imponer gente”, dijo a Reporte Indigo.
Por eso el pleito histórico. Por eso se han cancelado una y otra vez los procesos internos de renovación de la dirigencia y órganos de control en el partido más lóngevo del país.
En los últimos dos años, el proceso electivo del tricolor se suspendió, por mandato judicial o por decisión de la dirigencia nacional del PRI en al menos cinco ocasiones.
A mediados del 2010, el Tribunal Electoral mandató al PRI a renovar sus órganos de control, pero el fallo fue impugnado por el bloque afín al Comité Ejecutivo Nacional.
El caso se replicó en al menos tres ocasiones consecutivas, alegando diversos aspectos. Incluso ya casi para entrar de lleno al proceso electoral pasado (1 de julio de 2012), la fecha se aplazó para este año.
Por esa razón, el PRI enfrentó la contienda electoral de forma dividida, un grupo disidente que jugó a favor del candidato de la izquierda, Miguel Ángel Mancera, y un bloque compacto que no quiso compartir el poder y terminó por hundir la candidatura de Beatriz Paredes.
Hoy el caso no ha terminado. Hubo una inejecución de sentencia, ya que el mandato del Tribunal Federal Electoral estableció una fecha limite para la elección interna y no se cumplió.
Según la resolución del máximo tribunal en materia electoral, el PRI tenía que celebrar la elección del próximo presidente y Consejo Político Estatal a más tardar a mediados de agosto pasado. Incluso en esas fechas, Reporte Indigo publicó una entrevista con Enrique Álvarez Raya, secretario de Acción Electoral, en la que pidió a ambos grupos abrir paso a nuevas generaciones.
Pero la solicitud fue ignorada y aún siguen entrampados en buscar la forma de desplazarse mutuamente.
El nuevo conflicto
Tras el desacato de la dirigencia a reponer el proceso interno en los plazos establecidos bajo el argumento de que primero se tenía que elegir al presidente del partido y luego el consejo político, el fuego se atizó.
Lo anterior, debido a que el grupo cercano a Cuauhtémoc acudió nuevamente a la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para exigir que se llevara a cabo la elección.
Los magistrados están por resolver a favor de los quejosos y el grupo afín a la dirigencia nacional será obligado a emitir una nueva convocatoria en la que se realice la elección.
Mientras tanto, los minoritarios se siguen adhiriendo al PRI de Gutiérrez de la Torre y de eso la prueba fehaciente es la fracción parlamentaria del tricolor en la Asamblea Legislativa del DF.
En los últimos días, Tonatiuh González Case se convirtió en el líder de la bancada priista, tras derrotar a María de los Ángeles Moreno.
Este legislador es uno de los hombres más cercanos a Cuauhtémoc.
De acuerdo con Gutiérrez de la Torre, hubo una mesa de diálogo entre María, Israel Betanzos Arnoldo y él donde no se pudo llegar a acuerdos importantes.
“Nosotros le propusimos que ella fuera la coordinadora de la bancada a cambio de que me apoyara para la dirigencia del partido, primero dijo que lo iba a analizar y después nos explicó que en su grupo no la respaldaron.
“Entones llegamos a la ALDF a medir fuerzas y el ganador fue Tonatiuh, por eso cuando se lleve a cabo la elección de presidente y consejo político tampoco habrán acuerdos”.
En su explicación advirtió que la intención del CEN del PRI será renovar primero el consejo político, para ver si le logran restar fuerza, ya que la mayoría de los consejeros están con él.
“Pero nosotros estamos preparados para dar la batalla porque ya no hay cabida para ambos grupos”, afirmó.
Por su parte, Marco Michel, representante del PRI ante el Instituto Electoral del DF, afirmó que en estos momentos lo más conveniente es esperar el fallo del Tribunal Electoral.
“Yo creo que lo que tiene que hacer el partido es esperar el resultado final para no volver a cometer actos cuestionados en términos de los tribunales. Las dos ultimas ocasiones se suspendió el proceso por problemas de esa naturaleza.
“En efecto, tenemos un juicio por un incidente de inejecución de sentencia. Yo creo que el partido no debe hacer distinciones ni plantearse un tema de si grupos o no grupos, sino pensar en construir un partido de unidad.
“Lo que deben hacer es arriar las banderas y empujar situaciones más transitables. María de los Ángeles Moreno dio una muestra de madurez política y ella declinó sus aspiraciones de coordinar la ALDF para mejorar la situación del partido”.