Un débil PRD y la fuerza de la sociedad
La convocatoria que lanzó la dirigencia del sol azteca para mostrar su inconformidad con la toma de protesta del nuevo presidente de la República Mexicana tuvo poca afluencia.
Por eso el mensaje constante de los principales líderes del PRD se concentró en la unidad de las izquierdas y no en la "imposición de Peña Nieto".
Y es que al Monumento a la Revolución asistieron poco más de seis mil personas para escuchar la postura de sus dirigentes frente aún nuevo gobierno.
Jonathan VillanuevaLa convocatoria que lanzó la dirigencia del sol azteca para mostrar su inconformidad con la toma de protesta del nuevo presidente de la República Mexicana tuvo poca afluencia.
Por eso el mensaje constante de los principales líderes del PRD se concentró en la unidad de las izquierdas y no en la “imposición de Peña Nieto”.
Y es que al Monumento a la Revolución asistieron poco más de seis mil personas para escuchar la postura de sus dirigentes frente aún nuevo gobierno.
La muchedumbre esperó poco más de una hora antes de que iniciara el evento. Tiempo en el que aprovecharon para colgar mantas alusivas a la protesta.
La logística contempló la instalación de miles de sillas, un templete y un poderoso equipo de sonido.
Entre los líderes del partido estaban: René Bejarano de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) Armando Quintero y Gilberto Ensástiga.
En el templete hablaron diferentes personalidades, a excepción de Bejarano, quien se limitó a aplaudir la participación de sus compañeros de partido.
El intenso sol del medio día mermó la participación de los asistentes, que en su mayoría portaron gorras y banderas amarillas, y que solo se limitaron a avalar participación de sus dirigentes.
En todos los casos los oradores gritaron “que viva el PRD y la unidad de las izquierdas en esta etapa de transición presidencial”.
Incluso, Gilberto Ensástiga pidió al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) cerrar filas como un solo grupo.
Lo anterior, para impedir mas incrementos de impuestos en el próximo ejercicio fiscal y también detener el aumento de precio en los combustibles.
La protesta terminó en calma, pero al término de la misma los grupos radicales rompieron vidrios y realizaron pintas en los negocios de Paseo de la Reforma y avenida Juárez.
Incluso, la recién rehabilitada Alameda Central sufrió daños por parte de los manifestantes.
Las fuerzas policíacas respondieron inmediatamente y dispersaron a los manifestantes por algunos momentos. Los y hechos se repicaron en el primer cuadro de la ciudad.
El malestar de la población era notable. Por eso cada vez que alguien manifestaba su inconformidad con el gobierno de Peña Nieto se volvían a encender los ánimos.
Fotografía: Agencia Cuartoscuro.